Proyecto Exterminio.
Sí, le he dado un pequeño repaso a los Obras Maestras que tengo por ahí.
Bueno, claramente es un Woody Allen menor (que suelen decir) en la filmografía de Claremont, pero aunque nunca me ha gustado este último gran crossover, diría que me gusta menos cada año. De hecho, diría que es posible que sea en su mayor parte porque de Claremont tiene más bien poco, además de que el yayo tuviera ya pie y medio fuera de la colección, pero lo cierto es que hay más.
El tema está en que la narración y el dibujo son una desgracia. Que Liefeld fuera capaz de engañar a nadie es cuanto menos curioso (al menos las splash page tienen su aquel, como el que contempla algo que no debería mirar fascinado por lo obsceno de la figura), pero lo cierto es que Bogdanove tampoco ayuda en nada. Destaca el siempre atractivo Lee, que deja el sello en su etapa, y que seguiría aún mejorando, pero es que estamos ante números que, de haber pertenecido a otra colección y otro tiempo, rozarían lo anodino. Prefiero con diferencia distintos tramos de las etapas de Niceza y Lobdell, sin ir más lejos, que mejorarían lo aquí visto en distintos momentos.
Pero más allá de la suma de sus partes, con un yayo ya cansado, que llevaba un tiempo dando muestras de agotamiento, y que aún así remontaría con los últimos coletazos antes de Bishop, o la bastante solvente Rubicón, Proyecto Exterminio supone una caída de nivel bastante acusada en una colección que hasta entonces no había dado ningún paso en falso. Tampoco es que quiera echarle la culpa a Louise Simonson, ojo. Pero hay algo desafinado durante toda la partitura que no te deja disfrutar de la saga.
Atrás quedaban su Masacre Mutante, su Caída de los mutantes, sus Cosechadores, la etapa australiana de la Patrulla-X, Silvestri (quizás la última gran etapa sin taras), su Inferno, o etapas que ya entonces empezaban a oler a clásico antiguo, como la de Romita Jr. o Paul Smith.
De cualquier forma, la trama es tan poca cosa, los diálogos e interacciones están tan poco cuidados, que ni lo de Warlock, ni lo de Kaos, ni muchas otras cosas tienen una gran repercusión en los personajes ni en el lector. Como digo es curioso, comparándolo con números inmediatamente anteriores (los del debut de Gambito) y con otros posteriores (los trajes azul y oro).
A todo eso, sumamos que a mí Cameron Hodge, bah, no me parece un gran villano como para aguantar él solo una saga de 9 números, y con eso ya lo tenemos todo.
En fin, no es 90 todo lo que reluce.
Quitando algunas partes de X-Men, este sería para mí uno de los momentos más bajos de la colección en toda su década.
De hecho prefiero cualquier otro crossover (Inferno, La Caída, La Masacre, La Era, La Canción del verdugo) de la colección antes de que dejara de ser canónica (marcha de Alan Davis). Me parece que hasta me quedo con Toleracia Zero, oye

Ahí anda.
Bueno, no todo envejece bien, y de estos trapos ya se puede ir deshaciendo uno.
