He leído
Batman Tierra Uno Vol. 2.
Hace algún tiempo...Después de aquella lectura, no tengo muy claro por qué le he dado una oportunidad al segundo tomo. Quizá porque mi vena completista para con el personaje me puede y no he podido evitarlo. Como la primera entrega, me deja sentimientos encontrados. Tengo que reconocer que ha sido una lectura muy entretenida, quizás mucho más que el primer volumen, posiblemente porque deja atrás el lastre de tener que contar una vez más el origen. No obstante, seguimos con el gran problema de las caracterizaciones. El personaje de Alfred está totalmente desvirtuado. Al final acabas cogiéndole cariño y tal, pero este no es Alfred ni de coña. Por otro lado, esa ineptitud de Batman con las técnicas forenses o su carencia en una de las características más importantes del personaje me parece enervante. Que sí, que a partir de este tomo muestra interés por aprender, pero es que llegaremos al tercer volumen y aún seguiremos con la evolución de sus inicios. Esto va excesivamente lento y a mí no me termina de convencer en absoluto quizá precisamente por ese detalle del alargamiento de ciertas situaciones.
En este volumen tenemos nuevas versiones de Killer Croc, que es de todo menos Killer. Desde luego no se puede negar que presenta una historia muy humana y dramática, pero su escena inicial es un poco chanante. Pero lo que menos me ha gustado es ver quién será el futuro Dos Caras,
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Aunque puedo llegar a admitir que está muy conseguido el realismo del cómic, como si se quisiese representar a un Batman más encuadrado a la realidad que todos conocemos, algunos giros que realiza Johns me parecen ridículos y me chirrían demasiado. Si esto te lo lees pensando que estamos ante un personaje de nuevo cuño, no estaría nada mal, pero dices que es Batman, pero yo no consigo reconocer al personaje en estas historias, y mucho menos a aquellos que lo rodean. Es una combinación extraña entre lo que hemos podido ver en los últimos años en la gran pantalla y una parte desgajada de la esencia del icono, dando como resultado una auténtica abominación que dista mucho de ser el Batman que conocemos y que con el tiempo hemos llegado a seguir sus aventuras con cierta pasión. Obviamente, estos cómics están dirigidos a un público que soy yo, lo cual no me parece mal, pero debería haberlo tenido claro desde el principio. Eso sí, me ha gustado mucho esta versión de Acertijo, mucho más psicópata y criminal, así como más imprevisible. No todo podía ser malo, supongo...
Para mí, lo mejor es el apartado gráfico con un Gary Frank en su línea de trabajo habitual. reconozco que tengo cierta debilidad por su estilo, no lo puedo evitar, pero es una pena que ese trazo acabe destinado a un proyecto que a mí no termina de convencerme, quizá por mi bagaje con el personaje. Espero no volver a recaer, aunque nunca se sabe con un batadicto como yo.