He leído
El Asombroso Spiderman Nº 151/2.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
La primera parte de esta entrega la ocupa el primer anual del nuevo volumen de
Amazing, aunque con todo el tema de Legacy podría decirse que simultáneamente continúa la numeración clásica. Desde luego, la que están liando en Marvel con el tema de las numeraciones no es normal. Por otra parte, a mí el anual este me ha dejado bastante frío. Escrito por el guionista Saladin Ahmed, nos trasladamos a los años ochenta y revivimos la experiencia de Peter con el simbionte, su relación con Felicia Hardy y su enfrentamiento contra la banda de Cabeza de Martillo. Reconozco que a mí es una época que me encanta y que de alguna forma me traslada a un momento en el que realmente disfrutaba con el personaje. No obstante, no tengo muy claro cual es la intención de los autores y realmente no termino de ver que aporte nada nuevo. De hecho, el propio
Julián explica como muchas de estas situaciones ya se vieron en su día, siendo prácticamente replicadas y alabando el trabajo de documentación. Todo eso está muy bien, pero creo que un anual no se debería de utilizar como un gigantesco
flashback, que a mí personalmente no me ha aportado nada. Es una lectura entretenida, el dibujo de Gary Brown no está mal del todo, pero al fin y al cabo es un material bastante insulso.
Después regresamos con la etapa de Spencer, que bajo mi punto de vista ha empezado muy floja. Tenemos dos episodios en los que el protagonismo recae principalmente en Búmerang, un villano que ahora comparte piso con Peter. Mi sensación general es que estaba leyendo una especie de secuela de Los Enemigos Superiores de Spiderman. Me gustó mucho esa serie y la verdad es que Spencer se mueve muy bien entre la parodia, el humor y los superhéroes. No obstante, esta es la cabecera principal del lanzarredes y uno espera que sus guionista se centre en su protagonista y tengamos aventuras de Spiderman. Aunque aquí tenemos más bien una historia de Peter, que tampoco es que sea un mal enfoque, a mí lo que me transmite es que estamos leyendo un
spin-off o una serie enmarcada dentro de la franquicia arácnida. Quizá es pronto para hablar de decepción, pero en estos compases iniciales, Spencer no está ofreciendo su mejor faceta. Me parece que está un poco disperso y no termino de ver que pretende contar. Si bien es cierto que tenemos a Kingpin de fondo y a un misterioso villano que diría que conoce bien a Peter. Todo está quedando demasiado diluido entre esa comedia de situación que se ha convertido el piso compartido de nuestro protagonista. Que sí, que Búmerang es un tipo gracioso y que da pena su situación actual. Que sí, que Peter debe ser el amigo de las segundas oportunidades y que mola ver de nuevo el Bar Sin Nombre. No digo que no sea divertido y que el tratamiento de los personajes no sea el adecuado. Es más, estoy muy contento con esa parte del trabajo de Spencer. Pero mi sensación general es que a la etapa le cuesta coger ritmo, y le falta algo de chispa. Sinceramente, después de haber leído parte de su Capitán América, por ejemplo, yo personalmente esperaba más de Spencer. Habrá que ver como evoluciona, pero de momento está en un perfil bajo.
Por otra parte, creo que otro de los factores que influye es el regreso a la serie de Humberto Ramos. Supongo que es algún tipo de losa que todos los lectores de nuestro amistoso vecino arácnido tenemos que sobrellevar como podamos, pero es que nunca llegaré a comprender cómo un dibujante tan malo y horrendo es capaz de aguantar tanto en una de los principales títulos de la Casa de las Ideas. Y lo que es peor, cómo no se preocupan por dotar a esta cabecera de dibujantes estrella o primeros espadas del dibujo, en lugar de este ilustrador mediocre. Es cierto que ha evolucionado mucho desde sus inicios, incluso creo que es hasta más digerible, pero con solo su presencia los guiones justitos de Spencer no salen precisamente beneficiados. Hubo quejas generalizadas con Ottley, pero es que al lado de Ramos me parece una mucho mejor opción. En fin, ojalá algún día llegue a la franquicia arácnida un editor que no tenga predilección por Ramos, que no sé que ven en este dibujante que no pueda ofrecer mucho mejor otros de la actualidad.
En definitiva, un tomo de nivel justito, entretenido, que quizá lo más interesante haya sido la sección de Saavedra. Espero que dentro de un tiempo no estemos pidiendo el regreso de Slott a la serie...