Drácula (John Badham, 1979)
Hacía décadas que no veía esta versión, hasta el punto que casi ni la recordaba. Y tal como sospechaba es mucho mejor de lo que se la considera.
Magnífica ambientación, buen ritmo, fotografía notable, música muy acertada y efectos muy convincentes por mucho que sean sencillos.
Poco más se puede pedir.
No está al nivel del Drácula de Fisher, claro, ni tampoco del de Coppola, pero no creo que quede a mucha distancia.
Quizás la segunda mitad pierde un poco de consistencia pero en general el nivel es más que bueno.
La adaptación de la novela es un tanto libre, como en todas las versiones, con algunos cambios respecto a las otras. Las dos mujeres principales, Lucy y Mina, aquí intercambian papeles, extrañamente. Luego hay algún parentesco que queda un poco forzado pero no le veo mayor importancia.
Digamos que en concepto y forma queda a medio camino entre el Drácula de Fisher y el de Coppola. Contiene elementos de ambas, como si fuera un paso intermedio entre una y otra.
Frank Langella es un muy buen Drácula, más que convincente, lo mismo que Laurence Olivier como Van Helsing, aunque en este caso hubiera sido preferible que no fuera tan mayor, como ocurre en las otras versiones. Y Kate Nelligan también está magnífica en su papel, una lástima que esta mujer hiciera poca cosa más.
En cuanto a John Badham, parece que nadie se acuerda ya de él pero dirigió algunas películas de sonado éxito en su momento como Fiebre del Sábado Noche, Juegos de Guerra y Cortocircuito.
En definitiva, una versión de Drácula que puede mirar a otras con la cabeza bien alta.