A mí, en cuestión de mis gustos, me la soplan las cifras de ventas de los Vengadores. Totalmente. Me importan un pimiento.
Me importa si conecto o no con la historia, si a mi criterio está bien o mal contada, si los personajes son ellos mismos, etc.
Es más: me repatea mucho, muchísimo, toda la caterva de títulos, "nuevos", "secretos", "oscuros", "illuminati", "jóvenes" que ha salido a rebufo de esta "gran" etapa. Algunos mejores, otros peores. Pero hemos dejado de poder seguir los Vengadores en una colección, a lo sumo dos, por chiquicientas mil, degradando totalmente el concepto de los Vengadores de igual manera que se degradó totalmente el concepto de X-Men.
Ya no sabes qué serie seguir para leer a tu grupo preferido, ¡hay tantas! Así que ese éxito comercial sin paliativos, para mí ha tenido la consecuencia de tener que dejar de leer la serie por convertirse en "franquicia". Llevo (llevaba) veinticinco años leyendo esta serie.
Así que no, no echaré de menos al calvo. Es más, el calvo me ha echado a mí.
Enhorabuena a los nuevos lectores, pero ya no soy uno de ellos. Fíjate si voy a echar de menos a Bendis...