Incluso creo recordar que le habían autorizado a ofrecer una cantidad de dinero por la licencia que le parecía muy baja, pero que para su sorpresa dio llegado a un acuerdo con el propietario de los derechos.
Thomas tuvo que pelear duramente con los sucesores de Howard, que eran los que tenían los derechos en aquella época. Los aficionados le estaremos agradecidos eternamente.
Hasta acabo de acordarme que parte de su asignación por hacer la serie la escamoteó para poder llegar a las pretensiones de los dueños de los derechos. Aunque creo recordar que decía que no es que fueran altas, sino que Marvel le había dado muy poco dinero para hacer la serie.
Lo de los “herederos de Howard” a mí siempre me ha hecho mucha gracia
En aquella época, en la que en efecto Thomas tuvo que poner dinero de su bolsillo (en realidad, como bien dices, cobrar menos de lo que le correspondía por su trabajo como editor y guionista a fin de abaratar costes y no salirse de la mierda de presupuesto que tenía, con lo que al final era él mismo quien estaba financiando a Goodman y a Marvel con su propio trabajo para que la editorial pudiera publicar a Conan), los herederos de Howard eran la familia Kuykendall, representada en aquellos años por el hoy fallecido Glenn Lord, el agente y albacea literario de la obra de Howard.
Lo cachondo era que los Kuykendall no eran parientes ni absolutamente nada de Robert E. Howard, sino que en realidad eran los herederos del doctor Kuykendall, es decir, el médico que atendió durante sus últimos meses de vida al padre de Robert E. Howard, que sí que era su verdadero heredero. Como el pobre hombre no tenía ni dónde caerse muerto, el buen doctor Kuykendall le acogió en su casa y le atendió hasta su fallecimiento, pagándole el padre de Howard por ese acogimiento con lo único que tenía: los derechos de las obras y creaciones de su hijo.
Y aún más cachondo fue que cuando el buen doctor Kuykendall falleció, la que se hizo de oro fue su hija, como heredera suya, al recibir los derechos sobre la obra de Howard dentro de la herencia de su padre, que falleció justo en el puñetero momento en que la mina empezaba a dar oro, de modo que a quien le tocó recoger la montaña de dólares que empezó a caer del cielo (nunca mejor dicho), fue a su hija. Esos eran los "herederos de Howard" (representados por Glenn Lord) con los que se tuvo que batir el cobre Roy Thomas para que Marvel llegase a publicar Conan.
Hoy tras los pleitos con Stan Lee Media Inc (sí, en efecto, los mismos que si no me equivoco a día de hoy siguen pleiteando contra su fundador Stan Lee y la propia Marvel por los derechos sobre Spiderman, 4F, Vengadores, X-Men, etc, etc), los actuales “herederos de Howard” son Paradox Entertainment, que compraron su mina de oro a los Kuykendall a través de otra compañía, la Conan Sales Co.
Ya sé que todo esto no viene mucho a cuento en este hilo, pero es que cada vez que leo cualquier cosa sobre lo de los “sucesores” o “herederos” de Howard, me da una especie de ataque de risa, y no puedo evitar que se me vengan a la cabeza esas conocidas aves rapaces del orden de los falconiformes que tienen como dieta fundamental los cadáveres que se encuentran en su camino.
Y perdón por salirme del tema. Ya me lo pongo yo solito.