El Capi de Englehart es de los 70, más o menos contemporáneo a sus Vengadores y está entre las 3 mejores etapas del cabeza alada, si no es la mejor... y la etapa precedente con Lee, Conway, Kirby, Colan, Steranko y demás tampoco creo que sean más flojas que esos primeros Vengadores.
Edito, veo que se me han adelantado en mi valoración.
Con Thomas aparecen La Visión, Ultrón, dos iconos fundamentales de la historia de la colección, retornan los viejos tótems como son Iron Man y Thor al grupo y con todo ello la serie se afianza y comienza a ser palpable ese prestigio y ese miticismo en el grupo, se desarrollan personajes como Hank Pym, Ojo de Halcón, Mercurio y la Bruja Escarlata que no tenían colección propia, empieza la cantinela del honor y la responsabilidad de ser un Vengador, la camaradería, un tono grandilocuente que aún se siente en las colecciones modernas.
La Guerra Kree-Skrull puede ser "durilla" de digerir para los que no soporten la particular prosa de Thomas, pero cumple perfectamente con su cometido: establecer a Los Vengadores como el pilar central del Universo Marvel, esa presencia permanente, donde sucede "lo gordo" (desplazando a FF en esto), ese grupo heterógeneo donde tiene cabida lo cósmico, lo mitológico y lo urbano; si bien esto no es relevante en el plano editorial/ventas/reconocimiento crítico, donde Spidey sigue siendo la estrella, si en lo que es el mundo que reflejan las historias. Esta aventura recoge y sintetiza hallazgos y elementos presentes desde los primeros pasos del Universo Marvel e incluso desde tiempos de Timely, toma conceptos de aquí y de allá, los engrandece y desarrolla para dar lugar a la primera saga realmente "epopéyica" de la editorial, casi purito DC comics, venida de Galactus aparte (que como tebeo es mucho mejor). Dejando aparte preferencias y valoraciones sobre la calidad de los números que la componen, esto no se puede negar.
Y a mi me gusta mucho más la etapa Thomas, que tiene un carácter más íntimo y emocional, pero la grandeza de Los Vengadores llega con Thomas y ahí permanece desde entonces, guste o no.