101.FANTASTIC FOUR #21 (diciembre de 1963)Guión: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: George Bell
Sinopsis:Reed descubre una anomalía en las mareas de la Luna, cuando todos los miembros del cuarteto son interrumpidos por un temblor en el edificio. La Cosa está entrenando con su nuevo saco de boxeo, aunque tiene los ánimos crispados debido a las noticias sobre el Aborrecedor, un alborotador que provoca a las multitudes con un mensaje racista. Poco después, los 4 Fantásticos salen a la calle a pasear y se encuentran con un mitin del Aborrecedor en el que pretenden linchar a alguien por tener ascendencia extranjera. La Cosa interviene deteniendo la ejecución pública, pero el Aborrecedor les dispara el Rayo-O. A partir de ese momento, los cuatro amigos comienzan a sentir un odio que les incita a pelearse entre ellos hasta el punto de disolver el grupo.
Tras la separación, Reed se dirige al Edificio Baxter, donde recibe la visita de un viejo conocido Nick Furia. El antiguo Sargento de los Comando Aulladores se ha convertido en Coronel y trabaja para la CIA. Viene en busca de la ayuda de Reed para detener unos altercados en San Gusto, un lugar en el que se pretende establecer un equilibrio de poder en Sudamérica, manteniendo la democracia.
Reed se marcha solo en el Pogoplano para intentar evitar el constante conflicto bélico que asola San Gusto. Aunque, finalmente, es detenido por el Aborrecedor, el cual es el responsable de los disturbios de San Gusto.
La marcha de Reed no pasa desapercibida a sus antiguos compañeros, que se apresuran al Edificio Baxter. Allí se encuentran con Nick Furia, el cual les incita a ir también a San Gusto.
Más tarde, Nick Furia consigue liberar a Reed, además de lograr que el Aborrecedor le de el antídoto que elimina los efectos del Rayo-O. Posteriormente, Reed administra el mismo antídoto al resto del grupo. Después, se enfrentan al Aborrecedor y le derrotan con su propio rayo del odio. El Aborrecedor muere a manos de sus propios hombres, y Reed descubre que tras la capucha se encuentra el mismísimo Adolf Hitler.
Edición española: Biblioteca Marvel: Los 4 Fantásticos nº 03Datos importantes:-Primera aparición del Aborrecedor
-Integración de Nick Furia en el Universo Marvel
-Primera aparición de San Gusto, un país ficticio
Reseña:En este número hay tantas cosas para comentar que espero no olvidarme de nada. Pero lo mejor será empezar por el principio para ir avanzando poco a poco.
La primera página es toda una declaración de intenciones, ya que tenemos dos de los elementos que consiguen hacer funcionar esta historia. El primero es la capacidad expresiva de los rostros de Kirby. Ya lo hemos visto en otras ocasiones, sobre todo en aquel cambio de personalidades entre Reed y Muerte, pero aquí transforma los rostros de todo el cuarteo, mostrando el odio en todas sus facetas. Me cuesta mucho imaginar este tipo de historias sin la mano del Rey.
El otro elemento recae sobre los hombros del villano de la historia, cuyo atuendo merece un concienzudo análisis. Si nos fijamos bien, Kirby combina el aire medieval digno de los torturadores de la época, con esa cota de malla, mientras que la capucha es una clara representación del Ku Klux Klan, el grupo racista más significativo de la historia norteamericana. Por otro lado, tenemos la H en el pecho, que, en un principio, parece ser la inicial del Aborrecedor. Recordemos que el nombre original es Hate-Monger. Sin embargo, al final de la historia, tenemos que la H cobra un nuevo significado, ya que bajo el disfraz se encuentra el propio Hitler. Un diseño muy sencillo, pero efectivo, gracias, una vez más, al genio de Kirby.
Pero antes de continuar con el villano de este número, tendremos las habituales escenas previas a la historia que sirven par meternos en situación.
En unas pocas viñetas tenemos perfilado al cuarteto acorde con sus personalidades. Reed con sus estudios científicos, los cuales estarán íntimamente relacionados con el villano de la historia, que consigue influir incluso en la Luna. Johnny utiliza una foto de Spiderman como diana, mostrando su inmadurez habitual. Ben hace ejercicio con un gigantesco saco de boxeo para relajar tensiones. Y Sue…. Bueno, Sue hace cosas de chicas, se prueba pelucas sin parar.
Creo que sobran las palabras. En fin, comenzamos a acostumbrarnos a este tratamiento sexista y estereotipado, aunque si nos fijamos bien, debe de ser algo genético, porque Johnny tampoco es que parezca tener muchas luces. De todas formas, que conste que al final lo vuelven a arreglar un poco y es la actuación de la Chica Invisible la que provoca la derrota del Aborrecedor. Una de cal y otra de arena, en consonancia con lo que hemos visto hasta ahora en la serie.
Pero, tras los prolegómenos de rigor, entramos de lleno en el tema principal de este número: el racismo. Huelga decir que el primero que siente cierta indignación (por decirlo de manera suave) es Ben Grimm, el cual pertenece a la comunidad judía. Yo diría que nada es casual, como lo de la H, pero podéis forjaros vuestra propia opinión…
Sea como sea, el nuevo villano es alguien que no comete ningún delito, pero promulga palabras incendiarias contra la diferencia de clases sociales, el racismo, la xenofobia, incluso la libertad de practicar una religión. Prácticamente, toca todos los palos para hacer sentirse al lector tan indignado como el bueno de Ben. No obstante, lo que me llama la atención es la primera aparición del Aborrecedor, ya que provoca que todos los presentes persigan a alguien que a pesar de ser americano tiene ascendencia extranjera.
Yo no puedo evitar ver una crítica soterrada hacia la hipocresía americana, ya que un país que se vanagloria del estilo americano de libertad y oportunidad para todos, está marcado por una historia en la que los inmigrantes secuestrados de otros continentes son traídos para servir como esclavos, los cuales han acabado dejando descendencia americana que, en muchas ocasiones, han tenido que soportar ese rechazo social por poseer unas raíces diferentes. Y como no, un americano con ascendencia judía es el que pone fin a esta locura. Hasta que hace acto de presencia el Rayo-O.
El Rayo-O, no es más que, como su propio nombre indica, un rayo del odio, provocando que quien lo reciba sufra un intenso odio sobre todo lo que le rodea. Primero promulga la intolerancia y después te inocula con un odio descontrolado que provocará fisuras en la Primera Familia, lo que nos lleva a la enésima separación. Es curioso, porque si el Universo Marvel tiene su mayor característica en ser un universo de ficción cohesionado, en los primeros años del grupo había cierta tendencia a reutilizar la fórmula de la separación. En esta ocasión, cabe destacar que el aborrecedor consigue que se pelen entre sí hasta los propios hermanos.
Aunque, curiosamente, será la Chica Invisible la que los derrotará a todos. ¿Alguien recuerda la leyenda de Sansón y su pelo? Pues eso, que lo de las pelucas parece que tiene su sentido…
En definitiva, son momentos en los que nuestros protagonistas sacan fuera todo sus pensamientos de la forma más retorcida imaginable. Hay que fijarse detenidamente en las cosas que se echan en cara, porque recuerda a cualquier pelea de amigos de la vida real. Esto supone la derrota momentánea de nuestros protagonistas.
A continuación, tiene lugar uno de los momentos históricos más importantes del Universo Marvel, ya que se introduce al gruñón de Nick Furia en este universo de ficción.
Hay que dejar claro que unos meses atrás, en Sgt. Fury #3, veíamos a un joven Reed Richards que colaboró con Nick durante la 2ª Guerra Mundial. De esa forma, se establecía una relación que se retoma en este número. Lo más importante, es que lo que parecía ser una serie inconexa, Sgt. Fury, se integraba dentro de la cronología del Universo Marvel. Ya hemos visto aquí casos de retrocontinuidad en aquella época, pero, en esta ocasión, estamos ante el primer movimiento por expandir las fronteras del Universo Marvel a nivel histórico. Obviamente, esto no ha hecho más que empezar. Todo se complicará mucho más en sucesivos años.
Voy a confesar que pensaba hablar sobre la cambiante historia del ojo de Furia, pero para mantener la cronología de las reseñas lo dejaré para otro momento. Solo os diré, que no perdáis de vista Sgt. Fury #27, ni Strange Tales #135. Quizá sean los lugares más apropiados para hablar de por qué Nick Furia acabó llevando un parche.
Pero la llegada de Nick Furia nos trae un nuevo escenario a este rico mundo ficticio. Vamos a viajar a nada más y nada menos que a
San Gusto, un país sudamericano que plantea un escaparate para la democracia promocionado por los americanos. No voy a entrar en cuestiones políticas, pero no puedo evitar sentir como el tebeo impregna cierta propaganda americana en la que ellos se erigen como defensores de la libertad mundial. La verdad, no es que esto esté lejos de la realidad, pero no deja de chocar que una supremacía se contrarreste con otra.
Para los amantes de las curiosidades, es muy posible que este país ficticio esté basado en San Gustavo, al menos el nombre, geográficamente ubicado en Argentina. Todo parece indicar que se utiliza como referencia las historias que indican como los nazis huyeron hacia esa zona de Sudamérica. Además de la marcada historia de este país por la dictadura en años pasados. No me extrañaría nada que Stan Lee tuviese en mente todos estos elementos para la creación de la historia.
Volviendo un poco sobre los personajes, tenemos la primera vez que Reed Richards se va a una misión en solitario. Y no una misión cualquiera, es decir, nada de investigación científica. Una aventura pura y dura para sofocar las rebeliones e instaurar una democracia. Y tengo que reconocer que no lo hace nada mal, por lo que no me extraña que se pusiese el sobrenombre de Mr. Fantástico, sobre todo con esos dedos…
De todas formas, no estará mucho tiempo solo, ya que entre los síntomas del odio y la influencia de Nick Furia, todos viajan a San Gusto en menos de dos páginas. Los momentos históricos se suceden, ya que estamos ante el primer encuentro del cuarteto con Furia.
El siguiente en ir a San Gusto es el Aborrecedor. Llega la hora de que Kirby se luzca con sus diseños científico-ficticios. Aunque nos dicen que están basados en ideas científicas reales. En realidad, nos da igual, ya que Stan Lee fue un visionario desde la primera página y, ciertamente, este tebeo se ha convertido en un clásico de los 4 Fantásticos.
A pesar de las increíbles habilidades de Reed, acaba cayendo prisionero, pero pronto llega su salvación. Os daré una pista: fuma puros.
Por cierto, a mí se me ha metido en la cabeza que esto no fue más que una maniobra propagandística para darle bombo a la serie de Nick, por muy bien que le fuera las ventas. Tengo la sensación que nadie podía augurar la importancia que acabaría teniendo un personaje como Furia con el paso del tiempo.
A partir de aquí, todo me parece bastante apresurado, dándome la sensación de que hay que concluir como sea la historia en este mismo número. No me convence la forma en la que unas píldoras suponen un antídoto para volver al estado inicial. Además de lo fácil que consiguen una caja de píldoras para poder utilizarlas con todo el equipo. Ya de por sí, la solución me parece un poco surrealista, pero unido a lo apresurado del desenlace, hacen que el tebeo no tenga el final adecuado para una historia muy interesante.
Una vez que la mente de todos los integrantes del cuarteto está suficientemente clara, se apresuran a ayudar a Furia, que a pesar de estar solo es un condenado ciclón. No obstante, la ayuda es bien recibida. Aunque la invisibilidad de Sue resulta decisiva una vez más.
Finalmente, tenemos el giro inesperado y la sorpresa que introduce a un personaje real en la continuidad Marvel, aunque como ya hemos visto no es la primera vez.
De todas formas, el propio Reed deja caer que es posible que fuese uno de los dobles del Führer, también extraído de un dato histórico. Por lo que la muerte del personaje, de ser así, no invalida la posibilidad de poder regresar en un futuro no muy lejano. Pero eso amigos míos, es una historia para otro día.
Valoración:Un tebeo sumamente interesante, cuyo mayor error radica en el final apresurado. Posiblemente no daba para una historia de dos números, pero da la sensación de quedarse corto en uno. No obstante, estamos ante una de las historias con un mayor trasfondo social; combina política, racismo, xenofobia en una sola historia. Además, se introducen conceptos importantes para el universo cohesionado que cada vez va cobrando mayor empaque. La serie va aumentando su calidad de manera progresiva, y este número supone otro pequeño escalón en un camino que no dejará de subir poco a poco.
En el apartado gráfico, tenemos a Jack Kirby más centrado en la narrativa que en las espectaculares composiciones de página. Quizá también influye de manera negativa el entintado de George Bell, que lo hace por primera vez en esta serie, y no me termina de convencer. Diría que prefiero a Dick Ayers. Aunque mi preferencia principal es Joe Sinnott.