Ya que habláis de
Bly Manor...
Buena serie (que duda cabe, es Flanagan, yo creo que ya podemos dejar de posponerlo y admitir que es uno de los mejores autores de terror contemporáneos
), que no perfecta; y de hecho un pelín sobrevalorada.
A nivel de terror muy facilona, nada sorprendente y carente de cualquier chispa. Vamos, es que ni siquiera se aprovecha el entorno de la casa, muy mal ahí. Supongo que tratarían de atraer más público estándar de esa plataformucha de Netflix, pero ni así se justifica. Vamos, que como serie de terror cuesta recomendarla.
En el resto de aspectos mucho mejor, lógicamente. Una vez más, como en Hill House, brillan los personajes y sus tramas. No llega al nivel de aquella (sí es algo más redonda en su contenido, que no mejor), lejos de sus grandes picos (el quinto y el sexto episodio de la primera temporada son muy superiores a los mejores exponentes de esta segunda), pero igualmente muy bien todo...
...con algunos peros que por supuesto el conformista que se ha convertido Essex en los últimos dos años aplaudirá desaforadamente. Si se ha leído Otra vuelta de tuerca, de nuestro buen Henry James, o visto su exquisita adaptación del 61, The Innocents (en España, Suspense); es fácil ver no pocas carencias en La maldición de Bly Manor, algo normal, repito, tratándose de un producto de Netflix. Cero ambigüedad, viniendo de donde se viene, todo muy clarificado, mascadito a más no poder y con un final nuevamente algo torpón y deslabazado (no TANTO como en Hill House, cuya conclusión fue apoteósicamente mala), con más trampas que una partida de póker estándar y momentos donde ni siquiera la mayor suspensión de incredulidad puede salvar los muebles.
Y claro, querer incluir tantas tramas nuevas manteniendo las existentes no puede menos que repercutir negativamente en las previas, a menos que se cuide exageradamente el guión, cosa que no se ha hecho, y por ello
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En fin, que buena temporada, la he disfrutado, tiene grandes altos, pero no está exenta de sus correspondientes bajos. Poco cuidada en los detalles más artesanales, centrada más en, como digo, ese público estándar de Netflix (le pasa lo mismo a Dark, que intenta ir de compleja y profunda y a la hora de la verdad es lo que es). ¿Es eso malo? No per se. Pero se nota que había potencial para más. Tanto en terror (muy mediocre, impropio de este director y de la sucesora de Hill House) como en sus principales pilares: personajes y tramas.
Pero repito: buena, satisfactoria y por momento
realmente espléndida. No obstante, lejos de The Innocents, la cual no puedo menos que recomendar, aunque exige un paladar ligeramente más sofisticado.