He leído
Grandes autores de Batman: Doug Moench y Kelley Jones: La conexión Deadman.
Retomo la lectura de esta etapa tras mi
anterior comentario.
Seguimos con la recuperación de la etapa de ambos autores al frente de la cabecera Batman, que a mí particularmente me está gustando mucho. Creo que Moench capta muy bien la esencia del personaje, destacando especialmente su faceta de detective, así como explota con inteligencia las cualidades y las particularidades del estilo de Jones, abogando por temas sobrenaturales, la atmósfera de terror y cierta influencia del pulp y el noir. Una peculiar combinación de elementos que nos dejan historias bastante entretenidas, incluso el planteamiento de ciertos conceptos bastante interesantes. Quizá no es una etapa algo anormal dentro de la trayectoria del Cruzado de la Capa, pero es sumamente entretenida y aporta una nueva perspectiva al icono del Universo DC.
Comenzamos el tomo con un número autoconclusivo centrado en el villano Mr. Frío, que saca a la palestra un tema tan controvertido como la criogenización, aunque bajo la premisa de un acto fraudulento. Me parece muy interesante como Moench utiliza temas con un trasfondo real para construir sus argumentos, utilizando como herramientas algunos de los grandes antagonistas de la nutrida e interesante galería de villanos de Batman. También cabría destacar el inteligente uso de los diálogos, aludiendo casi de manera constante a las bajas temperaturas, el símbolo principal del villano de la historia.
Continuamos con el esquema habitual de arcos de dos números americanos, en esta ocasión recuperando a un viejo conocido: Dos Caras. Moench utiliza como
leit motiv la venganza de Dent, en cuyo estado de desequilibrio mental intenta dar castigo a una serie de delincuentes sobre los que no pudo hacer nada en su época de fiscal del distrito por falta de pruebas. La trama combina muy bien la locura de Dent con elementos propios de las típicas ferias de "prodigios", utilizando como escenario uno de estos espectáculos itinerantes que con el paso de los años han perdido la fuerza comercial de antaño. Sin duda, otro de los signos propios de esta etapa, tan proclive a aunar conceptos del pasado con el presente del momento en el que se publicaros estas historias. Y es que no se puede negar que a pesar de la imagen moderna y arriesgada por la que apuesta Jones, este puñado de tebeos no deja de tener cierto tono clásico.
A continuación tenemos el plato fuerte del recopilatorio, con una saga que se prolonga durante tres números americanos para narrar el arco argumental que da título al tomo. Se trata de un
team-up entre Batman y Deadman en el que Moench aprovecha para lanzar ideas sobre la reencarnación y los estudios científicos acerca de la vida más allá de la muerte. Como viene siendo habitual, en este caso, Batman deberá investigar una serie de crímenes relacionados con unas reliquias incas, lo que le llevará a un escenario rodeado de cierta aura de misterio como es Machu Picchu, en Perú. Bajo un trasfondo propio del género negro como las bandas de criminales, el guionista nos introduce en una historia que aúna elementos tan dispares como la duda existencial y los misterios que rodean a la cultura precolombina. Momias fantasmas y shamanismo conviven con ladrones de tesoros y la búsqueda incansable de la justicia por parte del protagonismo en un relato muy entretenido e interesante., donde incluso me ha parecido ver cierta dosis de humor negro. Por otro lado, la combinación de estos personajes del Universo DC no es tan rara como podría parecer a priori, y ya se dio en más ocasiones a lo largo del pasado, como por ejemplo durante la etapa de Neal Adams, posiblemente tener ambos el mismo radio de acción: la ciudad de Gotham. No obstante, no deja de ser interesante ver en acción a un héroe basado en la ciencia y el raciocinio con otro anclado a lo sobrenatural y la magia.
Finalmente, tenemos un episodio que homenaje descaradamente un relato de Edgar Alan Poe, "Los crímenes de la calle Morgue", algo que sospechaba a medida que avanzaba la lectura, pero que el propio autor deja fuera de dudas al hacer mención a uno de los trabajos del escritor más alejados de la temática habitual: el terror. Aunque no deja de ser un poco terrorífico, género que ambos autores también explotan a lo largo de la historia. Destacar también el método narrativo empleado, con capítulos de corta duración, tan propio del pulp y del estilo literario en el que se movía Poe y sus contemporáneos. Una vez más, esa influencia con grandes reminiscencias del pasado y que me sirve para afianzar más esa sensación de tono clásico que me transmite la etapa de ambos autores en la colección. Como curiosidad, mencionar que vemos que el ventanal de la morgue de Gotham presenta ciertas similitudes con el del Santa Sanctórum de cierto Hechicero Supremo afincado en el Greenwich Village, así como la inclusión de ciertos elementos científicos que me han recordado un poco a "La isla del Dr. Moreau". Es como si Moench hubiese querido utilizado ambas obras como fuentes para dar forma a su historia. Por si fuese poco, vuelve a sacar el tema de las proyectos de investigación secretos y deja una reflexión sobre un tema que prácticamente nos conecta con el concepto que dio vida a Frankenstein y que se centra en si realmente alguien es un monstruo por su aspecto exterior o por su interior. Desde luego, una historia muy completa con cierta carga de profundidad y que diría que en cierta forma tiene el sello característico de Moench, el cual parecía haberse diluido entre el arte de Jones. Y es que aunque la sensación de argumentos para lucimiento del artista se ha ido perdiendo a medida que leía este tomo, no se puede dejar de reconocer que el escritor elige muy bien los temas y la ambientación que reciben por parte del artista se adecua bastante bien a ellos, dando como resultado un trabajo bastante sólido y que dificilmente sería igual sin alguna de las partes implicadas. Sinceramente, no pensaba que fuera a disfrutar tanto de esta etapa como lo estoy haciendo.
Por último, comentar que en esta ocasión la recopilación deja fuera dos números de la serie Batman. El primero es el 529, un número ligado al crossover de la franquicia Contagio, que fuer recuperado por Planeta en su coleccionable dedicado a Ra's Al Ghul. Yo la leí hace mucho tiempo y no la tengo fresca, pero supongo que leída de manera aislada no tendrá mucho sentido, por lo que no sería una mala decisión. Con el 526 ya no estoy tan seguro, aunque no lo he leído, ya que está escrito por Moench y dibujado por John Williams III, y parece centrado en la figura de Alfred, el cual como se ha podido ver ha regresado a la mansión a lo largo de esta etapa tras los sucesos ocurridos en el periodo posterior a "La caída del murciélago". Planeta no lo recuperó en ninguna de sus publicaciones, supongo que Norma sí lo haría, pero creo que podría haber estado interesante su inclusión en este tomo, a pesar de la ausencia de Jones.