He leído
One Piece Nº 90.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Por fin he podido ponerme con esta serie, cuyo anterior volumen leí en diciembre del año pasado nada más y nada menos. A pesar de todo, le he cogido bien el hilo, sin problemas. Este tomo está bien, parece que se apuntan algunos aspectos interesantes de cara al futuro, tenemos el regreso de muchos personajes y un amplio repaso de algunas de las sagas de la serie. No obstante, debo admitir que la saga de Big Mom ha tenido un desenlace que no me termina de convencer. Me sigue gustando la serie, pero últimamente no la sigo con el mismo interés ni las mismas ganas. No sé, tengo la sensación que Oda está perdiendo fuerza y ese eterno continuará de cada pequeña trama que abre quizá esté jugando en su contra. Por no decir que ya llevo un tiempo notando que la gran amplitud de personajes que maneja comienza a ser un verdadero lastre para la narrativa lineal. En este volumen, por ejemplo, en ese congreso mundial de tanta importancia, vemos como para contar algo necesita casi una viñeta por personaje, además de ir repasando el pasado para que nadie se pierda. Está bien que se mantenga la coherencia entre una historia tan larga como la de este manga, pero se está perdiendo la agilidad narrativa, y este tomo es un buen ejemplo de ello, porque apenas ocurre nada en 10 capítulo. No quiero ni pensar que sensación puede tener el lector semanal de la serie.
La primera parte de esta entrega está dedicada a concluir la saga de Big Mom, en lo que derivará para la prensa como una gran victoria de Luffy y su banda. Veremos como gracias a los hombres-pez, así como a la intervención de los Germa, consiguen escapar de los dominios de la pirata, lo que nos deja un importante sacrificio,
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Por una parte, lo entiendo, por otra tengo la sensación que la unión de nuevos miembros a la tripulación se está postergando en exceso. También debo decir que esta saga no ha tenido un desenlace muy afortunado, porque realmente no se puede decir que Luffy haya derrotado a nadie, y mucho menos a uno de los grandes emperadores. Hasta en Dressrosa se culminó ese aspecto mucho mejor. Para mí, a pesar de que la saga ha tenido sus momentos, ha quedado como una de las historias más flojas, en la que tampoco hemos visto demasiada evolución ni en Luffy ni en sus amigos. Sin duda, una saga bastante descafeinada, que me recuerda a momentos más bajos de la serie. Espero que en los próximos tomos veamos algún cambio de tendencia en ese aspecto.
Como al final de cada saga, tenemos una serie de capítulos que sirven de prólogo a la siguiente, pero también explorara las consecuencias o el estatus de la banda de Sombrero de Paja tras su última aventura, como es la revisión de las recompensas, por ejemplo. Destacar especialmente la escena de la hija de Big Mom, que parece que realmente se enamoró de Sanji, y que se nos revela que pasó en aquel callejón,
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También está Zeus, la nube que ahora está en manos de Nami, y que ya sabíamos por la novela que comenté en su momento. Además, tendremos el inicio de la nueva aventura, que se desarrollará en el País de Wano, en el que ya se encuentran algunos miembros de la banda infiltrados para ayudar a Momosuke en la misión de derrocar a la tiranía con la que gobiernan su pueblo. En las páginas finales veremos cómo llegan a las inmediaciones de este reino, donde todo ser viviente parece ser capaz de esgrimir una espada. Sin duda, es una saga para que se luzca Zoro, a ver cómo se desarrolla…
En la parte central del tomo tenemos una especie de foto fija de cómo está el mundo, en la que veremos escenas cortas en la que se recuperan a personajes del pasado, alguno incluso de los inicios de la serie, y que a buen seguro muchos teníamos bastante olvidados. Tanto es así, que tendremos repasos de diferentes personajes que vuelven a la historia durante medio capítulo, así como otros tantos recordatorios en viñetas flashbacks a lo largo de otros, en ocasiones repitiendo lo mismo. A mí esto me ha parecido un poco excesivo, la verdad. De toda esta parte, me ha llamado la atención el regreso de Cobi, ya convertido en capitán de la marina, junto a Helmepo. También tenemos el regreso de Sabo, que comienza a formar parte activa de la trama central, ya que el ejército rebelde pone en marcha un plan para atacar a los Dragones Celestiales y rescatar de uno de ellos a Kuma. De ese modo, conoceremos a los principales dirigentes de los rebeldes, formando un grupo bastante peculiar. Por cierto, me ha extrañado ver a una de estos lugartenientes, Belle, aparecer sin camiseta ni sujetador, sí que se está poniendo atrevido Oda en los diseños de los personajes. Después no se puede obviar tampoco la presencia de Kaido, que parece tener interés en acabar con Luffy, por lo que parece que será su próximo objetivo, así como lo es el de Big Mom, que quiere hacerle pagar la vergüenza. Yo aquí vería interesante una alianza entre ambos, pero parece que no están por la labor. Una pena, la verdad.
También tenemos el regreso de Shanks, que parece que pronto se va a reunir con Luffy, intercediendo por él ante los gobernantes del mundo; y el misterio sobre cierto sombrero de paja que parece de tamaño gigante, que no sé muy bien de qué se trata. A todo esto, hay que añadir un personaje misterioso que deambula por diversas escenas, pero que de momento no se ha desvelado quién es. Y para terminar este repaso, aunque seguro que me he dejado algo en el tintero, tenemos el nuevo emplazamiento del cuartel general de la marina, donde veremos cómo funciona y algunos de sus integrantes, preocupados por los movimientos de los emperadores. Muchas escenas, infinidad de personajes, y multitud de tramas abiertas con una gira dosis de intriga. Sin duda, el sello de Oda desde el inicio de la serie.
Para terminar este comentario, hablar un poco del Congreso mundial, una reunión que se repite cada cuatro años y en la que sientan juntos los principales reyes de los distintos países que lo conforman, aunque hay cierto énfasis en indicar que Wano es una especie de país independiente al respecto. Aquí tendremos el regreso de muchos personajes, destacando la gran cantidad de monarcas que se han visto ayudados por Luffy, y que sienten cierta simpatía por él. También tenemos el añorado regreso de Bibi, que formó parte de la banda durante un extenso tiempo y en una de sus sagas más emblemáticas en los inicios. Todo esto nos llevará a conocer más ampliamente Mariejoa, así como a los Dragones Celestiales cuyo papel de dioses les otorga la capacidad de hacer cualquier cosa sin importar lo que sea. Además, observaremos como tiene esclavos, uno de los aspectos que pretende abolir Sabo. Una vez más, se pone de manifiesto en esta serie la crítica social, en lo que casi nos recuerda a la Europa medieval, en cierta forma. También nos sirve para ver el organigrama de poder, y hasta donde deberán llegar nuestros protagonistas para cambiar el mundo. Sin embargo, su labor a lo largo de sus distintas aventuras sí que han servido, porque veremos cómo en esta reunión hay bastantes reyes benévolos y menos dictatoriales, aunque todavía quedan algunos. El momento más interesante es cuando la princesa de los hombres-pez llama la atención de un dragón celestial, que ya vimos anteriormente, y la toma como si nada, hasta que otro dragón celestial le para los pies e impide que la tome como esclava. De ese modo, se pone de manifiesto la influencia de Luffy y sus amigos, que han hecho cambiar de pensamiento a muchas personas durante sus aventuras, ayudando quizá a mejor un mundo en el que parece que hay algo podrido en las altas esferas.
Por cierto, comentar también que Vegapunk parece haber inventado algo que quizá haga innecesario la al8ianza del gobierno mundial con los emperadores piratas, lo que supondría un importante cambio de estatus. En fin, un tomo muy denso, que quizá abre demasiadas puertas, que pintan interesantes, pero que quizá cuando se vayan a desarrollar ya no nos acordemos ni de la mitad. Con lo que se disfrutaba antes esta serie, y el sabor agridulce que deja últimamente. Ojalá Oda nos devuelva ese interés, o sea capaz de encauzar todo esto, porque al final, se podría cargar una serie que era una auténtica maravilla, lo cual sería una pena.