He leído Las Tortugas Ninja La serie original Vol. 1.
Como les ha pasado a algunos compañeros, he disfrutado mucho con la lectura de este tomo, en el que me he podido acercar al verdadero origen de unos personajes que siempre me han gustado mucho. Admito que no sabía gran cosa de sus cómics, y me ha sorprendido bastante que originalmente fueran aventuras en blanco y negro. También me ha llamado la atención que tuviese unos inicios propios de un fanzine, con 7 números y un especial en tres años, en lugar de una serie regular al uso. No obstante, la fuerza del concepto y el carisma de los personajes se ganó a los lectores rápidamente. Y lo más curioso de todo es que en menos de 10 años daban el salto a otros medios como el cine y la animación, lo que dispararía el éxito de los personajes en un periodo muy corto. De todo esto no tenía ni la menor idea, y me ha sorprendido mucho, la verdad. Quién iba a decir que a pesar de ser tan conocidos en los años noventa, apenas tenían una década de existencia.
A pesar de que me ha gustado mucho, debo indicar que como punto negativo está el dibujo, aunque no la narrativa. Gracias a los comentarios de los autores que acompañan cada historia, uno de esos extras que son bastante interesantes, podemos conocer la pasión de Kevin Eastman por Kirby, algo que se aprecia mucho en su narrativa, por ejemplo. De hecho, es posiblemente por ello por lo que se aprecia un tono muy clásico, pero bastante efectivo y que ha aguantado muy bien el paso del tiempo. No obstante, se ve que los artistas van justos de anatomía y sobre todo en los primeros capítulos los protagonistas no están muy bien definidos. También es cierto que tienen un estilo algo feista y muy poco pulido. Con todo, a medida que van pasando los números van mostrando una evolución muy positiva, algo que se aprecia bastante en el último número del recopilatorio. Si bien es cierto que todavía deberán mejorar un poco más, como en la figura de Splinter, hay una mejoría palpable, y destaca especialmente su narrativa, capaz de transmitir tensión, o la coreografía de las peleas, que le dan un ritmo trepidante a las tramas. Tengo mucha curiosidad de ver como evoluciona la serie en el apartado gráfico en el siguiente volumen.
El punto fuerte, sin duda, son las historias. A lo largo de todos estos números veremos el origen de los personajes y su posterior desarrollo, algo que en la adaptación a otros medios han calcado de estas páginas, como el primer encuentro de April con las Tortugas, por ejemplo, o la presentación de Casey Jones en una historia junto a Raphael. Se nota que los autores son muy aficionados al culebrón Marvel, porque parten de una premisa sencilla y eficaz capaz de hacernos disfrutar de una aventura sin muchas pretensiones, pero con mucho divertimento, para después ir construyendo tramas más elaboradas que acaban convirtiéndose en sagas de varios números, en las que nuestros protagonistas no solo descubren nuevos aspectos sobre sus orígenes, sino que van al espacio exterior y se enfrentan a los Triceratones. Un auténtico malabarismo argumental que puede llegar a parecernos una locura, pero que Eastman y Peter Laird consiguen que no solo sea creíble ne este mundo de ficción que está naciendo, sino que también sea tremendamente divertido.
Por último, y no menos importante, me gustaría destacar como se van desarrollando los personajes, de manera que cada uno de los protagonistas tiene una personalidad muy marcada, algo que también se reflejó muy bien en su traslación a otros medios. Yo recuerdo muy bien la primera película de acción real y la verdad es que tras leer el cómic hay que decir que el filme bebe mucho de los cómics y conserva bastante de su esencia original. Ocurre algo muy similar con la serie de animación de los años dos mil, sobre todo en lo referente al viaje al espacio. Aunque sí me ha chocado que April no sea reportera, que es como se la ha retratado en todas las adaptaciones a otros medios. La cuestión es que poco a poco se van desarrollando personalidades muy marcadas, lo que nos permite enriquecer la interacción entre los personajes, unido a unas aventuras sumamente divertidas se convierte en un cómic fabuloso para pasarlo bien. Yo, por lo menos, lo he pasado fenomenal, y me he quedado con muchas ganas de ver como continúan las aventuras de las Tortugas Ninja clásicas. ¡¡¡Cobabunga!!!