He leído
Coleccionable Ultimate nº 17: Ultimate X-Men nº 5: El retorno del rey.
A pesar de que en el tomo anterior comentaba el descenso de calidad de la serie.En este número no puedo menos que alabar a Millar, porque consigue despedirse de la serie a lo grande.
El primer punto interesante, es que consigue sacar partido de un concepto tan manido como que un megalómano quiera destruir el mundo para recrearlo a su conveniencia.
Además es capaz de dar otra vuelta de tuerca más al tema de la animosidad genética, pasando por los diferentes estadios: odio, persecución y encarcelamiento, aceptación y reconocimiento.
Para mi ha sido el motor principal de esta etapa, que salvo alguna que otra ocasión, ha mostrado al Millar más profundo, aunque su toque de espectacularidad siempre ha estado presente, si no no sería un producto Millar.Aún así hay que reconocer que el escritor asimila los conceptos importantes y trata de ultimizarlos de manera muy satisfactoria.
Además va dejando guiños para los lectores más curtidos, sobre todo con personajes o escenarios que no son más que meros secundarios.Aunque el guiño que más me ha gustado es ver los nombre de las identificaciones de los guardias de Magneto.
Pero además de lo bien tratado que está el "problema mutante", lo que más llama la atención de manera satisfactoria es el tratamiento de los personajes.
La relación de Xavier y Magneto, a pesar de los cambios pertinentes, creo que es fiel a la esencia de ambos.
Es muy interesante ver como ambos comparten un sueño y en determinado momento sus camino se desvían para convertirse en enemigos por culpa de la humanidad.
Otra relación tan interesante como bien llevada es la de Cíclope y Lobezno, donde Millar hace algo que me ha sorprendido.Convierte a Logan en alguien despiadado y sin honor.
Obviamente a los amantes del personaje esto les puede haber molestado, pero a mi me satisface ver otro punto de vista diferente, ya que no es el mismo personaje, de esa forma la historia da un giro inesperado y sorprende, aunque también es cierto que es algo predecible.
Para mi un tomo muy bueno, cercano al primero en calidad, y que supone un broche perfecto para el fin de la etapa de Millar, que me ha devuelto el interés por los mutantes como hiciera el yayo en su día.
Rara mi el único error, aunque reconozco que es algo insignificante, es que el final de la historia se alarga demasiado.Sin embargo tiene su explicación, ya que el autor deja el escenario preparado para el próximo guionista.Y me parece bien que deje todos los cabos abiertos, y alguna pequeña insinuación también, da más cohesión a su etapa.
En el aspecto gráfico nos encontramos a Finch y Kubert, dándose algo muy curioso.Ni Kubert me ha gustado tanto como en anteriores números, ni Finch me ha parecido tan exagerado como en otras ocasiones.
De todas formas estas alternaciones de dibujantes no me terminan de convencer y menos en un arco de este tipo, pero por lo menos está a la altura de los anteriores.
En el siguiente creo que llega Bendis, a ver que hace ahora.