Ojalá se acordaran de la etapa de DeFalco/Frenz 
Sí, me apunto
. Especialmente a los números inéditos en España
, aunque me parece que no están digitalizados
.
Por otro lado, mencionais el Thor de DeFalco. Bueno, no voy a decir otra vez que me parece poca cosa, al menos sería la primera edición española de algún número
Es cierto que el Thor de DeFalco y Frenz no goza de muy buenas críticas, pero yo al menos quiero romper una lanza a favor suyo. Si algún día se digitaliza y Panini decide publicarlo aquí, creo que a más de uno os va a sorprender gratamente.
Ya digo que, en general, no tiene muy buenas críticas, pero tampoco creo que esas críticas sean tan negativas.
A ver, había cosas que ya estaban bastante trilladas, del tipo otra vez los Celestiales, otra vez los dioses egipcios, otra vez Wundagore, etc. Vamos que en este sentido no era el Thor de Simonson. Además, Frenz optó por imitar el estilo de Kirby (incluso yo diría que el de Buscema) en una época en que ese no era el estilo de dibujo que precisamente más compraban los aficionados, mientras que DeFalco por el contrario buscó más un Thor que se acercase a nuevos lectores que a los aficionados más veteranos.
Es decir, que aunque no sea ninguna obra maestra ni de lejos, es una etapa que personalmente la tengo en muy buena consideración. No me parece una mala época en absoluto. Al contrario. Adolecía quizás de que había pocas concesiones al “impacto al lector” y que todo estaba trabajado a largo plazo, lo que la perjudicaba sus inicios porque parecía que allí no estaba pasando nada. Por ejemplo, la construcción de personajes me parece excelentemente trabajada; de hecho, hoy sería imposible que ningún guionista se tirase tres años construyendo de la nada a un personaje con vistas a sustituir al protagonista del título con motivo de su 30º aniversario, que quizá es al final lo que más se critica de esta etapa, es decir, el que esté encuadrada en una época en que nuevos personajes sustituían a los tradicionales y que casi acabó siendo una moda.
Pero en todo caso, el personaje de Eric Masterson y su entorno, o sus relaciones con Asgard desde el punto de vista de un humano, a mí me parecieron perfectamente construidos y con los tiempos adecuados; y lo mismo con su némesis, Bloodaxe, que también era a la vez humana y asgardiana, por mucho que efectivamente todo acabase recordando un poco al rollo del Duende Verde de Lee y Ditko. Además, había buenas historias como la de la Galaxia Negra, o en general toda la época de Masterson como Thor, que es lo que aquí se quedó inédito.
Si tuviera que calificar de algún modo al Thor de DeFalco y Frenz, yo diría que por encima de cualquier otra consideración me resultó entretenido, que es lo mínimo y lo principal que se le debe pedir a un tebeo, y que fue una de esas series que nunca me arrepentí de estar siguiéndola.
Y desde luego, su mayor mérito, para mí, fue que tuvo que lidiar con ser la continuación a la despedida de Simonson de la serie, que eso fueron palabras mayores. Era una papeleta muy difícil de manejar, y la prueba evidente de esto que estoy diciendo fue que cuando se marcharon DeFalco y Frenz, la serie se hundió estrepitosamente en la miseria durante más de cinco años. Ni siquiera los giros copernicanos que se intentaron dar con autores tan dispares como Roy Thomas o Warren Ellis consiguieron levantarla. Nadie sabía lidiar con el “y qué hacer a continuación” tras el espectáculo que había sido Simonson o el Oficio con que supieron lidiar DeFalco y Frenz.
