¿Ves? Ahora me acabas de dejar flipao
Si yo solo quería decir que el Spider-Man de Lee y Ditko, construido sobre una base flojilla, es cojonudo
Es que me adorno mucho, ya lo sabes
Pero vaya, que la síntesis de esto, es que sin Lee no existiría Thomas, ni Claremont, ni Conway...a todos los escritores (y dibujantes, ojo, que esto es igual para cualquier arte) podemos encontrarles un antepasado insustituible que de hecho forma parte de su obra ya sea por influencia directa o estética. Es imposible saber que hubiera sido del Spiderman de Kane, por ejemplo, sin el de Romita y el de Ditko...pongamos que Ditko hubiera dejado la colección tras los primeros 2 o 3 números y se encargara de ella Kirby desde entonces. Es imposible saber cómo hubiera sido el Spiderman de Kane con esa influencia directa. Quizás los cambios serían sutiles...o más destacadados.
Hay casos más claros, como el de Thomas/Lee o Ladronn/Kirby, por ejemplo. Artistas que crean su personalidad artística en torno a otro autor. Aunque aquí no hablamos exactamente de eso. Más bien de una forma de entender el cómic de supers y una huella patentada.
De cualquier forma, en el cómic de supers (y nunca he querido realmente dar otra impresión) el AS#1 no se lo salta un camión en un análisis serio o reposado, lo cual, curiosamente, no está reñido con que pueda estar mal escrito o dirigido y hecho para niños. Explico aparte.
(Hay casos para dar y regalar en los que el "para niños" podría dar un cambio radical. Os cuento uno que supongo todos sabréis: Los cuentos infantiles del folclore europeo, aquellos que recopilaron -no escribieron- los hermanos Grimm, estaban destinados a niños, sí, pero eran lo más gore que podáis imaginar. En el cuento original de Caperucita -que no llevaba caperuza alguna- la niña se comía el cadáver troceado de su abuela, bebía su sangre, e incluso se metía en la cama desnuda con el lobo. Baste esta disgresión para decir, que no todo lo "para niños" es necesariamente "infantil". Fin de la cita
).
De cualquier manera, pienso que un lector no debe leer siempre buscando el análisis formal.
Seamos sinceros; el Cid mola, pero entiendo que pueda ser un coñazo.
Los llorando de los suyos ojos y demás, entiendo que cansen. Es totalmente lógico que tú pienses que prefieres leer a Zafón, o a Reverte. Son más cercanos a ti, a la forma de narrar moderna, más divertidos, entretenidos, y con recursos más "elaborados" que sin embargo provienen y beben de esta fuente.
El caso de AS#1 es parecido, con la diferencia de que ahí no hablamos de un cómic, de un gran cómic de la historia del mismo. Es un cómic circunscrito a un género concreto, el de superhéroes, y que representa un punto de inflexión en el mismo, pero realmente no tiene el estatus categórico que muchos pretenden darle en el mundo del cómic global. Es un inciso a pie de página. Una nadería en comparación por ejemplo a Ozuka. Sin embargo, claro, en un foro Marvel, es lógico que se magnifique (igual que nadie echa puta cuenta al manga en el hilo de novedades aquí
).
En cualquier caso, este tebeo sí me permite establecer comparaciones rotundas y categóricas, pero aisladas, eso sí, al comparar historias, páginas, viñetas o diálogos, con otros de la época, anteriores, posteriores, o modernos.
Con esto quiero decir, que me resultaría muy fácil hacer un análisis comparativo completo, entre unas páginas de AS#1, otras del primer Príncipe valiente, otras de Conway, y otras incluso de Dematties. En ninguna de estas comparaciones, la simple prosa, los diálogos o la narrativa de Lee podría vencer nunca. En ocasiones, podría ir a extremos más sonrojantes, como buscar diálogos potables de ROB o de Kavanagah, y exponer sin cortarme un pelo por qué están mejor escritos que los de Lee. Pero sería ir de lo universal a lo concreto, claro.
Todo esto se explica fácilmente exponiendo que Lee no revolucionó el lenguaje, ni la narrativa, ni la composición del cómic, ni su estética (literaria). Lee revolucionó el concepto, el género, pero no el discurso (entendemos como discurso el texto completo y externo de una obra, no su trama, sino su estilo, focalización, recursos y voces).
Es decir; Lee no fue el Cortázar de los cómics. No escribió Rayuela. Ni creó la Nivola de Unamuno. O se inscribió en ninguna corriente artística que comenzara en él y tomara un nombre en el que se inscribieran los futuros autores. No creó el anti-cómic, ni trató de revolucionar la forma de escribirlos. Simplemente cambio el adagio. Creo los superheroes con superproblemas, los freaks y tíos raros, los hombres de a pie, que se oponían al cliché del dios mitológico del cómic de los años 20.
Yo sinceramente, siempre he pensado que Lee se limitó a profundizar en la vida de los personaje sy a darles una realidad civil tridimensional, porque desde luego, Lee no creó al superhéroe adolescente, ni al super humano de base, simplemente los cambió de lugar. Uno puede pensar que poner al side-kick de trece años como prota es un gran avance incalculable, pero realmente solo es un pequeño giro.
En fin, que se me va
Creo que todos estos cómics tienen sus virtudes, obvias y a reconocer, pero también muchos defectos, que lastran su actualidad y que consigan llegar a los lectores de mañana.
Y eso soy yo; un lector de mañana, porque hoy me acuesto ya.
Mira que bien tirado