Dejando aparte que tampoco defiendo el hecho de que para contarme una historia sean necesarias tres series de cuarenta números cada una, estoy en todo mi derecho de estar hasta las narices de series vengadoras alternativas, exactamente igual que estoy hasta las narices de series mutantes alternativas desde hace veinte años, agudizado en los últimos diez. Pertenezcan o no a Secret Wars. Aquí ya llueve sobre mojado.
Y post-Secret Wars está por ver el número de series vengadoras que me van a querer colar, con la excusa que sea.
Pero ni machismo ni miedo al cambio ni cosas de esas.
Es Marvel, que me tiene loco y cansado de cómo maltrata sus franquicias.
Y luego el material se sostendrá por sí mismo o no, pero de base me toca las narices.