A mi me gusta el Spiderman de Stern como al que más, pero creo que los 4F de Byne son mejores tanto en guión como (especialmente) en el dibujo.
De hecho Byrne era una estrella por aquel entonces mientras que Romita Jr era más cumplidor que otra cosa.
Me encanta Byrne, y aunque aquí todavía conservaba su don antes de echarse a perder, y me vuelve loco en sus mejores trabajos, creo que en general me quedo, por atrevido y original, con JRJR.
Aunque ya entraríamos seguramente en gustos, porque si pensamos fríamente cual de los dos es mejor dibujante en su mejor momento...
¿Byrne en Uncanny o JRJR en Daredevil?
Bendita elección.
Stern hace un buen trabajo en Spiderman, pero no especialmente revolucionario o innovador. Más bien me parece un trabajo sólido más que otra cosa.
Como escritor puro y duro, quizás Stern fuera algo mejor que Byrne que era más bien un narrador. De todas maneras si alguien me hubiera dicho que su etapa conjunta en el Capitán América es de Byrne en solitario me lo hubiera creído.
Atento, que Byrne tampoco hace lo que resalto en negrita ni mucho menos en 4F.
Esto es un cómic de masas, de entretenimiento puro, muy continuista en su enfoque. En la narración no innova un ápice, y más allá del empuje que le da a la Mujer Invisible (que tampoco me parece el no va más y a años luz de verdaderas inovaciones femeninas, como las de Claremont), en lo demás, sigue mucho los esquemas de Lee. El grupo no ha cambiado en estos 50 años. Los conceptos eran sólidos.
Stern me parece mejor narrador, más inteligente, menos tramposo en las resoluciones (aburrido de las elipsis de Byrne a final de historia con epílogo que despacha la trama en dos viñetas explicativas), mejor dialoguista, más versado en la gran historia río, y con conclusiones y consecuencias mejor hilvanadas y más potentes. En caracterizaciones los pongo a los dos a la par.
Aunque todos sabemos cual es la gran losa de Stern; salir cómo salió de la serie.
Si esa etapa hubiera tenido un final, a día de hoy estaríamos hablando de un cómic mucho mejor valorado incluso.
Byrne, por cierto, no hizo nada semejante, ni puede adjudicarse el mérito en los 4F de presentar un villano del calado de El Duende.
Stern hizo lo que luego repitió JMS con Morlun; presentar un villano nuevo de interés después de años sin que hubiera nada destacable.
Las aportaciones de Byrne a la serie son mucho más planas en cuanto a conceptos.
No es una comparación vana la de las dos etapas, la verdad, teniendo en cuenta lo mucho que comparten a todos los niveles.