Bueno, me terminé el volumen en un par de horas, algo de mérito tiene. No habría leído del tirón una serie aburrida.
En parte estoy seguro de que el tema de Dawn-Estela es el epicentro de todo, porque como poco es el 70% de la serie. No me ha parecido una relación especialmente memorable, quizás porque como digo, no sé en qué momento surge la chispa. Mi impresión es un poco que pasa porque sí, sin que lleguen a gustarse demasiado (Estela no parece en ningún momento impresionado) y más allá de un piropo sobre lo "hermoso" que es Estela (que todas las mujeres parecen ver la divinidad en un tío calvo en pelotas
), luego simplemente se hacen compañeros de viaje, y durante el mismo no veo que la relación se haga más íntima (que si helado, que si oscuridad, que si tengo que mear). Ya digo que el
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me cogió por sorpresa, porque no sé a qué venía. Punto aparte, la forma de irse de la Tierra con alguien que no conoces de nada y por quien aún no sientes nada. Por poner un ejemplo; la despedida de Coloso en Giant Size, cuando deja su tierra, lo único que conoce, para ir con un extraño. Eso es lo que yo entiendo por un buen diálogo, que me llega y razona en pocas líneas por qué deja todo lo que conoce por la promesa de un bien mayor.
Como comenté, la escena de la pradera viendo las estrellas me dejó a cuadros, porque cuando los personajes rompen a reír, no entendía nada de nada. Me pareció esa escena de El día de la marmota, en la que Phil fuerza la risa y el romance cuando repite por enésima vez la escena en la nieve
Estaba como "Ehhh... ¿qué os habéis fumado? ¿De qué os reís en este momento Kodak?".
Por poner una analogía, no me parece Y, el último hombre. No me parece Sandman. No me parece La cosa del pantano. Por poner algunos ejemplos de relaciones sentimentales del cómic que me parecen mejor llevadas, con más chicha y profundidad. Vale, digo mucho Vértigo, pues La Visión de King, o mismamente, la Shalla-Bal de Starlin en Homecoming.
Aquí tenemos a la terrícola chica de al lado, pizpireta y alternativa, que se va al espacio con el alienígena estirado, sin mucho más trasfondo. O al menos, yo no lo siento, no me llega.
Dawn me parece demasiado prefabricada, demasiado hecha para gustar. No tiene defectos, que ya de por sí es una caracterización que nunca me gusta, por repipi, pero es que tampoco tiene grandes virtudes. No es ingeniosa, ni divertida, ni mordaz, ni inteligente, ni especialmente cariñosa, ni sensual. Es mona, pizpireta y poco más. A los últimos números me ha ido llegando algo más, sobre todo con Glorian y el Conformador. Pero no me ha robado el corazón, no.
A ver el próximo volumen