Con
Cara de Ángel termina mi particular recorrido de la RKO.
Y he aquí que me encuentro en el proverbial brete, cuando descubro que esta cinta no cuenta con unos favores del público, tan absolutos como yo he imaginado nada más acabar de verla. Notas tibias, mucho
picha-fría. Hm. ¿Qué pasa aquí? ¿Habré errado el tiro?
A lo mejor es que mi tácita simpatía por los canallas de cara cincelada me hace ver algo que otros espectadores no encuentran. ¿Como he podido caer rendido ante este Robert Mitchum, cuando hasta mis almas gemelas se rebelan contra mí, no radicalmente, pero sí en una respuesta más fría de lo esperada?
Quizás sea simplemente que como digo, me encantan los canallas:
"Francamente querida...te voy a dar de hostias"
Pero no puede ser solo eso. Tiene que haber algo más.
¿Me habré dejado seducir yo también por la
femme fatale?
"Escucha atentamente..."
Pero Jean; si no nos veíamos desde Espartaco. Y además juraría que no eres mi tipo. Con lo poquita cosa que parecías en la primera escena, con ese aire dubitativo y caprichoso de niña bien...pero vaya tortas te gastas.
¿Será que las verdaderas tripas de Hollywood me enamoran como a un colegial? ¿Porque no puedo evitar un escalofrío cada vez que dos estrellas del celuloide se dan un guantazo bien dado? ¿No será esto un principio de tendencias sádicas?
Aunque a lo mejor el secreto radica en el pulso firme y honesto de Otto. Puede ser, ¿no? Sin él, difícilmente se darían los elementos necesarios como para captar mi atención de forma tan completa.
"Donde pongo el ojo...Sh, Quieto Mou"
O quizás sea simplemente que tengo una debilidad manifiesta por el género negro, por cada pequeña partícula que compone este particular subuniverso, desde sus carismáticos perdedores, a sus malévolas urdidoras... Un género al que nunca puedo decir "no", mucho menos, cuando demuestra tamaña proporción de talento.
En estas, muy por encima de un tímido y moralista Bobby Driscoll subido a
La ventana, el siempre presente y grandilocuente
Ciudadano Kane del que poco puedo añadir, la muy competente cinta de terror que es
La mujer Pantera, y la magnífica y entrañable
El Delator, tengo que decir que
Cara de Ángel no cede el primer puesto ante ninguna de estas, solo admitiendo un empate con las dos más potentes; la segunda y cuarta, respectivamente.
Ah, y con
Un lugar en el sol terciando en la disputa. Otra que merece un reconocimiento aparte, pero en esta ocasión, Robert Mitchum se ha llevado el gato y mi crítica al agua por encima de Monty. Que ya se lo decían a otro Monty, este de apellido Brogan:
"Mala suerte"Entre el 9 y el 9,5.
