Es un tema muy aburrido, por lo tendencioso que se suele ser con él de forma cíclica. Debates como este desde luego hacen que sea más amable y entretenido
Pero por desgracia siempre hay excepciones en la internete y redes asociales.
Para querer echar por tierra la valía de Stan Lee hay que ser un ignorante. No tiene más vuelta de hoja. Ignorante, tener mal fondo o ambas. Hablo, no de reclamar el crédito debido a Steve Ditko, Jack Kirby y otros, que es lo justo y donde está el agravio por lo mucho que aportaron, sino de ese tipo de personajes que de un plumazo barruntan que Stan Lee "no hacía nada" o lanzaba un par de ideas vagas al aire como el que está en la barra del bar y que poco menos que hay que escupir en su tumba, por ladrón, cara dura y mentiroso.
Pero lo cierto es que lo que hacía Lee a principios de los años sesenta era de una dificultad extrema. Para comprenderlo, claro, hay que saber juntar más de dos palabras y haber usado un papel para hacer más que tres garabatos (feos en muchos casos), pero no es raro que personas que no tienen ni idea de lo difícil que es escribir desprestigien la labor de un buen dialoguista, argumentistas o guionista. Escribir es difícil, y hacerlo bien es muy difícil. Pero entra en el campo de esas cosas que vistas desde fuera "seguro que yo hago mejor".
La clave de Lee es esta:
Si cogemos cualquier mes del primer lustro de los años sesenta, nos encontramos, sin orden de importancia, con que Stan Lee escribía entre otras:
The Avengers, The X-Men, Fantastic Four, Amazing Spider-Man, Tales to Astonish, Tales of Suspense, Strange Tales, Journey into Mystery, Sgt. Fury and his Howling Commandos, y hasta westerns como
Kid Colt, Two-Gun Kid, o seriales románticos como
Millie the Model o Patsy Walker. Hablamos de un hombre que un mes cualquiera, durante años (y es MUY, MUY, MUY difícil escribir años y años a ese ritmo, tantas series, manteniendo un nivel de calidad narrativo sin repetirse ni perder interés) escribía casi una veintena de series, encargándose de los diálogos de todas ellas, proponiendo muchos de los argumentos, intercambiando ideas, planeando tramas, y, sin olvidar que las editaba TODAS, otra labor con peso en la narrativa que conlleva un esfuerzo y un trabajo considerable al plantear sugerencias, cambios, mejoras y matices al trabajo de otros. Que una serie cambiara de dibujante (Ditko por Romita, por ejemplo) y sin embargo el personaje siguiera siendo fiel a sí mismo, la trama no se empobreciera, incluso creciera, y se mantuviera una coherencia argumental, es por entero mérito del Lee guionista y editor, que es el único elemento conector en un cambio de etapa (cosa que sería imposible si todo lo daba masticado el dibujante, su marcha se notaría sí o sí y la serie decaería o cambiaría sustancialmente).
¿Creadores como Lee en la cultura popular? Poquísimos. Y desde luego, ninguno entre esos detractores a los que no conoce nadie ni han aportado ni aportarán jamás ni un 1% de lo que hizo Lee por esta industria.
Así, cuando oigáis a alguien sostener que Lee "era un vividor ladrón que robaba el trabajo a sus compañeros", pasad como de la mierda, porque esa persona no tiene otra cosa que bilis y no merece la pena discutir con ella de nada. Es un discurso que no se sostiene y que no trae otra cosa que amargura.
Cuando alguien saque el debate (más que sabido y aceptado desde hace años) de que Lee no construyó todo solo, que se debió dar más importancia, crédito y reconocimiento a sus colegas, que eran en efecto coargumentistas y así debían rezar, que debieron conservar derechos y originales, y que muchas veces cargaban con el peso narrativo del número, pues se podrá tener un debate sano y bien intencionado sobre hechos que son totalmente ciertos y nadie niega y que nunca está de más revindicar.
Pero en el plano creativo (en el laboral puede ser más complejo), no tiene ningún sentido, más que ser un amargado, querer hundir los méritos de una persona, que los tenía, negándole todo lo bueno que hacía como autor.