Como digo, era mi formato favorito, y me hice varias series así, que siempre mantuvieron una relación calidad-precio espectacular (ya al final del todo, con la línea herida de muerte, antes de desaparecer, se disparó en algunos casos).
Para mí uno de los mejores formatos.
Pero ojo, que esa línea se la cargó el lector, como ocurre en muchos casos. ¿Sabéis cuál era exactamente igual?
Los primeros Marvel Gold
Tomos en tapa blanda a 7,8 9, 10€. Con clásicos, como el Thanos de Starlin o el Capi de Stern.
¿Y qué pasó con esa línea? Que se la comieron con papas porque no compraba ni dios. Porque la masa lectora no quería clásicos en esas ediciones. Y a punto estuvo de cargarse toda la reedición de clásicos hasta que sonó la flauta con el Omnigold de Estela.
Por eso, siempre pienso que un poco de perspectiva, y a veces autocrítica, está siempre bien.
Es como lo de votar al PP. Nadie lo vota pero siempre sale, mira tú.
Pues es hora de pensar que, o no serán tan pocos los que los votan, o somos una minoría los que somos coherentes con lo que decimos, que también. Pues con los cómics igual. Todos decimos querer ediciones populares a buen precio, pero salen y nadie las compra.
Y a veces es una lástima, sí, porque lo ideal sería que se mantuviera todo.
Pero como el deporte femenino ("¡Más deporte femenino!" ¿Pero ves tenis femenino? No. ¿Fútbol? No ¿Baloncesto? No. Ah, ya, que lo vean y lo apoyen los demás dices, ya), muchas veces parece que simplemente no interesa.
Y esto no significa que la editorial no meta sus gambadas en precio y edición, ojo. Claro que sí. Pero que muchas veces, es el cliente (el cliente en números y masa, no un cliente) el que decide.