Sinopsis:Una noche, Spiderman observa cómo tres ladrones se preparan para realizar un atraco. Abalazándonse sobre ellos, logra capturarlos con su red, pero los ladrones, al no haber hecho todavía nada y animados por la campaña anti-Spiderman iniciada por J. Jonah Jameson, alertan a un policía para que ahuyente al héroe. Sin poder hacer nada para impedirlo, Spiderman se marcha cuando llega el policía.
Dándose cuenta de que la culpa de todo la tiene Jameson, se dirige a su despacho y al encontrarlo vacío decide dejar telaraña en su silla para que sepa que ha estado ahí. De regreso a casa Spiderman se topa en una azotea con el Hombre de Arena, uno de los ladrones más buscados del país. Ambos se enfrentan pero el cuerpo maleable del Hombre de Arena le hace superior a Spiderman. En un momento dado de la batalla la máscara de Spidey se rasga, por lo que Peter se ve obligado a huir para salvaguardar su identidad secreta.
Esa misma noche, el Hombre de Arena lleva a cabo numerosos robos en bancos, mientras Peter permanece en casa para no importunar a su tía, que le cree resfriado, y coser su máscara.
Al día siguiente Peter visita el Daily Bugle, dónde Jameson descubre la telaraña en su silla al quedarse pegado a ella. Jameson le pide fotos del Hombre de Arena. Peter asiste a continuación a clase en el instituto, pero al no poder dejar de pensar en el Hombre de Arena no presta atención y es castigado a llevar unos frascos al cuarto de la limpieza.
Mientras tanto, el Hombre de Arena decide refugiarse en el Instituto Midtown para que la policía no le encuentre. Una vez en la misma clase a la que asiste Peter, exige al director Davis que le entregue un diploma. Peter descubre lo que está ocurriendo y se cambia de traje, enfrentándose al Hombre de Arena como Spiderman.
La batalla se prolonga por todo el instituto, hasta que una vez en el cuarto de la limpieza, Peter emplea una aspiradora para atrapar a su enemigo y entregarlo a las autoridades. Incapaz de haber tomado fotos de lo ocurrido para Jameson, Peter emplea un poco de arena del cuarto para recrear la batalla y tomar fotos falsas.
De regreso a casa, Peter escucha como los ciudadanos siguen sin confiar en Spiderman, a pesar de sus actos heroicos.
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1,
Best of Marvel Essentials: Spiderman de Steve Ditko #1Datos importantes:-En este número tiene lugar la primera aparición del Hombre de Arena, cuya identidad se dice que es Flint Marko. Posteriormente se desvelará su auténtico nombre, William Baker.
-Primera aparición de Betty Brant, secretaria de J. Jonah Jameson, así como de Mr. Davis, director del instituto Midtown.
-En este número se produce la primera aparición de Jessica Jones entre los compañeros de instituto de Peter, a modo de cameo, tal y como se revela en la segunda historia de The Amazing Spider-man #601.
Reseña:Spiderman llega a su cuarta entrega y lo hace acompañado de uno de sus más conocidos rivales. Al contrario de lo que ha ido ocurriendo en otras series, aquí el torrente de villanos se inició desde el primer número con el Camaleón y no cesará hasta dentro de bastantes números, con una brillante creación tras otra. En este caso llega el turno del Hombre de Arena, en una historia que aunque simple sigue teniendo muchos momentos y detalles destacables.
Una de las conclusiones que he sacado releyendo esta entrega, es que en ella Lee y Ditko se dan cuenta por fin del tremendo potencial que tiene una de sus primeras creaciones para la serie: J. Jonah Jameson. Obviamente hasta ahora ha sido un personaje de importancia capital, permitiendo que Peter inicie su carrera laboral, pero sus apariciones no han pasado de testimoniales y no se ha ahondado demasiado en el personaje.
El número se inicia con una viñeta en la que nuestro protagonista observa uno de esos célebres carteles a todo color en los que Jameson tilda al Trepamuros de amenaza, demostrando que a veces el peor enemigo de un superhéroe no tiene que ser un villano de traje y nombre estrafalarios, si no un miembro del cuarto poder bien posicionado que trate de hundir su emergente reputación.
El ejemplo más claro de los estragos de la campaña de Jameson lo podemos presenciar cuando Spiderman trata de detener un incipiente atraco. No sólo comete un error de principiante (que es al fin y al cabo lo que es) y captura a los ladrones antes de que hagan nada, si no que estos le toman por el pito del sereno y se valen de la mala fama que tiene para alertar ellos mismos a un policía. Suena a tópico, muy tópico, pero esta clase de errores y desgracias son cosas que no se ven en los títulos de Iron Man o Thor, y que convierten a Spiderman en un personaje único en estos años.
Por suerte, Spidey no es tonto y al ver otra vez el dichoso cartel de Jameson, comprende que todo es culpa del editor y se dirige a su despacho. Jameson no está, pero nuestro héroe le deja un regalito que me permitirá comentar otra faceta de Jonah más adelante.
Pero antes tenemos la salida a escena de Flint Marko, William Baker, Sylvester Mann... En definitiva, el Hombre de Arena. Un villano CLÁSICO con mayúsculas y uno de los más característicos de la Marvel de los 60, al que veremos enfrentarse a Hulk o formar parte de los 4 Terribles. Y mucho más adelante crecer más aún como personaje y llegar a convertirse en miembro de cierto grupo que estamos a punto de ver formarse.
Aunque de momento estamos con su debut, y ya en una sola página nos damos cuenta de que estamos ante un villano con unas características bastante simples: Es un ladrón de tres al cuarto que por casualidades de la vida adquiere unos poderes tan básicos como versátiles, y decide vivir de ello. No hay más.
En este punto me gustaría hacer especial mención al aspecto del que le dota Ditko, combinando lo sencillo de su ropa con ese aspecto granulado tan característico del personaje.
Por desgracia el primer combate entre ambos es breve y acaba fatal, como suele ser habitual en esta colección. La versatilidad del Hombre de Arena, que entre otras cosas puede endurecer su cuerpo o ser tan maleable como Mister Fantástico, coge por sorpresa a Peter y la mala suerte se ceba con él cuando su máscara se rompe y debe huir para salvaguardar su identidad secreta.
Como podemos ver en la imagen anterior, el "fantasma" de Jameson está cada vez más y más presente, convirtiéndose en una de las principales razones para la huida.
Villano y héroe separan sus caminos, y mientras uno sigue con su oleada de robos el otro se ve obligado a echar mano a la aguja para recomponer su máscara. Y como estamos en el universo Marvel, las casualidades siguen a la orden del día y justo en ese momento Peter aprende gracias a la televisión todo lo que necesita sobre su enemigo.
Si el aspecto y motivaciones del Hombre de Arena son ya de por sí simples, su origen lo es aún más. La socorrida explosión nuclear en el momento oportuno se convierte otra vez en el recurso fácil por parte de Lee, y la génesis de los poderes de Marko queda resumida en una mezcla de radioactividad y arena. ¿Efectivo? Sí. ¿Un poco pobre? También.
Tras una noche tan movida, se inicia un nuevo día y tenemos ocasión de disfrutar de uno de los aspectos más interesantes de la serie, la vida familiar y social de Peter.
La primera a la que vemos es a Tía May, tan dulce como irritante, mimando a Peter hasta el hartazgo y obligándole a llevarse un apraguas porque "puede llover". Una santa, esta mujer.
Y a continuación tenemos a Jameson. Decía antes que en este número el personaje comienza a explotar, y es que aquí tenemos otra de esas facetas que Lee, acompañado por Ditko o posteriormente por Romita, sabrá explotar tan bien en el futuro: su papel humorístico. En su visita la noche anterior, Peter le dejó un bonito "regalo", una silla llena de telaraña que provoca que quede pegado y tenga que recibir al propio Peter en calzoncillos.
Es simplemente genial cómo un mismo personaje puede suponer un elemento "oscuro" de las historias y a la vez servir de recurso cómico. Además, dentro de muy poco tiempo veremos cómo se le añaden más capas al personaje, mostrándonos sus motivaciones y convirtiéndole en tridimensional, y comenzará a participar de forma cada vez más activa en el desarrollo de los argumentos, convirtiéndole en uno de los personajes más redondos de la editorial, al menos a mi parecer.
También tenemos la discreta primera aparición de Betty Brant, secretaria de Jameson y un personaje clave en el futuro cercano. Aquí la cosa no pasa de anécdota, y ella y Peter intercambian unas palabras bastante frías.
La siguiente parada de Peter es el instituto, dónde para variar el pobre hace el ridículo llevando el paraguas sin razón aparente y teniendo que rechazar una cita con la preciosa Liz Allan para disponer de tiempo para buscar al Hombre de Arena. Teniendo en cuenta que para que la chica más guapa del instituto acepte una cita con un tipo como él hace falta la alineación de varios planetas, la verdad es que ser Spiderman resulta ser un asco
Y una vez más las casualidades imposibles vuelven a la carga. A la vez que Peter es castigado (quizá por primera vez en su vida) a llevar unos frascos al cuarto de la limpieza por tener la cabeza en otra parte y no atender en clase, el Hombre de Arena decide refugiarse de la policía en el Instituto Midtown. En la clase de Peter, para más señas.
Conocemos entonces al director Davis, en este caso un personaje que pasará sin pena ni gloria, pero que aquí tiene los arrestos suficientes para plantar cara al Hombre de Arena cuando amenaza a los alumnos y... bueno, y pide que le den el graduado... Desde luego, en esta primera aparición Arenita se está luciendo
Peter se entera de todo y decide entrar en escena como Spiderman para regocijo de todos sus compañeros, que ven como un día aburrido de clase se convierte posiblemente en el más divertido de todos.
A continuación se suceden nada menos que cinco páginas de pelea pura y dura perfectamente coreografiada por Steve Ditko, quién dota al Hombre de Arena de mil y una habilidades. Así, le vemos transformar sus manos en una especie de martillos, endurecer su cuerpo cuando Spiderman le golpe para atrapar el brazo del héroe en su interior, escapar con suma facilidad de entre las telarañas o recubrir a Peter con su propio cuerpo.
Para mí, las mejores páginas del número y con diferencia.
El combate concluye con una artimaña de Spiderman que ha marcado a muchísima gente y encabeza muchas listas de las "soluciones Stan Lee" vistas en estos primeros años. Spiderman y el Hombre de Arena acaban en el cuarto de la limpieza, dónde el héroe emplea nada menos que una aspiradora para zanjar la batalla.
Personalmente creo que se exagera un poco con esto y opino lo mismo que del origen del Hombre de Arena. Es una solución muy pobre y rápida para salir del paso e impropia de Peter, que hasta ahora ha empleado un poco más de ingenio para derrotar a los villanos, pero creo que hay otros casos mucho más graves. Casi mejor ver esto que a un tipo con un bote de cola que huye porque se pega a un avión que pasaba por allí, vamos.
Una vez el Hombre de Arena está a buen recaudo, Peter se da cuenta de que ha perdido una oportunidad valiosísima de conseguir buenas fotos, por lo que le vemos por primera vez siendo algo pícaro y emplea la arena que hay en el cuarto para tomar unas fotos en las que da la impresión de estar luchando. Varias décadas antes de la invención del Photoshop había que darle al coco.
El número finaliza con una serie de escenas en las que la suerte Parker no cambia demasiado. Peter entrega al Hombre de Arena, vende las fotos a un contento Jameson que se ha tomado la molestia de acercarse al Instituto al enterarse de lo que ocurría, soporta las burlas de Flash conteniéndose para no darle una paliza y es rechazado por Liz al tratar de retomar el asunto de su cita. Hay rubias que no perdonan un desplante.
Pero la mejor escena es justo la última. Peter habrá salido victorioso de la confrontación con un nuevo villano y habrá conseguido dinero vendiendo las fotos, pero una vez más la sombra de Jameson es muy alargada y tiene que sufrir mientras escucha a la gente de a pie desconfiando de él, tachándole de amenaza y temiéndole. ¿De qué sirve tanto heroicismo si ese es el precio?
Valoración:Creo que en este caso ha quedado bastante claro a lo largo de la reseña lo que más me ha gustado y lo que menos, así que no me extenderé mucho. Es un número que se deja leer pero le falta mucha de la "sustancia" que sí tuvo el anterior, uno de mis favoritos de entre los 10 primeros. Allí teníamos a un Doc Ock con muchos de sus rasgos característicos desde la primera viñeta, pero la presentación del Hombre de Arena es muy anodina y no crea interés alguno por personaje, sobresaliendo únicamente su excelente diseño y su forma de moverse gracias a Ditko. Las mejores escenas en mi opinión son las de la vida cotidiana de Peter, las cuales incluyen el debut de un personaje muy importante y que siempre son un aliciente, aunque en este caso no acaben de llenar del todo.