Me ha sorprendido El inocente, en Netflix. Mario Casas aparte, que a estas alturas de la vida ya no le pido absolutamente nada, me esperaba una serie tramposa y con giros inverosímiles y, dentro de la liga en la que juega, me ha resultado bastante entretenida.
Es un típico thriller estadounidenses de esos bestseller con los que no trago, la verdad, pero me ha mantenido bastante intrigado. Los giros de guión no resultan exageradamente forzados, que es lo que más me suele chirriar, y no es que tenga pocos precisamente. Solo en un par de momentos se me ha hecho insoportable la suspensión de la incredulidad, lo cual estando bastante estirado todo me ha sorprendido.
No busquéis nada más que algo que engancha y en lo que no te puedes parar a pensar mucho, pero bueno que visto el panorama ni tan mal.