Yo creo que ahora los cómics tratan ciertos temas de manera muy superficial, y se camufla haciendo pornografía de la sangre, la muerte, los psicópatas y la violencia desmedida. Se fomenta el no pensar, en quedarse con la splash page y en la palomita, y en que haya que leer lo menos posible no vayamos a hacer reflexionar a nadie y se le queme el cerebro.
En los ochenta los cómics tenían mucho más calado, había menos violencia explícita y los personajes actuaban de acuerdo a un código ético que ahora no existe, y esto contrastaba con las historias de sexo, drogas, violencia, injusticia social y prostitución... que además podían leer hasta los niños, formándose un juicio moral sobre lo que era malo y lo que era bueno.
Tomemos un personaje como Lobezno, que tenía un código ético y para el que matar a alguien no era cosa de broma: lo hacía cuando había que hacerlo sin remordimiento pero sólo si era estrictamente necesario. Llegaba a pelear sin sacar las garras, llegó a proteger enemigos cuando ya estaban derrotados, era un faro de ética para la Patrulla-X. La misma Patrulla-X, o los Vengadores, tenían un pedestal de ética desde el que podía mirar a los villanos y decirles: soy mejor que vosotros. Yo no mato, mutilo, torturo con gratuidad. Soy mejor que vosotros.
A día de hoy no queda nada del samurai, del hombre de honor. Igual asesina a un villano que le corta el brazo a un ladronzuelo, siempre saca las garras lo primero y luego pregunta, es un asesino sin control y sin conciencia. ¿Cuándo fue la última vez que Lobezno se arrepintió de un ataque de furia? Los autores se han quedado con la superficie del personaje obviando su fondo, y como resultado el personaje es mucho menos rico. Hoy es la matanza por la matanza, gratuita y mamporrera.
Y como casi todos los personajes están tendiendo a ese modelo, acabamos con un UM y unos héroes que me pensaré muy mucho si introduzco a mi hija, porque no son un modelo ni de conducta ni ético.