En Vengadores el que no está en su mejor momento es Palmer y eso, cuando Buscema sólo hace bocetos, se nota. Aun así, en todo lo que no sea dibujar tecnología, ese tándem era muy superior a cualquiera en el que estuviera Byrne.
No hay más que recordar los números posteriores de Buscema en Lobezno con tintas de Williamson o la novela gráfica de Estela Plateada de Byrne con Palmer para tener claro que si alguien estaba añejo y polvoriento, desde luego no era el mayor de los Buscema, que en su peor versión siempre tuvo más talento en la uña del dedo pequeño del pie que Byrne en todo el cuerpo.