Para unas cosas no hay que buscarle seriedad aunque te planten ahí el diálogo literal en la cara, pero para los quehaceres familiares si no es 100% realista no vale de nada. ¿Dónde están mis siete capítulos de Goku volviendo para jugar al monopoly en familia después de una buena comilona? Si es que vaya un desgraciao que está hecho.
Goku llega de buena mañana, se reúne con toda la familia, se echa un torneito amistoso por la mañana con los mismos y con algo que veo que olvidan nuestro queridos contertulios, que es el beneplácito de su señora que quiere que su hijo y marido participen y ganen para llevarse sus buenos millones de premio para la huchaca, y aún nos queda toda la tarde para pasarla distendida en familia y con tranquilidad.
En un día, nuestro señor Goku vuelve y: se reúne con su familia y sus amigos para ponerse al día, se divierte compartiendo lo que más le gusta junto a sus hijos, a los que ve crecidos con orgullo siendo los buenos combatientes que siempre ha aspirado que sean, gana unos millones para mantener a la familia durante años, y le sobran horas para relajarse en casa tranquilamente hasta el día siguiente.
Un plan perfecto, a eso le llamo yo saber aprovechar el único día que tienes para volver del otro mundo.