"Estoy cansado del lector medio de cómic de superhéroes. Estoy cansado porque no parece que le gusten los cómics, ya que en verdad se dedica a repasar y ensalzar historias que disfrutó en su infancia, cuando más receptivo estaba a todo, que casi siempre suele encajar en las décadas de los 70 y 80, admitiendo sus tópicos y clichés y sorprendiéndose con la dichosa revolución que abanderaron Miller y Moore, intocables e inalcanzables.
Estoy cansado porque no importa cuánto cuestiones las grandes etapas y obras maestras incontestables. No importa porque cuando argumentas que una etapa más moderna u alguna obra actual te parece mejor que las anteriores siempre se saca a colación el objetivismo y la crítica especializada. Pero cuando intentas argumentar que algo no es tan perfecto, que pese a sus enormes virtudes esconde ciertas coletillas, clichés y detalles chungos enseguida se salta con "era aquella época", el comodín perfecto. La experiencia única de "hay que entender las cosas en su contexto, no sabes lo que sorprendía esto a los chavales de aquella época, acostumbrados a otra cosa". Y con eso, no hay objetividad que valga, es un hecho. No puedes responder.
Mi pregunta es, ¿por qué esto pasa tan a menudo con los cómics?
Con el cine y las series pasa, pero no es tan excesivo. Cuando alguien habla de una peli de Tarantino difícilmente se menciona el cine clásico como algo infinitamente superior. Se puede decir que la nueva saga del Planeta de los Simios es mejor que la clásica y argumentarlo sin que nadie se te salte al cuello. Se puede hablar de Piratas del Caribe sin que enseguida se mencione Indiana Jones como referente de aventuras superior. Menciono Spartacus y rara vez saldrá alguien diciendo que la película de Kubrick es indudablemente mejor. O si se inician esos debates, no hay un dogma establecido incontestable, ni te saltan con "son gustos, separa gustos de los hechos".
¿Por qué esa actitud? El arte puede ser objetivo cuando se habla de técnicas, pero a la hora de transmitir, expresar, intencionalidad... aporta un abanico tan amplio de cosas a tratar y argumentar que NO se puede, por mucho que se quiera, sacar conclusiones irrebatibles.
Sin embargo, ciertas etapas en el cómic de superhéroes siempre serán las mejores. Y cada vez que se mencione alguna que no sea de esa época, se deben mencionar sí o sí. Y si es posible, decirle al otro que es un lector novato que no sabe lo que es bueno.
No se habla de cómic, se habla de nostalgia."
Muy interesante.
Como no sé si tendré tiempo para involucrarme en el debate como la ocasión merece (y joder, vaya si lo merece), voy a intentar exponer todo lo que opino sobre el tema lo más sintetizado posible:
- En primer lugar, y focalizando en Marvel, decir que yo también creo que lo mejor de su producción se concentra en los 60, los 70 y los 80. Por imaginación. Porque aún no había dado tiempo a que los argumentos ya sonasen a vistos o directamente trillados. Porque generalmente la política editorial era la de crear los mejores cómics posibles y no la de vender la mayor cantidad de cómics posible aún sacrificando su calidad. Porque durante ese periodo aparecieron una serie de escritores audaces que se miraban en creadores de otros ámbitos en lugar de tomar como referencia cómics pasados de la propia Marvel. Porque se buscaba la etapa autoral con el universo cohesionado de fondo, en lugar de obligar a los autores a poner su obra al servicio del universo cohesionado.
- ¿Significa esto que todos los cómics de los 60, 70, y 80 eran mejores que los de ahora? Ni de flai. Había morrallita, como siempre. Y también habían tebeos cojonudos, por supuesto, creo que eso lo tenemos todos más que claro. Pero por los motivos que acabo de exponer, creo que era mucho más fácil sacar un Spiderman de Lee/Ditko/Romita por aquel entonces que ahora (creo que lo más parecido que hemos visto es Invencible, y aún siendo un tebeo excepcionalmente bueno, tiene un regustillo a leído que me da mucha pena, porque estamos hablando de un cómic que bien debería figurar entre los mejores de la Historia sin lugar a dudas).
- Dicho esto, y ahí es donde me parece que el autor del texto patina, por supuesto que hay que contextualizar. Afortunadamente, los que indaguemos un poco podemos ver cuales eran los éxitos del entretenimiento coetáneo en aquella época fundacional de Marvel. Si alguien piensa que se parecían a los de ahora, quizás debería pegar otro repaso, porque posiblemente no le haya dedicado suficiente tiempo.
Los cómics Marvel han tenido una progresión desde los primeros números, una pérdida de inocencia y simpleza, que no desentona tanto en comparación con otros medios como el cine o la música (¿acaso el cine era igual antes de la generación setentera de los Coppola, Scorsese, Spielberg o Bogdanovich? ¿acaso el rock era el mismo antes del incidente de Altamont en el 69?).
Para valorar (ojo, no para disfrutar o decidir si son buenas o no: para
valorar) los primeros números de Los 4F, Los Vengadores, Spiderman, La Patrulla-X y todos esos mamarrachos disfrazados hay que observar qué había antes de ellos, qué había al mismo tiempo en que se publicaban y hasta qué punto dejaron atrás a todos sus competidores.
- Ahora bien, nunca comulgaré con el "si es viejo es clásico y si es clásico tiene que ser bueno". No señor. A mí un tebeo de mierda no me va a parecer mejor por haber sido escrito en el año de maricastaña. Eso no significa que no disfrute de los primeros números de Los 4F, Los Vengadores, Spiderman o La Patrulla-X, pero eso es porque me gustan, ni más ni menos (como imagino que tendré que justificarlo, decir que les encuentro cierto encanto, me gusta ver cómo poco a poco van rompiendo con los cánones de la época y me fascina pensar que a estas alturas estoy disfrutando de un modo de entretenimiento que para niños que ahora son abuelos eran un pequeño tesoro e intento ponerme en su lugar, imaginarme sus reacciones al leer esas historias).
Pero eso es cosa mía, y no tiene que ver con la calidad intrínseca de esos tebeos.
- Y está la nostalgia. Claro que influye, cómo no. Cualquier cosa que yo haya disfrutado mucho de crío ahora me producirá cierto cariño. Eso no tiene que ver con la calidad o con su valor artístico, pero siempre encontraré argumentos para defenderlo, entre otras cosas porque si lo disfruté en su momento sería por algo. En el caso de Secret Wars (aún no he leído el artículo de Oskarosa, apunto, pero lo haré cuando tenga un buen rato, con calma) se puede argumentar pobreza argumental, tics del pasado o detalles de tebeo chungo, y me parece perfecto. Pero cómo yo lo leí de niño en su momento, sé cómo lo pudo ver un niño en su momento. Y ahí no hay mucho más que rascar.
Es muy fácil sacar a colación En Busca del Arca Perdida o Blade Runner, pero de crío yo disfruté también de Willow o Golpe en La Pequeña China, que son películas objetivamente flojas (y las disfuté más que Blade Runner, oye).
Esto no significa que Willow o Golpe en La Pequeña China sean buenas pelis, pero a mí me gustaron, sé por qué lo hicieron y esto me ayuda a comprender que quizás no son tan malas como puede parecer en un principio.
Con Secret Wars, lo mismo.
De niño, en su momento, fue la hostia en verso. De verdad.
- Con esto llegamos a los cómics modernos. A ver, en el Coffee Bean (perdón por la cuñita publicitaria) llevo escribiendo sobre lo que considero clásicos modernos de Marvel desde el principio. También de clásicos viejunos, claro. Ésto es porque considero que un clásico puede serlo con cincuenta años a la espalda o con diez. Y una etapa moderna puede ser la mejor de un personaje en toda su trayectoria, claro que sí (véase El Inmortal Puño de Hierro de Brubaker/Fraction/Aja, por ejemplo -lo siento, Mipey-).
Yo veo Civil War, veo su punto de partida, cómo se ha ido cocinando la situación a fuego lento, su ejecución, y llego a la misma conclusión que el autor del texto. ¿Esto es un tebeo malo? Por favor; entretenimiento puro y duro, bien planteado, bien llevado y con vocación de crear afición. Exactamente como los buenos tebeos que leía de crío.
Si alguien me dice, por ejemplo, que Los Vengadores Costa Oeste son objetivamente mejores que, por ejemplo, Los Nuevos Vengadores de Bendis (los pre-Asedio, coletilla que acompañará a mis apuntes sobre esa etapa para siempre), le tendré que decir que quizás está dejandose llevar por la nostalgia, o está mirando demasiado la fecha de publicación de cada uno de esos tebeos, o que directamente tiene un criterio muy raro a la hora de decidir qué es bueno y qué no.
- Y por último, una anécdota: hay un disco llamado Trout Mask Replica de un artista llamado Captain Beefheart (Morgan ya estará sonriendo, seguro); ese disco está considerado comunmente como una obra maestra, y en páginas especializadas los ususarios suelen otorgarle cinco estrellitas como el que ofrece caramelos. Pues bien, es muy raro encontrarse con argumentos medianamente convincentes o coherentes de por qué ese disco gusta. Eh, no de por qué es una obra maestra o un disco valioso, sino de por qué le gusta al tipo que ha puesto las cinco estrellitas.
Da que pensar.
Vamos, Essex, que estoy de acuerdo en parte y estoy en desacuerdo en parte.
¿Te vale como respuesta?