He leído
4 Fantásticos #176-200.
En general unos números bastante entretenidos, por encima de los 25 previos y perfectamente recomendables para los fans del cuarteto.
Thomas aquí no hace aquí un mal trabajo en absoluto, firmando un par de arcos muy llevaderos y con ciertas dosis de tensión, repartiendo adecuadamente las tramas en varios frentes que convergen de forma natural hacia su recta final. Personalmente no me gusta el recurso de que cualquier matado pueda poner en jaque al cuarteto sin sudar, pero el buen empleo de los "Cuatro" Terribles amerita que pase por alto la reiteración de sus increíbles (en el mal sentido de la palabra) victorias sobre el supergrupo.
Bill Mantlo echa una mano para cerrar el arco del Bruto (al que yo ya conocía de otra cabecera guionizada por el propio Thomas
) y acto seguido pasamos a Len Wein, que hace un buen trabajo un par de números pero se derrumba por completo en los #186-188, bastante malos. El #189 es una reimpresión, así que me lo salté.
A partir de ahí, en colaboración con Marv Wolfman, Bill Mantlo y otros autores, da comienzo a una saga de disolución del cuarteto con varios picos de calidad (el #191 está bastante bien) y un buen nivel de entretenimiento general, dando pie a historias individuales de los distintos miembros del grupo que no funcionan mal en absoluto y refrescan un poco la cabecera, finalizando en una gran saga final contra el principal enemigo de los 4 Fantásticos que culmina en el #200... y que no termina de funcionar como debería, pues pese a sus intentos (algunos de ellos fructuosos) por ser épica, el guión no despega del todo en ningún momento y llega a hacerse algo reiterativa. No obstante, son cómics que resultan ya historia del cuarteto y que merecen una lectura casi obligada por sus fans.
En resumen, tebeos divertidos, solventes y perfectamente disfrutables, salvo ciertas excepciones y por supuesto sin acercarse a las cotas de grandeza de la etapa Lee/Kirby. Aproximadamente un 6,5 de nota media
He leído
Hulk #161-180.
Englehart empieza como un tiro, con una magnífica recuperación de personajes secundarios de otras cabeceras (Mímico
), buenos guiones y el entretenimiento por bandera. Tebeos variados, divertidos y generalmente autoconclusivos (aunque con tramas de fondo, y los que duran más de 1 número es porque verdaderamente tienen mucho por contar).
Además, como punto a favor, no le tiembla el pulso a la hora de cerrar sus historias, con varios de los finales más tristes que recuerdo haber leído en la Marvel setentera (sin ser por ello la muerte de Gwen Stacy). Eso sí, uno de mis favoritos tiene un enorme punto en contra por una omisión argumental que carece de sentido y solo sirve para favorecer la escena, concretamente en el #165.
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Tras Englehart llegan Conway e Isabella, y como es costumbre en ellos, el nivel de la cabecera baja bastante. No obstante se las apañan para ofrecer un par de historias decentes. Afortunadamente tras ellos llega Thomas con el #173, un número notable con un magnífico uso de sus conocimientos sobre la continuidad marvelita. Desafortunadamente, en el #174 cuenta con la inestimable ayuda de Conway, que consigue rebajar otra vez el nivel de la colección.
Roy en solitario no consigue levantar cabeza, y es que tras un discreto #175 pasa a una trilogía en la aburridísima Contratierra, que solo he conseguido terminar de leer por pura y dura fuerza de voluntad. Soporífera hasta rabiar, con todos los defectos del escritor reunidos en una misma historia a modo (imagino) de autohomenaje.
Gracias a Dios Len Wein llega para devolver a Hulk al nivel de calidad que merece, dejando 2 muy buenos números que rescatan enemigos del pasado sin resultar ni muchísimo reiterativo en su empleo, siendo ambas historias bastante entretenidas y dejando las puertas abiertas a la llegada de cierto superhéroe canadiense...
En resumen, muy buen inicio con Englehart y muy buen final con Wein, destacando en contra un buen puñado de números que en el mejor de los casos resultan aceptables sin más.