Tío, pasáis de esta serie lo más grande ya, ¿no?
A mi mujer le ha pasado; la pillaba para ella, y ha desconectado en los últimos 10 números, ahí los tiene, muertos de risa. Pero yo aquí sigo.
Y eso, que ha terminado, y ayer me leí del tirón los números 28, 29 y 30.
Un trío que gana leído de seguido, espoleta final de corrido en la que las acciones se precipitan y dan un final, creo, bastante decente a la serie. El 30, sin ir más lejos, me parece el mejor número de toda la serie junto al primero
Todos los personajes tienen su momento, y la acción de las cuatro amigas transcurre al mismo tiempo, con una narración partida en cuatro.
Por lo demás, pues bueno, quizás no hacían falta tantas alforjas, pero no ha estado mal. Aunque nos hemos perdido a mitad de camino, he disfrutado del viaje, y estas cuatro repartidoras ocuparán un lugar especial en mi biblioteca y otro en mi memoria.
¡Viva el Sindicato de Repartidoras!