Ojo, aclarar que Morgan, por provocador que sea, es un fuck budy dialéctico habitual, y que las caricias con Mc Carnigan y conmigo mismo son con consentimiento. Que nadie se asuste si piensa otra cosa, que es más tensión sexual homoerótica que lucha de gladiadores en Esparta. O bueno, puro Esparta, sí. Dicho lo cual, evidentemente, le toca coger el mocho, pero hacemos que friegue con cariño. Peace.