Tema: Hunter x Hunter

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 17.
Retomo la lectura de la serie tras mi comentario.

Reanudo la lectura de esta serie con un volumen que nos mantiene inmersos en la saga de Greed Island. Mi valoración sigue siendo muy positiva. La lectura es muy amena y el tomo se lee en un suspiro. Togashi sigue construyendo un guion en el que su punto fuerte es sin duda las dosis de suspense, y la intriga  generada en torno al desarrollo del juego y las intenciones de Ging con respecto a él y su hijo. Sin embargo, sigue estando presente un parte gráfica muy pobre, aunque también es cierto que no supone ningún lastre, ya que el interés que suscita la historia te hace olvidar totalmente las deficiencias del dibujo o su tendencia a la esquematización. Yo, de momento, quiero seguir adelante, y ver como avanza las diferentes tramas, además de que estoy disfrutando bastante con la lectura. A ver si dentro de poco puedo retomar la compra de más números y coger un poco de ritmo.

Por otra parte, destacar que en estos compases de la saga Togashi lleva al primer plano argumental las luchas con el nen y los combates cuerpo a cuerpo. De hecho, creo que podemos hablar de una proliferación de la acción con respecto a todo lo anterior. Sigue siendo un manga de cierta densidad, con largos diálogos y explicaciones de muchas técnicas o entrenamiento, aunque no por ello se pierde el dinamismo propio de la acción de las escenas. En anteriores ocasiones ya he comentado que me parecía ver que este manga dejaba demasiado de lado la acción, no como algo negativo, sino más bien como un apunte curioso, pero lo cierto es que todo eso está cambiando en cierta medida. Una lástima que no tenga un dibujo mejor elaborado y se hay perdido el estilo de los inicios de la serie, que me pareció mucho mejor que la transformación que ha ido sufriendo la colección. Esperemos que al menos se mantenga en este nivel y no baje aún más, con una mayor dosis de esquematización, o una ausencia total de fondos, por poner algunos ejemplos que cada vez son prolíficos.

Este tomo incluye toda la parte de la partida de balón prisionero, donde podremos ver a Gon en todo su esplendor. Además, tendrá el poyo de Killua y la colaboración de Hisoka, cuyos interese están centrados en localizar el anulador de nen para así poder enfrentarse al líder de la Araña. Aunque admito que hemos tardado en ver a Gon como ese protagonista tipo de cualquier shonen, con un desarrollo lento y pausado, aquí por fin tenemos el punto de inflexión del personaje, el cual sigue teniendo un largo camino por recorrer. No obstante, cada vez parece estar más cerca de ser un hunter muy a tener en cuenta, al menos a nivel de lucha. Su actuación aquí le permitirá conocer una pequeña información sobre Ging, que quizá no aclara demasiado las dudas iniciales de la serie, pero nos deja constancia de que le autor no se ha olvidado del tema. También nos permite conocer algunos datos sobre el origen del juego y su creación.

A partir de aquí, Gon y sus amigos comienzan un nuevo entrenamiento, ya que en el horizonte se encuentra un enfrentamiento con Bomber, el jugador que anda matando a gente en el juego para conseguir sus tarjetas y llegar a la meta final. Nuestros protagonistas forjan una pequeña alianza con Tsesguerra, que es un hunter de una estrella, aunque realmente será un enfrentamiento a tres bandas, tal y como reza el título de este arco argumental dentro de la propia saga. A pesar de todo, el asedio de Bomber obligará al hunter a

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Ajenos a todo esto, Gon y los suyos continúan entrenando para finalmente vérselas con Bomber, en un combate que pinta bastante interesante, y que seguramente veremos en la siguiente entrega. Continuará...

[Querubo]

A mi ese tomo, y la saga en general, me gustó mucho.
Buena reseña.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 18.
Por fin he podido retomar la lectura de esta serie, que ya tenía un poco olvidada, la verdad. Este tomo me ha dejado algunos sentimientos encontrados. La historias está bien, me ha gustado, incluso me resultan interesantes el desarrollo y evolución de los personajes, así como los conceptos que se van plantando. Sin embargo, el dibujo de Togashi es cada vez más tosco y esquemático. No llega a sacarme de la lectura, pero está llegando a unos límites en los que ese deficiente trazo influye muy negativamente en la experiencia lectora. Es una pena, porque el manga está bien, es muy entretenido, los protagonistas son carismáticos, pero gráficamente no acompaña. Y lo peor de todo es que tengo la sensación que Togashi se encuentra en un constante descenso cualitativo en lo que a dibujo se refiere, lo que comienza a ser un verdadero lastre. A ver hasta donde soy capaz de aguantar.

Este volumen tiene dos partes muy bien diferenciadas. La primera de ellas se centra en el final de la saga de Greed Island, que ha estado bastante bien y me ha parecido sumamente original. Además, hay que reconocer que Togashi tiene una increíble imaginación y desarrolla ampliamente todo los conceptos del juego con bastantes detalles. Si bien es cierto que esto de que los protagonistas de una historia se conviertan en protagonistas de un juego no es una idea totalmente nueva, la forma de ejecutar el concepto y el desarrollo del mismo sí que me lo ha parecido. Sin embargo, antes de llegar al final del juego, Gon y sus amigos deberán superar una prueba de fuerza, enfrentándose de forma individual a los Bombers. Es una pena que Togashi no dibuje como en los inicios de la serie, porque aquí se explaya un poco más en los combates de los personajes, algo que quizá se echo más en falta en anteriores sagas. Prácticamente más de la mitad de esta entrega está destinada a narrar el increíble combate a tres bandas de los protagonistas, en el que veremos como combinan fuerza innata con estrategia, así como los conocimientos sobre el nen que Biscuit les ha inculcado. El combate de Killua es bastante rápido y vuelve a demostrar porque es uno de los mejores personajes de la serie y, sobre todo el más interesante. Biscuit tampoco tarda demasiado con su oponente, aunque lo más interesante es mostrar su verdadero aspecto, algo que hasta el momento se nos había ocultado. El combate más extenso está protagonizado por Bomber y Gon, cuya espectacularidad se pierde bastante con el tosco trazo de Togashi. 

A mí, personalmente, me sigue pareciendo que Gon es un protagonista algo inusual en un shonen como este. Es decir, tiene una importante evolución de fuerza y tiene aptitudes innatas, así como cierta tenacidad, pero sigo echando en falta que esa evolución se vea en sus combates, donde después de tanto tiempo se le sigue viendo como alguien muy inexperto.  Mientras que Killua parece cada vez más fuerte, y los personajes evolucionan en otros aspectos de su personalidad y madurez, el principal protagonista casi siempre me deja la sensación de que va un paso por detrás de sus amigos. En otros shonen suele ser precisamente al revés. No sé, es algo que me llama mucho la atención, y que quizá sea un rasgo de originalidad en este manga, como lo son otros aspectos.

Una vez concluido el juego, Gon obtendrá alguna información sobre su padre,

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Gon y Killua continuarán sus aventuras tras separarse de Biscuit, llegando junto a Kite, un personaje que ya tenía olvidado y que pertenece a los inicios de la serie. Ambos se unen a él, junto a otros hunters aficionados, en la búsqueda y catalogación de especies no registradas y desconocidas. Este era uno de los aspectos que se mencionaban al inicio de la aventura y la descripción de uno de los papeles de los hunters, y a la que quizá no se le ha dedicado demasiado espacio hasta el momento. De ese modo dará comienzo una nueva saga tras descubrir lo que parece una extremidad de una extraña hormiga capaz de evolucionar a través de las especie que devora. Mientras Gon y sus amigos buscan a este espécimen tan extraño, y que podría ser un peligro,

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En principio pinta interesante, pese al pésimo dibujo de Togashi, habrá que ver como evoluciona en el próximo tomo. Continuará...

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 19.
Entramos de lleno en la saga de las hormigas quimera, y la verdad es que este tomo me ha gustado bastante. Togashi va cogiendo bastante ritmo y la verdad es que este arco argumental de momento diría que pinta incluso más interesante que el anterior. La única pega sigue siendo la parte gráfica, la cual va oscilando bastante con un estilo poco definido. No obstante, la trama tiene tanta intensidad y momentos bastante impactantes, haciendo que te acostumbres al dibujo poco preciso del autor, que pasa a un segundo plano. A pesar de las carencias de la serie, debo admitir que la estoy disfrutando mucho y este volumen prácticamente lo he devorado. Es una lectura bastante adictiva, con todos sus defectos, que no son desdeñables, pero tampoco hacen mella en la experiencia lectora, todo hay que decirlo.

Togashi no pierde intensidad en sus planteamientos, aunque sí parece que todo el desarrollo de la energía vital y los usos del nen sirven de base a sus nuevos argumentos, de manera que el lector ya tiene cierto terreno ganado. Con todo, el autor mantiene su estilo personal de ir detallando al milímetro sus tramas con cierta densidad y profundidad, pero sin perder en ningún momento el dinamismo de la historia. Realmente, la saga avanza bastante rápido. En el volumen anterior veíamos como se forjaba esta pequeña sociedad de monstruos que evoluciona con una rapidez increíble, ya que en este tomo ya tenemos formado un auténtico ejército con su perfecta estructura jerárquica, en el que la reina se centra en la gestación de su futuro rey, mientras los comandantes lideran distintas unidades de caza y recolección de humanos para alimentar a su reina. Por otra parte, la fusión animal de estas hormigas nos ofrece en ocasiones individuos de lo más variopinto, quizá algo estrambótico, pero también añade un punto terrorífico en muchos casos. Además, veremos como estas hormigas van adoptando ciertas dosis de crueldad y sadismo, propio de la raza humana. Las hormigas son una comunidad de colmena, pero estas mutaciones van adquiriendo cierta individualidad y personalidad marcadas, lo que nos hace reflexionar sobre la condición humana y aquello que nos diferencia tanto del reino animal. De matar para alimentarse, estas criaturas evolucionan al asesinato por placer, o incluso al puro deseo de devorar para saciar aspectos tan humanos como la venganza o la adquisición de un mayor poder de combate.

Por otra parte, tenemos un escenario de lo más particular, ya que la acción se desarrolla en el estado autónomo de NGL, una especie de organización mundial que defiende el ecologismo, pero que oculta negocios turbios que la distancian de ese predicamento ecologista. Una verdadera controversia que se fusiona con la amenaza que suponen las hormigas para el ecosistema y la conspiración que se fragua en el seno de la organización. A su vez, Togashi continúa desarrollando a nuestros protagonistas, a los que veremos claramente como hunters algo más experimentados, aunque siguen necesitando aumentar el control de sus habilidades ante un enemigo que parece estar por encima de ellos, ya que algunas hormigas descubren los secretos del nen y atesoran una importante aura, convirtiéndose en enemigos tan formidables como peligrosos. A lo largo de este tomo veremos como otros hunters de un mayor nivel van cayendo contra las hormigas soldado, o encuentran dificultades para salir indemnes de sus enfrentamientos, mientras que Gon y Killua están a un nivel por encima de los capitanes. Sin embargo, es Kite quien se sitúa a un nivel superior,

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A pesar de la breve trayectoria de Kite hasta el momento, es un personaje que está resultando muy interesante y que aporta cierta experiencia a nuestros protagonistas. Además, es una pieza clave para hacerles entender que en esta ocasión sus combates son a vida o muerte, en uno de esos casos en los que un hunter prácticamente se convierte en un asesino de monstruos, ampliando así la gran variedad de facetas de los hunters.

Las particulares características de la NGL convierten al país en un lugar aislado del resto, sobre todo a nivel tecnológico, lo que convierte la amenaza de las hormigas en algo aún más peligroso si cabe. Por lo que los hunters que han venido a intentar acabar con la propagación de esta especie se verán obligados a pedir refuerzos ante los descubrimientos que comparten con el lector. De ese modo, Togachi recupera a algunos personajes que ya hemos visto anteriormente en la serie, como es el caso

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Tras su experiencia con el comandante de las hormigas, Gon y Killua parecen decididos a entrenarse más duro para ser tan fuertes como les sea posible. Una vez más se pone de manifiesto la interesante pareja que forman estos dos jóvenes, y como se complementan ante las adversidades. Sin duda, uno de los puntos fuertes de este manga, esta relación de amistad surgida durante sus aventuras. Me he quedado con muchas ganas de ver como continúa la historia, de una serie que sigue a un buen nivel, pese a esas carencias gráficas.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 20.
Continúo disfrutando mucho de esta serie, pese a su deficiente calidad gráfica, que sigue en la misma línea de tomos anteriores. Togashi me parece un guionista muy interesante, que además desarrolla con bastante profundidad aquellos conceptos que emplea, como es palpable con el nen, pero como dibujante me parece un poco pobre. Quizá debería plantearse emplear a ayudantes que realicen los fondos o que acaben sus bocetos, aportando una mayor definición. Si es que no los tiene ya, claro. La cuestión es que es una auténtica pena que una manga con este potencial quede cojo por culpa del dibujo y su narrativa en ocasiones tan poco clara. Si bien es cierto que hasta el momento la potencia de la trama no influye en la lectura en absoluto, en el momento en el que se alargue más de la cuenta una historia o decaiga el interés, tenemos entre manos a una serie muy mediocre. Mientras no suceda eso, creo que se puede disfrutar bastante, como de hecho yo mismo lo estoy haciendo. Incluso me estoy tomando mi tiempo entre tomo y tomo, teniendo en cuenta que el autor es bastante lento y no tengo muy claro que producción está haciendo ahora de forma regular. Por lo menos, tengo mi dosis de forma más o menos prolongada, aunque seguro que tarde o temprano me acabaré poniendo al día.

En este volumen nuestro protagonistas vuelven a centrar sus esfuerzos en mejorar sus técnicas de combate y su empleo del nen. Uno de los aspectos que más me llama la atención es lo lento que evoluciona Gon. Comparándolo con otros shonen, Dragon Ball, por ejemplo, su protagonista pronto se va convirtiendo en alguien muy fuerte. Es cierto que como Gon entrenaba mucho y siempre había una nueva meta que alcanzar, pero con Gon, y a veces con Killua, da la sensación que todos los contrincantes o personajes que aparecen son inmensamente más fuertes que ellos. Sin ir más lejos, veremos como el director Netero y dos profesores más se encargan de ir diezmando la población de hormigas mientras esperan la llegada de los refuerzos. También es cierto que Togashi centra solo las peleas en nuestros protagonistas, dejándonos con ganas de ver en acción a otros hunters más experimentados. Y es que para ser un shonen, la verdad es que en ocasiones tengo la sensación que falta algo de acción y más peleas coreografiadas. Tiendo a pensar que ante la poca habilidad narrativa de Togashi, quizá por eso evita todo lo que puede estas escenas, a saber.

Mientras Netero y los suyos van purgando un poco la situación en NGL, además de que entre las hormigas van destacando algunas de ellas por su inmenso poder, también tendremos la presentación de un personaje muy peculiar, Gyro, el mafioso en la sombra que dirige este país, y que parece que tendrá un papel en el futuro de la saga. Un personaje enigmático y también muy interesante, que es el ejemplo perfecto de las virtudes de Togashi como dibujante. Asimismo, parece que

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La trama central, por su parte, se centra en Gon y Killua, que forman parte de una apuesta en la que tienen que derrotar a dos hunters para formar parte de los refuerzos que vayan a NGL. A la pareja se le une Palm, un personaje muy estrambótico, en la línea de las creaciones del autor, que a mí se me parece mucho a la niña del pozo. Incluso diría que es igual de tétrica en ocasiones. también tenemos el regreso de Bisky, que al conocer el límite de un mes comienza a entrenarlos duramente al instante.

Hay que admitir que se repiten algunos esquemas, aunque no afecta al desarrollo y la intensidad de la trama, que sigue ofreciendo una lectura muy adictiva en cada entrega. Sin embargo, no se puede negar que las formas de entrenamiento del nen parecen un poco limitadas. De todas formas, es de alabar como Togashi sigue desarrollando el tema del nen, a pesar de que no deja de ser algo muy similar a cualquier otro aura de combate de muchos otros mangas. Sin embargo, esas densas explicaciones sobre la cuantificación del aura, o esas detalladas explicaciones sobre los movimientos de los luchadores en combate son sumamente interesantes, y nos ayudan a entender mejor no solo los conceptos planteados por el autor, sino también la evolución de los personajes. El entrenamiento estará ligado al enfrentamiento con Knuckle y, más tarde, con Shoot, a los que Gon y Killua deben derrotar para regresar a NGL. En los últimos capítulos nos acercamos a la fase final del enfrentamiento, que supongo se solventará en el siguiente tomo. Unas peleas, por cierto, muy variopintas en ocasiones, donde el autor cuela alguna bizarrada que otra. Sin embargo, hay que admitir que es muy original a la hora de presentar los poderes de los hunters. En definitiva, una nueva entrega muy interesante que deja con ganas de más, pero que siempre nos deja ese sabor agridulce por culpa del dibujo. Ojalá esto cambiase en los próximos tomos, pero me da a mí que en, la verdad. No obstante, si la calidad de las historias y la forma de contarlas sigue estando a este nivel creo que continuaré la serie por el momento. Nunca pensé que este manga lo disfrutaría tanto...

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 21.
A lo tonto, me estoy quedando bastante enganchado con este manga, y hay que admitir que Togashi tiene muchos defectos, pero sabe como presentarte una historia interesante y entretenida, además ofrecer una lectura adictiva. Del dibujo no voy a hablar, creo que ya he expresado suficiente mi opinión al respecto, y tampoco se puede decir que haya ningún cambio significativo en sentido alguno. No obstante, sí me ha parecido que el autor patina un poco en la narrativa, porque deja al lector en ascuas con los combates de Gon y Killua. Ya he comentado en otras ocasiones que es evidente que Togashi y las escenas de acción no se llevan muy bien, pero me parece absurdo que se salte precisamente el momento final de dos combates que se han estado preparando los protagonistas unos cuantos de capítulos. Aunque

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Creo que eso es insustancial, incluso es loable, porque es evidente que nuestros protagonistas están en una constante evolución, y se aprende más de los errores que de los aciertos. Sea como sea, lo cierto y verdad es que me ha dejado la sensación de que me había saltado un tomo o algo, y he tenido que revisar los capítulos para cerciorarme de que no es así. A esto habría que sumarle la súbita desaparición de Bisky, lo que aumenta aun más si cabe la sensación de ruptura narrativa que comentaba.

Lo peor de todo es que estos combates nos dejan unas consecuencias importantes que se exploran en los próximos capítulos. La primera y más importante es que

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Por otra parte,

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Esto nos lleva a una constante consternación de Killua,

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En cierto modo, vemos a un nuevo y mejorado Killua, que quizá tenía capada sus habilidades sin saberlo. Ahora solo queda ver si realmente va  ser capaz de abandonar a aquel que considera su mejor amigo, aunque se por lo que él piensa que es su propio bien.

Por su parte, Gon deberá entrenar su fuerza, pero también tendrá que saldar cuentas con Palm, la cual le pide una cita para compensar el incumplimiento de su promesa. Es curioso, porque hasta el momento hemos tenido una  serie muy alejada de aspectos propios de los adolescentes, como son las relaciones con chicas, y es en este momento cuando Togashi aprovecha para recordarnos la edad de los protagonistas de este manga. Reconozco que a mí, quizá por mi edad, no es un tema que me apasione demasiado, pero también tiene su lógica que se trate en algún momento para el desarrollo y evolución de los personajes. Sin ser precisamente plato de mi gusto, debo reconocer que el autor consigue que esta extraña relación tenga sus momentos románticos, cierta tensión y sus momentos humorísticos correspondientes. Por mucho que no me interese, creo que Togashi lleva el tema bastante bien, y sirve también para descongestionar la trama central con un poco de humor entre tanta sangre y destrucción.

Aunque la pareja protagonista tiene gran parte de la atención, lógicamente, el otro foco es sin duda las hormigas quimera, sobre todo en el momento en el que nace el tan esperado rey, un tipo muy poderoso, muy cruel y bastante sanguinario. Además, su nacimiento dará lugar a una disolución de la colmena importante. Solo lo siguen los miembros de la guardia real, el resto se dividen. Unos intentarán

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Otros se machan a intentar construir su propio reino, matando humanos y alimentándose sin parar. En esta fase juega un importante papel Netero, que se infiltra para poder hacer frente al rey de las hormigas asentado en la república de Goltoh Oriental, mientras que los hunters que vinieron con él se harán cargo de algunas poderosas hormigas, primero solos y después acompañados de Go y Killua.

Además, tenemos el reencuentro de Gon con Kite,

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Mención especial merecen las páginas finales, donde veremos no solo el cambio de Killua, sino que

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También me llama la atención como el enfrentamiento con las hormigas que vemos está marcado por un interesante concepto que no es otro que la experiencia frente al poder inconmensurable. Es decir, las criaturas son muy poderosas y veremos como el rey se va volviendo incluso más todavía, al devorar a personas que desprender aura. Sin embargo, los hunters tiene sus habilidades mucho más pulidas, y una larga experiencia de combate. Aunque quizá en ocasiones no es suficiente, teniendo en cuenta los niveles de poder que estamos observando últimamente, sí que da lugar a duelos mucho más interesantes de lo que puede parecer en un principio.

En definitiva, un tomo muy bueno, con el que he disfrutado bastante, y me mantiene bastante enganchado a esta serie, que a mí personalmente me ha sorprendido muy positivamente. Quizá el aspecto negativo más importante, más allá de la baja calidad visual que se observa continuamente, con una irregularidad ilustrativa desmesurada, es que se empiece a notar también ciertas irregularidades narrativa, con un Togashi que se salta escenas de cierta importancia en el desarrollo de la historia. Como algo puntual no pasa nada, obviamente, pero si esto comienza a convertirse en un recurso recurrente, quizá la serie esté aumentando las carencias peligrosamente. Yo sigo disfrutando bastante con la lectura, y mi interés por los personajes y la trama no disminuye, más bien todo lo contrario, pero si la historia va presentando huecos constantemente a lo mejor mi percepción también cambia. Con todo, seguiré con interés los próximos números a ver como evoluciona este manga que, de momento, me está gustando mucho.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 22.
Continúo disfrutando mucho de esta serie, prácticamente devorando cada entrega, aunque debo admitir que el horrible dibujo de Togashi cada vez resulta ser una mayor lastre para la historia. Ya no tanto por su trazo abigarrado y sucio, sino más bien por su propia narrativa. Es curioso como este autor es capaz de construir tramas muy elaboradas, con densas explicaciones durante los combates sobre animales o estrategia, así como cuestiones políticas sobre el escenario donde se desarrolla la trama, pero después su narrativa secuencial es un auténtico desastre, llegando al punto de que cuesta seguir el hilo conductor, a pesar de que estamos en una cuenta atrás donde cada día ocupa una serie de capítulos de la serie. Me da mucha pena, porque me parece un manga muy interesante y con buenas historias y tratamiento de los personajes, pero es el propio autor el que se carga su creación con sus muy acusadas carencias. Esto podría ser una gran shonen, pero se queda en algo que está bien, notable en ocasiones, pero no termina de ser una obra redonda, desgraciadamente. En mi opinión, un potencial muy desaprovechado, que quizá con otra estética ganaría mucho más.

Este tomo tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas tenemos el regreso de la Tropa Fantasmagórica, que se deberá enfrentar a un grupo de hormigas quimera que han llegado hasta su ciudad, Meteoro. Una de ellas, incluso pretende erigirse como la nueva reina. Por su parte, los miembros de la tropa emplean sus enfrentamientos para competir a ver quién de ellos se convierte en el jefe sustituto. En esta fase, Togashi se centra mucho en la acción y en la presentación de unos personajes de lo más estrambótico. Creo que de los diversos shonen que he leído a lo largo de mi vida, este debe de ser uno de los más raros en cuanto a diseño de personajes, quizá también por esa metamorfosis que se plantea con las hormigas, combinando todo tipo de criaturas con humanos y evolucionando hacia formas de lo más variopintas. Aunque también hay que decir que los miembros de la Tropa fantasmagórica tampoco se quedan atrás precisamente.

Los combates sirven en gran medida para ver el nivel que han adquirido algunas hormigas, así como ese nivel de independencia de la colmena, con personalidades irregulares al respecto. Al fin y al cabo, no dejan de ser animales que evolucionan tomando como patrón ciertas conductas humanas, principalmente su ansia de poder, deseando escalar en el organigrama de su variopinta y camaleónica especie, más allá de saciar su propio apetito. Por no hablar del deseo constante de aprender sobre el nen o adquirir nuevos poderes. Por su parte, la tropa demostrará su nivel de poder, aunque en un principio puede parecer

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Si bien es cierto que en alguna ocasión he podido acusar al autor de evitar la acción en beneficio de otros aspectos de la trama, en este volumen creo que se desquita un poco, ya que prácticamente el grueso de estas páginas está dedicado a desarrollar combates con la mayoría de personajes que aparecen.

Tras este pequeño interludio, la historia vuelve a centrarse en Killua y Gon, los cuales realizan una misión de infiltración Goltoh Oriental, con la idea de evitar que las hormigas quimeras exterminen a toda su población. Togashi se saca de la manga una elaborada estrategia de espionaje, que a mí no me ha quedado del todo clara, debo admitir, pero que también sirve para ver el complejo entramado político que sustenta esta región, pese a que está basado en un estado de represión a la vieja usanza. Además, el autor sigue profundizando en el concepto de hunter y lo que ello supone para el resto del mundo, que también está aparejado a ciertas cuestiones políticas y a jerarquías propias de una asociación política. De hecho, el plan para erradicar la invasión de las hormigas entraña cierto riesgo para el estatus de Netero, el actual director. Una vez más, el autor muestra ese grado de sofisticación en algunos aspectos de la trama, con grandes dosis de estrategia a distintos niveles, mientras que otros elementos más básicos como la narrativa parecer ir perdiendo enteros.

En esta parte del tomo también podremos ver en acción a Killua y Gon, que se separan durante la misión. Gon deberá poner a prueba sus habilidades contra nada más y nada menos que dos contrincantes perfectamente adaptados a la vida nocturna, así como a alguna que otra eventualidad. Mientras, Killua llevará a cabo el plan de infiltración estando muy vigilado de cerca por Neferpitou, uno de los guardias de la reina, y quizá uno de los más poderosos, que envía a uno de sus esbirros a acabar con él. También veremos a otros hunters en plan estratégico, a la espera de posibles refuerzos y ejecutando otros aspectos del plan de Netero. Uno de los elementos más interesante de la trama es ver como los protagonistas plantean una reflexión interesante, ya que para salvar a la Humanidad de la expansión de las hormigas deben de sacrificar cientos de vidas. Quizá no es un tema que se trate con excesiva profundidad, al menos no por ahora, pero si planea por encima de la trama esta situación tan delicada con la que no todos los hunters parecen estar de acuerdo, ni parecen aceptarla de buen grado. Al fin y al cabo, representan un poco la figura del superhéroe con poderes, por lo que está en su naturaleza intentar salvar toda vida posible. sin embargo, como se puede apreciar en la propia serie, la estrategia en cualquier aspecto de la vida es muy importante, a veces con cierto rigor militar bajo la perspectiva de Togashi, y en cualquier guerra que se precie siempre hay bajas. Toda una dicotomía que añade cierto valor a la trama, pese a sus siempre presente deficiencias, de las que ya he hablado en diversas ocasiones. Mi valoración final sigue siendo buena, pese a todo, y sigo leyendo la serie con interés, quizá porque me dejo llevar por el valor de una buena historia o simplemente porque he desarrollado cierta adicción a la trama y sus protagonistas. En cualquier caso la sigo disfrutando, aunque sea con un pequeño poso amargo....

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 23.
Con paso lento, pero firme, continúo mi lectura de esta serie, y mi monólogo en este hilo. Debo decir que en este volumen me ha parecido ver una leve mejoría en el dibujo de Togashi. Si bien es cierto que sí aprecio ciertas carencias en este autor como narrador visual, en esta ocasión su trazo parece un poco más regular que en los últimos tomos. Por otra parte, la historia me tiene bastante enganchado, y me parece muy interesante la capacidad del artista para crear ese tipo de poderes tan extraños a los que cuesta hacer frente. Esto es algo que dificulta bastante ver como se va a desenlazar cualquier pelea, dando cierta impresivibilidad a la historia, algo que llegados a cierta edad resulta bastante atractivo. Además, creo que es loable la capacidad de Togashi de ofrecer contenidos de cierta densidad a lo largo de la historia, añadiendo elementos explicativos extensos y muy elaborados, aunque lo que realmente estemos viendo es un extenso combate que se prolonga durante varios capítulos. Sinceramente, nunca pensé que este manga me llegase a gustar tanto, ni ofreciese una lectura tan adictiva en ocasiones, a pesar de todas sus carencias.

La primera mitad de este volumen se centra principalmente en Killua, cuya infiltración ha sido descubierta. En primera instancia tendrá que vérselas con multitud de hormigas quimera de bajo nivel, para después vérselas con una capaz de disparar pulgas a distancia. Finalmente, nuestro protagonista, gracias a sus habilidades,

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  A continuación, Killua se las ve con un poderoso rival, que utiliza una técnica basada en un juego muy particular de dardos. Una vez más,

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Son muchas páginas de peleas, donde vemos un importante evolución en Killua. La narrativa gráfica creo que es bastante mejorable, y no hablo del estilo gráfico del autor, sino más bien de su forma de narrar la historia en las viñetas, provocando que revises las páginas en más de una ocasión para intentar seguir de forma coherente el desarrollo de las acciones de los personajes. Ha habido momentos que me ha costado horrores. Sinceramente, nunca entenderé como este autor cambia tanto después de la primera saga de la serie, donde a mí me parecía un artista que no estaba nada mal. Tenía ciertas carencias e irregularidades, pero narrativamente era coherente. Yo sigo pensando que si se encargara solo de los guiones esta serie ganaría muchos enteros. De todas formas, con todo, se disfruta mucho de la historia, sobre todo por esa capacidad rebuscada de añadir elementos, añadiendo un punto de interés a los combates. Además, me gusta mucho como los personajes explican sus estrategias durante la pelea, sin que uno sepa realmente por donde va a tirar la trama en la siguiente página. Por otra parte, Killua siempre me ha resultado un personaje interesante, que aquí vemos como consigue poner en práctica mucho de lo aprendido, junto a sus capacidades innatas. Creo que es un personaje que me gusta más incluso que el propio protagonista, que después de tantos tomos me parece que sigue mostrando una evolución más lenta.

Otro aspecto interesante es ver como la trama añade elementos de lo más inesperados como es que

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sacando a relucir sus rasgos más humanos. A lo largo de este volumen tendremos un segundo caso similar a este, pero con motivos muy distintos, ya que giran en torno

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esto me hace pensar que las hormigas quimeras no solo han desarrollado aspectos humanos depravados o su lado más oscuro, sino que también hay individuos en los que sale a relucir la faceta más encomiable de la Humanidad. Obviamente, no todo tiene porqué ser malo. Si bien es cierto que nuestra raza tiene muchos aspectos criticables y malsanos, también tiene otros muchos valores buenos, que también conviene recordarlos de vez en cuando.

La segunda parte de este volumen explora varios frentes. El primero de ellos gira en torno a Gon, que conoce a Meleoron, una hormiga quimera que

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Sigo pensando que Togashi tiene una gran imaginación a la hora de generar diseños de personajes. Creo que es el shonen donde he visto los personajes más raros de un manga, a pesar de que en los últimos tiempos Oda ha mostrado casi de todo y en Naruto también pude apreciar gente bastante rara. Sin embargo, éste se lleva la palma, sin duda.

Por otra parte, tendremos al rey intentando dominar distintos juegos de mesa basado en la estrategia, para ello se enfrenta a distintos campeones hasta que conoce a

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Una vez más, me da la sensación que el autor pretende explorar el impacto del lado humano en las hormigas quimera, algo que parece ser más acuciado a medida que pasa el tiempo y siguen evolucionando. Y, finalmente, nos centraremos en el intento por parte de varios hunters dispuestos a atacar la capital del rey mientras Netero sigue con su preparación. Mientras unos intentan reunirse con Killua y Gon, Morel se dirige a la ciudad para desplegar a su soldados de humo, acabando en una trampa de Cheetu, viéndose obligado a jugar al pilla pilla en un escenario creado con nen. Aquí tenemos un enfrentamiento bastante peculiar, donde vemos en acción a un hunter mucho más experimentado que nuestros protagonistas, lo que nos permite ver su forma de medir las estrategias, sopesando los pros y los contras. Para mí, lo mejor de esta serie, esa capacidad de elaborar combates complejos, pese a que partan de conceptos mucho más simples.

Después tenemos a Knov, un hunter trajeado con un poder muy interesante, creando un edificio de nen que le permite moverse como si tuviese la capacidad de teletransportarse. Esto es muy útil para moverse por la capital, pese a ser descubierto. Durante su persecución descubrirá a un importante enemigo, sin saber que su eliminación podría ser crucial para evitar que más hunters sean detectados y descubran sus habilidades ante de enfrentarse al rey. Continuará...

[ultimate_rondador]

Veo que ya has conocido a Artemis.

[oskarosa]

Veo que ya has conocido a Artemis.

¿Te refieres al calamar o al camaleón? 

Por cierto, ¿cuántos tomos hay publicados de la serie hasta el momento? 

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 24.
Disfruto mucho con cada entrega de esta serie, y esta no ha sido una excepción. Pese a las carencias gráficas ya comentadas en otras ocasiones, la intensidad de la trama consigue atraparte de tal modo que acabas totalmente enganchado a la historia. Además, reconozco que Togashi ha pulido un poco su estilo, lo que también lo hace un poco más digerible. De todas formas, el punto fuerte de este manga sigue siendo el argumento, no solo por la adictiva lectura que ofrece, sino también por lo elaborado de los argumentos. El autor es un auténtico especialista en elaborar estrategias desde muchos puntos de vista distintos. De ese modo, vamos tenemos sesudas reflexiones durante los combates cuerpo a cuerpo, pero también vemos como las hormigas que protegen al rey analizan la situación frente al próximo evento, momento elegido por los hunters para intentar matar al rey. El plan de los hunters, como la mayor parte de los planteamientos de Togashi, es algo muy complejo que abarca distintos días y varios protagonistas en una auténtica batalla más próxima al espionaje que a la acción pura y dura. Sin embargo, el autor consigue mantener muy bien el interés a medida que avanzan las páginas y la espera se va acortando transmitiendo muy bien esa tensión previa a lo que se prevé será el tan deseado enfrentamiento final, en el que está en juego el futuro del mundo.

Uno de los aspectos interesantes de este tomo es que como diferentes tramas se bifurcan para contar pequeñas historias con entidad propia. Una de las más interesantes sin duda se centran en el rey de las hormigas, obsesionado con derrotar a una niña ciega al Gungi. La joven, una auténtica profesional de este juego de mesa, derrota al rey en incontables partidas, lo que de algún modo le hace ganarse cierto respeto y quizá algo de cariño hacia ella. No obstante, esta criatura con fines malignos y destructivos comienza a sentir aspectos humanos desconocidos por él hasta el momento. Lo que en un principio parecía ser solo un reto para demostrar su situación por encima de todo el mundo en cualquier aspecto de la vida, se transforma en una reflexión existencial, ya que le hacen plantearse dudas sobre quién es él o cuál es su finalidad en la vida. Además, conoce nuevos aspectos del ser humano, al que tanto desprecia, a través de una simple niña, que ve como a medida que sigue jugando partidas es capaz de evolucionar a niveles increíbles, igual que hizo él mismo cuando empezó con los juegos de mesa. Todo ello provoca sentimientos encontrados en el rey, no solo por mostrar afecto hacia alguien previsiblemente inferior, sino que también acaba desencadenando cierta crisis existencial, lo que quizá podría cambiar algunos aspectos de su futuro más inmediato. Por otra parte, la guardia del rey comienza a observar como estos cambios se producen en su líder, temiendo que esto produzca cambios en los planes próximos en cuanto a la selección programada, en la que convertirán a una gran cantidad de humanos en hormigas quimera, dando el siguiente paso en su conquista mundial.

Ajenos a todo esto, los hunters continúan su elaborado plan para preparar el terreno y así poder matar al rey en el día de la selección. Una trama muy compleja en la que Knov crea con su poder una serie de puertas de escape en distintos puntos del palacio. Además, se infiltra Palm, que pretende usar su poder desde el interior, para que sean sus ojos desde dentro. Por otra parte, tendremos  Morel contra dos adversarios. Primero finaliza su combate con Cheetu y después se enfrenta a Leol en una pelea que vuelve a demostrar la imaginación inagotable de Togashi. Morel es un personaje que a mí me está gustando mucho. Si bien es cierto que reúne los requisitos de extravagancia propios de esta serie, también demuestra una y otra vez la versatilidad de sus poderes. También es cierto que es uno de los que más combates ha protagonizado últimamente. Sea como sea, es un personaje que no tiene desperdicio, y es el responsable de ofrecer la dosis de acción propia de un shonen entre la interesante y densa trama que construye Togashi.

Killua y Gon pasan en esta ocasión un segundo plano, aunque son piezas clave en la reunión de los hunters frente a la batalla inminente, ya que sumas dos nuevo aliados, que son hormigas quimera renegadas. Curiosamente, yo pensé que estos personajes iban a  producir cierto rechazo entre los hunters, pero se ve que tienen una mente abierta y no les afecta. Aunque debo decir que con todas las vueltas que le dan a los planes de ataque, resulta realmente asombroso que nadie se piense ni por un momento que podrían ser infiltrados del enemigo. Sea como sea, se integran muy bien en un grupo que se prepara para la lucha, con sus miedos internos y sus limitaciones, pero también con la fuerte convicción de que van a darlo todo por la causa, ejerciendo un papel propios de héroes, pese a que veremos el lado más humano de alguno como Knov, que tras percibir el aura de algunos de los enemigos más poderosos no puede reprimir el miedo. Un ejemplo perfecto de la tridimensionalidad de los personajes creados por Togashi, otro de los grandes alicientes de la serie, sin duda. En definitiva, un buen tomo de una serie que sigue manteniendo un nivel bastante interesante y adictivo, que nos acerca un poco más a lo que se presupone que será el final de esta larga saga.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 25.
Parece que no vamos acercando al final de la saga de las hormigas quimera y esto cada vez se pone más interesante. Togashi consigue trasmitir muy bien la tensión, aunque hay que admitir que la acción transcurre demasiado lenta en ocasiones. También me parece destacable la narrativa que adopta el autor, ya que los textos narran los hechos como si ya hubiesen pasado, lo que deja una sensación de tragedia inminente. El apartado gráfico sigue en la línea habitual. A mí hay veces que me gusta, y creo que encaja bien con e tono de la serie, en otras ocasiones, sin embargo, se cuela alguna viñeta donde las proporciones son horribles o es estilo feista del autor se vuelve exagerado, pero de momento no te impide disfrutar de la adictiva lectura que ofrece esta serie.

Este volumen está centrado en el asalto al palacio por parte de los hunters. Una vez más, en los momentos previos, aunque durante toda la acción también, Togashi demuestra su capacidad para mostrar de forma interesante aspectos puramente estratégicos. Es increíble la cantidad de vueltas que le dan a todas las variables posibles, pese a que cuando todo comienza comienzan a surgir nuevos imprevistos a los que hacerles frente. Creo que no he leído nunca antes un manga tan estratégico como este antes, en el que todo se analiza con extremada profundidad. Por otra parte, tendremos el enfoque del ataque desde la perspectiva de las hormigas, que también analizan toda la situación ante la probable llegada del enemigo. Con todo, hay que reconocer que pese a tanta preparación, el autor es capaz de dejar un hueco para la sorpresa con momentos verdaderamente impactantes como es la entrada en escena de Netero, un personaje al que se le dedica un pequeño capítulo en flashbacks para que conozcamos un poco mejor la fuente de su poder y una de sus principales habilidades, la rapidez de sus movimientos.

Netero viene acompañado de Zeno, lanzando un ataque bastante impactante sobre el palacio, que sirve de pistoletazo de salida para los hunters. Además, el director de la escuela protagoniza un interesante combate con Neferpitou, que no será capaz de parar al enemigo y evitar que llegue junto al rey. La sorpresa aumenta cuando

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El otro foco de acción se centra en los hunters, cada uno de ellos con uno de los guardias del rey como objetivo. Sin embargo, surgen algunos imprevistos como la presencia de Youpi, que se convierte en el primer objetivo común. Si el ataque de Netero parece narrarse a cámara lenta, este no iba a ser menos, de manera que el lector no pierde un detalle de los acontecimientos. No obstante, debo admitir que en ciertos momentos es desesperante, porque las ganas de saber que va a pasar a continuación te llevan a sentir que todo se está eternizando. Quizá pueda parecer un defecto de la narración, pero la verdad es que es el objetivo del propio Togashi, tal y como se explica en diversas escenas. De ese modo, consigue que el lector viva en sus propias carnes esa sensación de detención del tiempo que experimentan los personajes al vivir una situación al límite. Mis felicitaciones al autor, porque si bien es cierto que es un artista con muchas carencias, también es un mangaka con otras tantas virtudes. Posíblemente sea ese equilibrio y su capacidad para contar una historia interesante y muy adictiva lo que conviertan a este manga en una serie tan entretenida y amena, además de divertida.

Entre los hunters vuelve a destacar Morel, me atrevería a decir que uno de los mejores personajes de la saga. También brilla un poco Shoot, que está en la línea de creaciones extravagantes de Togashi. Asimismo, Killua protagonizará alguna escena interesante y, como no podía ser de otro modo, Gon, que pese a su juventud comienza a poner de manifiesto su potencial y su maduración. En la última página veremos como

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Continuará...

[ultimate_rondador]

He leído Hunter X Hunter Nº 25.
Parece que no vamos acercando al final de la saga de las hormigas quimera

Correcto.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 26.
Un volumen muy intenso en el que el tiempo transcurre muy despacio, pero los hunters van desarrollando su misión con múltiples imprevistos. Me parece muy destacable la forma en la que Togashi consigue transmitir esa sensación de tiempo ralentizado, o como la narrativa en tiempo pasado nos puede conducir a presagios contradictorios. Todo ello contribuye a una historia en la que puede pasar cualquier cosa, con resoluciones totalmente imprevistas o giros inesperados. Sin duda alguna, un buen aliciente para una historia como esta. Lo realmente curioso es la capacidad de análisis de los personajes a cada paso que dan, aunque no por ello todas sus deducciones sean correctas o les sirvan en el transcurso de la acción. Una forma increíble de darle mil vueltas a la situación que ocurre a su alrededor, pese a que no siempre mantengan la clama fría y acaben dejándose llevar por sus emociones. Por otra parte, en el apartado gráfico me resulta muy llamativo ver páginas que parecen esbozos a lápiz, auténticos borrones en ocasiones, frente a otras viñetas perfectamente definidas empleando diferentes técnicas narrativas muy interesantes. Sigo pensando que a esta serie le vendría mucho mejor otro tipo de dibujante, pero también debo reconocer que muchos de estos experimentos narrativos encajan perfectamente con el tono de la trama que imprime Togashi. Pienso que tarde o temprano el dibujo del autor me puede acabar echando de la lectura, pero de momento no lo ha conseguido, lo cual ya es todo un logro.

La trama a lo largo de este volumen está muy fraccionada. Por una parte, tenemos la lucha de Shoot contra Youpi, en la que el hunter no se lleva la mejor parte. Debido a ello,

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El otro foco de atención se centra en Ikargot, que debe infiltrarse para rescatar a Palm. Este es otro de esos personajes que analiza la situación en exceso, pero con más dudas que otra cosa, lo que provoque que sea tremendamente indeciso. Además,

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Ikargot tendrá que lidiar con algunas hormigas con poderes interesantes, como Wefin, que también tendrá un escarceo con Meleoron, otro de los aliados de los hunters con su pequeña dosis de protagonismo, crucial para el desenlace de la pelea de Knuckle. Por otra parte queda en suspenso el enfrentamiento de Morel que apenas avanza, y el de Netero con el rey, que se marchan a luchar en un lugar donde no puedan causar daño a inocentes. Como curiosidad estaría el pequeño papel de Zeno, el abuelo de Killua, un detalle que había olvidado pese a que me sonaba el personaje, que tras cumplir con su papel se dispone a marcharse, pero se cruza con Cheetu, deseoso de probar su nuevo poder con alguien antes de enfrentarse a Morel. Sin embargo, de forma inesperada,

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El otro punto de interés de este tomo radica en Gon, que por fin tiene frente a sí a Neferpitou. Antes que nada, debo reconocer que yo a esta hormiga la veía como a una mujer. Una mujer híbrida, pero de género femenino. No obstante, en los diálogos queda claramente especificado que es del género masculino. Definitivamente, este autor tiene un problema grave en ese aspecto, porque ya es el segundo personaje en el que me sucede algo así, lo cual es algo sumamente extraño. Curiosamente, el desenlace de este encuentro no se desarrolla de la forma esperada, algo que ya les advertía Zeno antes de entrar en el palacio, y que el propio Killua se ofrece a analizarlo desde múltiples puntos de vista. Vaya capacidad de análisis tiene Togashi en algunas escenas, es realmente increíble, aunque también un poco exasperante en ocasiones, todo hay que decirlo. El elemento discordante que trastoca todos los planes es Komugi,

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Esto nos hace comprender aún más si cabe la lealtad de la guardia con respecto al rey y sus deseos, pese a que ya algunos de ellos veían como algo negativo la influencia de la muchacha en su monarca. Esto, a su vez, ha beneficiado también a los planes de los hunters, que se han desarrollado en algunos puntos con menor dificultad de la esperada. Pero, de todas formas, a mí lo que más me ha sorprendido es la actitud de Neferpitou, que se preveía como un antagonista muy poderosa y que al final todo parece indicar que su encuentro con Gon se va a desarrollar de forma muy diferente a lo esperado. Y es que hay que decir que todo este punto de imprebisivilidad le hacen ganar puntos a la serie, porque esa sensación de que cualquier cosa puede suceder al pasar la página aumenta la tensión y el interés durante la lectura. Gracias a ello, entre otros aspectos, estoy disfrutando mucho de esta serie, y cuando acabo un tomo estoy deseando leer el siguiente.

[oskarosa]

He leído Hunter X Hunter Nº 27.
Un tomo interesante cargado de acción, pero también con muchas reflexiones. No deja de ser interesante como Togashi esta desarrollando la trama, pese a que su narrativa gráfica es un poco deficiente. Lo realmente curioso es el devenir de los enfrentamientos, que realmente no parecen llegar a ninguna conclusión clara y evidente. También es llamativo la coralidad de los combates. Nadie parece estarse quieto con un rival y acabar un combate, sino que los hunters van girando en torno  varios de los guardias del rey sin llegar a ningún desenlace. A todo esto habría que sumarle lo que supone este ataque de los hunters a las hormigas. Sin obviar que su poder parece estar muy por encima de los hunters, lo cual resulta increíble, ya que uno podría pensar que los protagonistas de la serie podrían acabar con cualquier enemigo tarde o temprano, pero parece que en esta serie eso no es así. De hecho, veremos como Morel

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Además, nada parece haber salido según lo planeado, a pesar del continuo análisis de cada situación o la propia experiencia acumulada de los hunters. Podría decirse incluso que la misión ha sido un auténtico fracaso, y ha sido más útil para las hormigas, que esta experiencia las ha hecho madurar y volverse más fuerte si cabe.

Todo esto me parece muy interesante, ya que la serie se aborda desde un aspecto muy diferente al esperado, transmitiendo siempre esa sensación de que cualquier cosa puede pasar. Por otra parte, Togashi explora un mayor acercamiento de las hormigas a su faceta humana. Este aspecto viene aparejado de ciertas implicaciones, ya que las ordenes de la asociación de hunters son las de exterminar a las hormigas, como el peligro que suponen para la Humanidad. Sin embargo, lo que parecía una misión sencilla de eliminar a unos monstruos híbridos se complica cuando algunos de los hunters detectan rasgos puramente humanos, así como ciertas reflexiones existenciales que les hacen dudar del elemento exterminador de su cometido. Si este rasgo ya se venía desarrollando con el rey, ahora se acentúa con los miembros de la guardia, lo que nos lleva a la evolución de los personajes y a un futuro incierto sobre ellos. A mí, personalmente, me genera mucha curiosidad ver como va a solventar la saga el autor, porque desde luego no tiene pinta de que vaya a ser de la forma tradicional de un shonen de estas características.

Otro aspecto interesante es ver la enorme evolución que muestra Killua en este tomo, en el que se puede apreciar algunos de los aspectos de su nueva técnica en todo su esplendor. Tampoco servirá para ver ningún desenlace en algún combate, pero a mí me ha resultado muy llamativo. Gon, por su parte, sigue a la espera de poder utilizar a Neferpitou para curar a Kite. También parece que su poder ha aumentado mucho, pero todavía no hemos podido comprobarlo de primera mano. Sin embargo, con la entrada en escena de Pouf, me da la sensación que está pecando de cierta ingenuidad o de excesiva seguridad en sí mismo y sus nuevos poderes. Supongo que en breve saldremos de dudas. Otro de los subargumentos que se ralentiza un poco es el rescate de Palm por parte de Ikargot, cuya misión se complica debido al encuentro con Blovuda. Una vez más parece interponerse esa sensación de humanidad en estas criaturas, capaces de albergar más sentimientos de lo esperado.

Finalmente, tenemos apartado del foco central el enfrentamiento entre Netero y el rey, el cual discurre también por caminos inesperados. No solo por esa crisis existencial que ya venía desarrollando la hormiga quimera, sino por la reacción del propio Netero, que parece dudar de sus directrices. Sin embargo, pese a la negativa del rey de enfrentarse a él, mostrando un mayor interés en el debate dialéctico, Netero se emplea a fondo para intentar obligarlo a que luche. Una vez más, se pone de manifiesto que el poder de las hormigas parece muy superior al de los hunters, por lo que difícilmente podemos tener un desenlace que no implique cierta dosis de tragedia.

Mis sensaciones siguen siendo muy buenas con este manga. Lo estoy disfrutando bastante, pese a las carencias gráficas de Togashi, de las que ya he hablando en más de una ocasión, por lo que tampoco hay necesidad de repetirse. Sigo alucinando con las formas de análisis continua de los personajes, pese a que en la mayoría de las ocasiones tanta deducción no lleva a ninguna parte. Sin embargo, es muy útil para el lector meterse en la mente de los personajes y vivir la situación en primera persona. También me sorprende mucho esa imprevisibilidad en los combates, o lo que parece ser la negatividad del autor a dar por zanjado ciertos envites en algún momento. Me parece que rompe todas las reglas del shonen habitual, lo cual no es en absoluto nada negativo, sino quizá todo lo contrario. En definitiva, una serie que a mí me ha sorprendido muy positivamente, y que me alegro de haberle dado una oportunidad en su momento.