He leído
Batman y Robin Nº 8.
Retomo la lectura de la colección tras
anterior comentario.
Más allá del tiempo transcurrido entre la lectura del anterior tomo y este, algo que puede haber afectado un poco, esta entrega de la colección me ha dejado sentimientos encontrados. Como suele ser habitual, Tomasi crea un guion entretenido, con un buen desarrollo de los personajes y ese tono, en cierta forma, clásico , que recuerda a una manera de hacer tebeos que hoy día ya no se estila demasiado. El principal problema es que debido a "exigencias", por llamarlo de alguna manera, del Nuevo Universo DC, el escritor decide ahondar en el personaje de Dos Caras, trastocando buena parte de su origen para incluir a un nuevo personaje: Erin McKillen; que además es una vieja conocida de Bruce Wayne. Y este tipo de prácticas, aunque estén más o menos bien hechas como en este caso, comienzan a cansarme y me parecen totalmente innecesarias. Mientras por un lado tenemos un grupo de mafiosos que quiere acabar con la vida de Harvey, creando un precedente para acabar con los "monstruos" que campan a su anchas por Gotham, por el otro tenemos a Batman que intenta protegerlo de ellos, así como de la propia Erin,
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Un planteamiento interesante, o al menos a mí me lo parece, el cual presenta una trama más o menos esperable en un escenario como Gotham y unos protagonistas como estos. El problema empieza cuando tenemos una serie de
flashbacks que revisan el origen del personaje,
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Y después tenemos esa revelación fortuita, en la que
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
No digo que no pueda ser algo lógico, pero narrado así, sin una mayor repercusión posterior, no me acaba de convencer, al igual que otros aspectos de la historia que retocan demasiado la figura de Dos Caras. Y todo para introducir a Erin, que al final tampoco tiene demasiado desarrollo que digamos.
Es una pena, porque la serie hasta el momento me estaba gustando mucho y me parecía muy disfrutable, pero entre este tipo de cuestiones y que tras lo de Damian no le veo muco sentido, quizá debería haberse cancelado hace algún tiempo. Habrá que ver si en las siguientes entregas las cosas vuelven a su cauce.
Para finalizar, tras los dos números que cierran el arco argumental centrado en el nuevo origen de Dos caras, tenemos le segundo anual de la serie, que sería un sentido homenaje a Damian Wayne, para el que Tomasi decide utilizar a Dick Grayson como vehículo de su propia experiencia como Robin durante su primera semana junto a Batman. Una historia que causó cierto impacto en Damian cuando se la contó, siendo uno de los detonantes de esa buena relación que ambos llegaron a disfrutar. Una vez más, tenemos los elementos propios de las buenas historias de Tomasi, pero también tenemos una pequeña revisión de algunos elementos de los inicios del primer Robin, quizá solo para adecuarlo a la etapa actual, pero hay que tener en cuenta que también se incluye a Colmillo, un villano que no sé si ha aparecido antes. Más allá de estos detalles, aunque sean importantes para mí, hay que reconocer que Tomasi sabre profundizar en los personajes y utilizar las emociones para narrar la dificil relación de aquel joven Dick como el nuevo pupilo de Batman. Esto unido a ese momento compartido por la familia en memoria de alguien que llegó a ganarse sus corazones son los puntos más destacables de un anual que, como la línea argumental anterior, adolece principalmente de retocar todo aquello que no necesitaba ser retocado. La continuidad, esa gran incomprendida...