Es que es eso, guardianes de la moral siempre aparecen. Y ojo, siempre los ha habido.
Luego están los que se escandalizan porque en una peli dos señoras se den un pico, haya muchas protas mujeres, o hasta que se hable del cambio climático.
Correcto. Y el mismo tratamiento merecen, bajo mi punto de vista.
Leyéndoos a algunos, cualquiera diría que mañana van a hacer una pira con los tomos de Kull. Cuánta intensidad
Quemar libros de momento no. No hemos llegado a eso. Lo que ya ha empezado a hacer Marvel/Disney es meter mano en nuevas impresiones de comics antiguos. Como en el omnibus de Luke Cage donde se cambia una expresión ofensiva para la comunidad judía, o en el más reciente de Miracleman de Alan Moore en la que se borra de un bocadillo el término "negro" (nigger).
Hace unos años empezaron a incluir al inicio de reimpresiones algunos comics de alrededor de los 80 un advertencia de que dicho material se presentaba tal y como había sido creado, y que podía tener términos u expresiones desfasadas. Hasta aquí bien.
Más adelante, profundizaron con esa advertencia ya no indicando sólo que podía contener expresiones desfasadas, sino entrando a valorar explicando que esas expresiones estaban mal, que tienen un impacto negativo, que juntos debemos luchar por un mundo más inclusivo y blabla. Que no es algo que discuta, pero ya me mosquea la intención de que vengan a aleccionarme como si fueramos idiotas y no supiéramos entender el contexto de las cosas. Pero venga va, aceptamos la valoración de la editorial al respecto. OK.
Pero, como se venía venir, esto de la advertencia y explicaciones ha pasado a ser insuficiente, y han terminado replanteando que quizá sea conveniente en algunos casos puntuales meter mano en el guión si lo ven necesario. Como digo, ya lo han hecho en la reimpresión en los omnibus de Luke Cage y Miracleman.
Y aquí es donde para mí esto es cruzar una línea roja que no se debería. No tanto por la relevancia de lo que cambien, sino por la deriva que traza en el horizonte. Las notas al principio del libro advirtiendo sobre el contexto del contenido o expresiones, no es suficiente. Es mejor alterarlo no sea que lo que leamos nos influya negativamente.
No hace falta quemar libros, es este tipo de política gana tracción, no veo porque no podría hacerse también el películas o libros. Y dejado a la arbitrariedad que supone que alguien decida cuándo o cuánto quitar o modificar.