Eso de "todo salga bien" no es así.
No ha salido todo bien. Y la mayoría de la gente no caía en como estaba la situación ("sí, mira qué gracia la Harley haciendo tonterías ahí con el Joker"). La relación tóxica no era un ejemplo de nada pese al mensaje que traía.
Pues no.
Aparte de que ha crecido y es un personaje con entidad propia. La separan del Joker y ha sabido crecer.
¿Para que quieres ver a una Harley ligada siempre al Joker y pisoteada hasta el infinito?
Ya, a la gente había que explicarle que lo que se le hacía a Barbara Gordon era un brutalidad porque la gente es básicamente estúpida. Mejor no permitir ciertas portadas y borrar ese capítulo en la vida de Oráculo, porque esas cosas no se pueden contar en un cómic.
Como sé que Batman no es lo tuyo, te pongo en antecedentes:
Harley era un personaje complejo, mucho más que "la novia del payaso", ya desde hace años. Lo era en la serie animada y lo era en el cómic. El ciclo de amor/odio/ruptura con su Pastelito, era una brillante sátira de las mismas relaciones tóxicas de las que hablaba, pudiendo ser enfocadas desde la comedia hasta el drama más crudo. Pero es que además, entraba en juego su relación con Hiedra, siendo ambas abiertamente bisexuales y formando una relación romántica de amistad. Hiedra quería matar al Joker, que le asquea, y Harley normalmente siempre se lo impedía, para luego ser la propia Harley la que le pateaba el culo a su Señor J, por más que este luego la recuperara con una flor ácida o cualquier majadería.
Aquí tiene que entrar en juego la consideración de que ambos personajes están completamente LOCOS.
El título "Mad Love" no viene por nada, pero además, uno es el mayor psicópata del mundo del cómic, con un estercolero por mente, y la otra está como una cabra (ya se nos dijo cómo se sacó el graduado, cómo entró en Arkham, etc, etc), ya de antes de conocer al Joker. Pedir cordura a una pareja como esa es de tener aún menos luces que ellos. La gracia precisamente está en que no son ejemplo de nada para nadie. Pero bueno, hoy día pedimos a Hannibal Lecter que se comporte y coma sano, capando a los monstruos de nuestro imaginario por una malentendida corrección política que no es otra cosa que censura y mojigatería. Lo que antes censuraban abiertamente aquellos que odiaban la cultura, ahora lo censuran "amantes de la cultura".
Pero volvemos al caso Harley.
Antes Harley no tenía ninguna necesidad de sexualizarse a sí misma. Es más, en un género lleno de tipas en pelotas con las tetas grandes, Harley no podía ir más contracorriente. Tapada hasta el cuello, vestida de payasa, pintada como una, su imagen icónica no daba lugar a la paja mental o de otro tipo para el lector masculino, siendo todo un ejemplo de personalidad en plenos años 90, donde imperaban las poses de Jim Lee, el culo de Mariposa o sus Wildcats. Si eso no es personalidad y crear un personaje femenino con independencia, fuerza y libertad, que baje Espectro y lo vea.
Por eso, la puñalada al personaje no fue solo despojarla de su aspecto icónico para convertirla en una vulgar "animadora pechugona" (ya lo dijo Sean Murphy: "Si crees que eso es feminismo, te has equivocado, hermana"), con un atuendo rancio, sino renegar del contexto en el que el personaje nació haciendo de ella una "antiheroína" más parecida a Masacre que otra cosa (con su grupo de amigos freaks, su extraño código moral, sus asesinatos y mutilaciones escogidas y un humor que ya no era, ni psicótico, ni divertido).
Hoy día, Harley se ha convertido en un icono de los salones del cómic, en un cosplay repetido, de "fans" que en muchos casos nunca han leído un cómic, y que se ven atraídas por ese aspecto "cool" (con suerte han jugado al videojuego), sin saber que el personaje es todo lo contrario. A la Harley de antes no podía importarle menos arreglarse, enseñar carne o seducir a nadie. Ella era muchas veces la que sexualizaba a los demás con una ocurrencia o un piropo retorcido, nunca la que los recibía.
En términos de calidad, ancha es Castilla, cada uno puede verla donde quiera, pero como seguidor del personaje de toda la vida (incluso en estos últimos y tristes tiempos), dudo mucho que exista una mejor interpretación del personaje que la que realizó su creador, que para eso lo es, el nunca lo suficientemente alabado Paul Dini. Si ahora se nos viene a decir que todo lo que Dini hizo con ella es el mal, pues muy libres de quedarse lo bueno para quien lo quiera.
Yo por mi parte seguiré reclamando su Mad Love, su serie animada, su Sirens, y el resto de apariciones, como lo mejor que se ha hecho jamás con el personaje. Y esta "chica dura" actual, como un envoltorio vacío que en términos de caracterización y calidad narrativa, se queda en muy poquita cosa.