He leído El Coleccionable La Espada Salvaje de Conan Nº 21.
Con este tomo llegamos a un punto importante dentro de la colección original, ya que Roy Thomas cede el testigo al que se convertirá en el guionista principal de la revista durante un buen tiempo, encargándose de las aventuras del cimmerio: Michael Fleisher. Este escritor, conocido principalmente por su trabajo en DC con el pistolero Jonah Hex o el Espectro, llegaría a Marvel a mediados de los setenta, donde también realizaría guiones para personajes como Daredevil, el Hombre-Cosa o Spiderwoman, por poner algunos ejemplos. Tengo que reconocer que en un principio no he mirado los créditos cuando leía las historias, pero algo en la prosa que me decía que este no era Thomas. Y, efectivamente, no lo era. A mí, personalmente, la primera impresión es la de que Fleisher utiliza un lenguaje más literario que Thomas, que por mucho que mimetizara el estilo de Howard, parece que no era algo que fuese natural en él, a tenor de otros trabajos en el medio. Esto no quiere decir que lo haga mal, en absoluto, pero el Thomas que vemos en las series de Conan sufre una transformación, totalmente necesaria, por lo que ahora podemos ver el contraste con otros autores. A lo largo de las tres historias de este volumen podemos ver que Fleisher lo hace bastante bien en el aspecto literario. Además, sus historias beben de la esencia de la creación del escritor tejano, impregnándose de todo lo que durante años hemos reconocido como la edad Hyboria. No recuerdo si he leído antes al autor en este género, pero mis primeras impresiones son bastante satisfactorias, aunque ahora matizaré un poco al respecto.
"El Demonio Brujo de Zingara" supone el debut de Fleisher junto al maestro John Buscema en estado puro; entintándose a sí mismo, que era cuando más le gustaba el resultado final de su trabajo. A pesar de que durante la estancia de este escritor no se suele adaptar ningún relato u obra de otros medios, en esta ocasión recurre a la cronología marvelita del personaje, situando la historia entre los números 108 y 109 de Conan the Barbarian, cuando el bárbaro alquila su espada para el ejército de Phehemenes, un monarca dispuesto a unificar Zingara bajo un solo rey. la historia está francamente bien, ya que vemos como el joven bárbaro, o puede que ya no tan joven, se ve arrastrado por las intrigas de una reina que lo ve como un obstáculo para sus pretensiones. pero es que lo realmente interesante es como lo condensa todo el guionista para que las historias de la colección mantengan la extensión cercana alas 50 páginas. Hasta el momento, hay que decir que Fleisher ha salido airoso del desafío, pero habrá que ver cuanto es capaz de aguantar sin que sus relatos se resientan. A lo largo de las páginas, se tejen muy bien tramas que lleva a Conan a sufrir intrigas, iniciar una misión para el rey contra un hechicero, o verse atacado por unos necrófagos, para regresar y salvar a la chica con la que está. Una serie de aventuras que darían para varios números seguidos en cualquier comic-book tradicional, convirtiéndose posteriormente en una saga recopilatorio. Pero las exigencias del momento provocan que esto sea así prácticamente en cada entrega de la revista. Sinceramente, me cuesta catalogar cual me gusta más y cual menos, creo que están todas a un nivel muy similar, pero esta en concreto me gusta bastante. Es curioso, porque todo el mundo tiende a despreciar todo lo que vino tras la marcha de Thomas, pero leyendo el contenido de este tomo, creo que cualquier aficionado al género o seguidor del personaje debe darle al menos una oportunidad. Quizá esté un peldaño por debajo, pero de momento siguen siendo buenas historias y una lectura muy disfrutable.
Continuamos con "El templo del Tigre", una de las pocas historias del autor que entraría en la denominada cronología oficial del personaje, avalada por el propio Howard. Bueno, por él exactamente no, por los estudiosos de la Era Hyboria: P. Schuyler Miller y John D. Clark; que juntos se convirtieron en biógrafos de Conan, con el beneplácito del escritor tejano, por lo que con el paso de los años, junto al albacea literario de Howard, Glenn Lord, se convierten en unas eminencias de este universo de ficción, por lo que la incorporación de cualquier relato a esa cronología no es algo desestimable a la ligera. La historia nos sitúa entre dos relatos del propio Howard, tras los hechos ocurridos en "Shadows in the Moonlight", adaptado en el cuarto número de la revista, y antes de "A Witch Shall Be Born", que fue adaptado en el quinto número de la serie. Si recordamos anteriores comentarios, vemos que sobre "Nacerá una bruja" hubo varias ampliaciones y secuelas, poniendo de manifiesto la importancia del relato, cuya escena de la portada sería incluso llevada al cine en la década de los ochenta. Por otro lado, regresamos al Conan pirata, una de mis etapas preferidas. Hay que decir que en esta continuación se ha obviado a Olivia, la joven que iba en el barco, y que estaba con el capitán anterior, al que se hace referencia al inicio del cómic. Posiblemente se elimina para que el punto de arranque tenga algo de significado, pero me extraña que nadie se haya percatado de ello.
La historia utiliza un elemento conocido de sobras en el género como la tribu de amazonas que tienen un odio irracional a los hombres. Después, obviamente, tiene algunos matices, además de introducir otros elementos como un Dios-Bestia, o una maldición de una diosa. de nuevo se nota como los argumentos se retuercen hasta lo imposible por prolongar las historias hasta la extensión deseada. De momento está hecho con mucho oficio, ofreciendo un nivel de divertimento importante en líneas generales, pero insisto en que un pequeño análisis transmite que se mantiene en un fino hilo entre lo entretenido y lo superfluamente alargado. En el apartado gráfico se mantiene John Buscema, que se mantendría en la colección durante prácticamente toda la etapa de Fleisher. En esta ocasión, entintado por Ernie Chan, por lo que el resultado es un trabajo muy sólido, al que ya nos tenían acostumbrados en publicaciones del cimmerio.
Finalmente, se incluye "Foso de Sangre", una historia ubicada en la etapa del cimmerio como caudillo de los zuagíres, aunque al final acaba solo, ayudando a los beduinos contra un sultán lascivo y avaro. Me llama la atención que Conan, a pesar de ser el líder de los zuagíres, sea desacreditado con tanta rapidez. Y más aún que él los abandone cuando están decididos a seguir el plan de un recién llegado en el que confían ciegamente. En otras ocasiones, se ha impuesto ante cualquier signo de insubordinación con sangre y acero. No obstante, parece que Fleisher opta por algo ligeramente diferente, como si estuviesen en algún tipo de democracia. Bajo mi punto de vista es un detalle sin demasiada importancia, pero suaviza la rudeza de un mundo como la Era Hyboria, y más aún la actitud del cimmerio, que si bien suele ser alguien inteligente, sabe que en esta tierra inhóspita solo su gran fuerza le otorga el respeto de sus hombres, que en muchos casos lo temen y en otros lo veneran. Más allá de eso, el relato está bastante bien, volviendo a introducir elementos propios del género con bastante solvencia. Como decía antes, con una calidad muy similar a las anteriores. En ese aspecto, creo que resulta un tomo muy redondo.
En el apartado gráfico se repite el equipo creativo, pero se ve que Chan tendría mucho trabajo que le ayudan Tom Palmer y Bob Mcleod. El resultado es increíblemente notorio, ya que se aprecia perfectamente cuando no está Chan en las tintas,. No es en absoluto un resultado malo, pero si que se crea cierto contraste entre la mayor parte de las páginas del relato y las otras. Lo que creo que está meridianamente claro es que mientras tengamos la presencia de Buscema, hay unos niveles de calidad garantizados. Y, hasta el momento, diría que esa premisa se está manteniendo, a ver cuanto dura...