He leído
100% Marvel Ojo de Halcón Nº 4: Wunderkammer.
Tras el tostón perpetrado por Fraction llega la nueva serie del arquero magenta escrita por Jeff Lemire, que aterriza en Marvel tras su exitoso paso por DC. Por lo pronto tengo que decir que me ha gustado más que la etapa anterior, aunque creo que eso no era demasiado dificil, la verdad. Aunque tengo ciertas reservas y no ha sido un disfrute pleno. Bajo mi punto de vista, Lemire crea una historia a dos bandas bastante interesante. Utilizando la complicada infancia de Clint, establece un paralelismo con el pasado del personaje y su momento actual en el que trabaja en una misión para Shield con Katie Bishop, su protegida que comparte nombre de guerra. Hasta ahí todo bien, porque el guionista profundiza muy bien en el origen de Ojo de Halcón y nos mete en la piel del niño que sufría maltratos y se apoyaba en su hermano, además de revivir el momento en el que ambos huyen hasta terminar en un circo, siendo acogidos bajo el ala del Espadachín, que les enseña todo lo que sabe sobre la vida. Aquí podemos ver la marcada diferencia entre los hermanos, como Clint tiene una innata habilidad con el arco y se nos cuela un fallo de continuidad con el tema de la sordera, como ya han indicado otros foreros unas páginas atrás. En realidad es una chorrada, pero era algo tan innecesario. Y lo estaba haciendo tan bien hasta ese momento, que me ha parecido un error mayor de lo que realmente es. Quizá no tanto por el hecho sino por el fondo, que no es otro que intentar contar la historia que cada autor quiere sin tener en cuenta la trayectoria de un personaje. No obstante, fallo de continuidad aparte, Lemire entiende mucho mejor a Clint que Fraction, o por lo menos el tratamiento de los personajes me parece mucho más adecuado. Tenemos una correcta utilización del binomio formado por el humor y la aventura, así como esa curiosa relación que tienen Kate y Clint. también me ha gustado especialmente como se intenta crear un nexo de unión entre ambas historias, diferenciadas en el tiempo, dejando implícito ese mensaje de cómo se repiten algunas situaciones aunque cambien los protagonistas, incluso sirve para ver como ha madurado Clint, intercambiando su papel con el que ejercía su hermano. De toda la saga, posiblemente esa conexión entre ambas tramas sea lo que más me ha gustado, cobrando mayor sentido todo en la parte final, con la llegada de Hydra al piso.
El aspecto negativo lo pondría en ese giro final,
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Sinceramente, volvemos a lo de siempre. Los autores quieren contar lo que quieren y lo de universo compartido les da igual. Los personajes son intercambiables por cualquier otro de nueva creación o que viva sus aventuras en otro escenario. Pero es que esto es el Universo Marvel y para otro tipo de experimentos hay otras editoriales o directamente otras líneas. Habrá que esperar el segundo tomo para poder criticar con mayor base, pero a pesar de que en líneas generales me ha gustado, me ha dejado un regusto amargo por algunos detalles que sobraban directamente dentro de contexto.
En el apartado gráfico tenemos a Ramón Pérez, que hace un gran trabajo, pero desde luego no es David Aja. Pero no lo es ni en técnica, ni en frescura, ni en estilo, ni en nada. Me gusta mucho más cuando emplea el estilo pictórico en los flashback. Para las escenas centradas en el presente me parece que flojea bastante. Es un buen narrador, pero abusa de la simplicidad. No es tanto que lo haga mal en ese aspecto, sino que su estilo no me termina de gustar. En la versión pictórica me parece que está mucho mejor, no solo por la profusión de los detalles, sino porque ofrece una narrativa más arriesgada, perfecta para ese ambiente retrospectivo, simulando a un recuerdo o un sueño nebuloso. Como en el guión, hay sus luces y sus sombras. Desde luego es un tomo muy disfrutable, yo me lo he pasado bien, pero por algunos detalles no es un arco argumental todo lo redondo que debería ser. Quizá soy muy exigente, no lo sé, a ver que tal el siguiente tomo de esta etapa, a lo mejor me sorprende de una forma más positiva.