A mí me gustaría saber por qué razones no llega al de Miller.
Si no es éste el hilo, lo podrías comentar el el de personajes e historias en el correspondiente a Daredevil.
A mí personalmente me gusta más el Daredevil de Bendis y luego Brubaker que el de Miller.
Sin extenderme mucho, que además no soy un erudito (en ese foro hay gente que sabe de ésto muuucho más que yo) temas puramente de narrativa de cómic:
- Miller utiliza las viñetas para guiarte por la lectura. Por ejemplo: hace viñetas alargadas para indicar altura, y contrapicados para indicar que DD parece más alto y amenazador de lo que es. Viñetas anchas para indicar amplitud, estrechas para indicar velocidad de acción... sin abusar de las splash-pages por hacer espectacular algo que no lo es. Ésto es algo vital que la mayoría de los dibujantes actuales ni conocen ni les interesa conocerlo. Precisamente en la actual etapa de Daredevil, ésto se está recuperando un poco.
- Utiliza la paleta de colores y las sombas sabiamente: por ejemplo, su DD es más oscuro en los momentos tensos, mientras que en los alegres se ve mucho más el color rojo y todo es más luminoso. Así se influye en el lector sin que él se de ni cuenta.
- Hablando de iluminación, ninguna viñeta es tomada al azar en ese sentido. En un cómic tan nocturno como DD, es un aspecto clave.
- El expresionismo impregna toda la obra: distorsionar los objetos para que enfaticen lo que tú quieres decir (en esto Sienkiewicz era el maestro). Como dibujar una botella de whisky más grande de lo debería ser para indicar una graaan borrachera, hacer que los barrotes de una cama parezcan una cárcel cuando una persona se siente atrapada, o los quicios de las ventanas. Si se observan las viñetas se ven docenas de estos dobles sentidos.
- Utilizar las onomatopeyas y bocadillos de pensamiento en posiciones particulares, no al azar, pare enfatizar su significado y conseguir el efecto deseado.
Eso sin empezar a pensar en cómo cambió al personaje sin que lo pareciera, cómo construyó sobre lo anterior superándolo con personajes como Kingpin o Bullseye, a los que confirió su personalidad definitiva y definida, o la creación de Elektra, heredera de varios personajes femeninos del Spirit de Will Eisner, o de Stick y su orden, o su tratamiento de Matt, donde la dualidad ángel/diablo (abogado/vigilante) está más conseguida que nunca, aunque incluso Matt tiene momentos en que parece muy diabólico (como en su relación con Heather...). Y todo esto sin dejar de lado un finísimo sentido del humor que se ríe de sus propios personajes y los aleja un tanto del dramón.
Y finalmente: conseguir que no te haga falta saber nada de ésto para disfrutar enormemente de un cómic de aventuras, emoción y misterio, de manera que todo el mundo pueda leerlo y disfrutarlo a su propio nivel, sea un niño o un adulto.
El DD de Bendis, sin ser malo, para empezar bebe completamente del de Miller. Después el dibujo de Maleev es espectacular, pero no es un dechado de narrativa: no utiliza casi ninguna de las herramientas especiales que tiene el cómic como medio, que lo diferencian de lo que pueda ofrecer un libro o una película o una obra de teatro. La mayoría de las cosas que plantea Bendis, por ejemplo el leit-motiv de su etapa al completo, es decir que se descubra la identidad de Matt como Daredevil y él lo niegue, sencillamente ya habían pasado en la serie antes: de original no tiene nada.
¿Virtudes? Muchas. Como comentaba, Maleev es espectacular y domina muchas técnicas de dibujo; los diálogos de Bendis, aquí sí, son electrizantes y llenos de significado, guiando muy bien a los personajes, destacando para mí Foggy Nelson, muy bien tratado. El personaje de Milla es todo un hallazgo, aunque lo de la mujer de kingpin no haya por dónde cogerlo. Pero todo ésto tiene que ver sólo con la historia, que es únicamente una de las patas del banco.
En mi humilde opinión, la mayoría de estas cosas leídas de otros e interiorizadas.
