Grandísima etapa, tanto a nivel de guión como de dibujo
Roy Thomas se propone la tarea de dotar al Hombre Submarino de toda una nueva mitología, alejada de las intrigas palaciegas que habían caracterizado en su mayoría el serial del personaje en Tales to Astonish, y para mí lo consigue con creces.
Reivindica personajes de segunda categoría. Utiliza a Tritón, quizá el Inhumano más infravalorado por aquel entonces, y lo convierte en un invitado de lujo, sentando las bases para muchas apariciones posteriores que por poco no le convierten en secundario. Rescata al Hombre Planta, que a pesar de su hortera uniforme adquiere miras más altas y logra sembrar el caos en las costas de Inglaterra. Y se da el placer, como tantas otras veces a lo largo de su carrera, de explorar de nuevo el rico pasado que supone la Edad de Oro de Marvel y trae de vuelta a Toro, en una historia dónde nada es lo que parece y el mencionado personaje tiene un emotivo final, y a Betty Dean, la que fuera aliada, y en secreto amor imposible, de Namor.
Crea personajes clave. Y el mejor ejemplo es Mantarraya. Primero en su identidad civil, Walter Newell, y a continuación en su encarnación enmascarada. Con uno de los uniformes más únicos que se puedan encontrar en las páginas de un cómic Marvel, Thomas crea un personaje que aunque nunca ha despuntado del todo, acabaría convertido en secundario fijo y después en Vengador. También cabe destacar que aquí debuta la que acabaría convertida en su esposa, Diane Arliss, y de cuyo hermano hablo a continuación.
Respecto a la galería de enemigos de Namor, esta era un poco escasa por aquel entonces, y excepto Attuma, ninguno daba la talla en lo que a poder se refería. Krang ó Byrrah no eran más que instigadores, muy peligrosos, pero poco vistosos. Y para cambiar todo eso crea al que posiblemente sea el enemigo más emblemático junto al mencionado rey bárbaro. Tiburón Tigre da auténtico miedo en sus primeras apariciones, una máquina de pura rabia y ferocidad incontenibles que ha supuesto muchísimos quebraderos de cabeza para el atlante, y que además cuenta con un importante factor: Acepta su inhumanidad y la usa en su beneficio.
Pero no sólo tenemos al viejo Todd Arliss. También se presenta por aquí a Orka, el villano "forzudo" que no puede faltar en ninguna galería que se precie. Nunca una amenaza implacable o global, pero siempre un personaje que da gusto ver repartiendo estopa. También el Doctor Dorca, creador de Tiburón Tigre y científico de dudosa moralidad.
La guinda del pastel se la guardó Thomas para el final. Para un servidor, todo héroe debería tener dos tipos de némesis. Una física, que lo lleve al límite de su poder. Y otra cerebral, que sea capaz de hundirlo una y otra vez sin necesidad de recurrir al poder puro. Y este segundo perfil lo encarna Roy Thomas en la que es para mí
la peor enemiga de Namor. Llyra, una auténtica, y permitidme la vulgaridad, "zorra submarina", que posiblemente sea la que más daño ha causado a Namor, privándole tanto de su amada como de su padre. Un personaje genial que no tiene el reconocimiento que se merece.
Escribe un momento definitorio del personaje. Y esto se puede enlazar con lo último que comentaba de Llyra. Casi como su canto del cisne en el título, Thomas decide acabar con el personaje secundario más importante de todos. Lady Dorma muere en brazos de Namor como resultado de las malas ideas de Llyra y agonizando por la falta de agua, mucho antes de que Norman Osborn decidiera truncar para siempre la vida personal de un tal Peter Parker. ¿Dar nuevos aires a Namor deshaciéndose de un posible lastre para sus aventuras? ¿Aportar un toque trágico a la serie? Quién sabe cuál era la intención de Thomas en aquel momento. Lo que sí se sabe es que el autor con los años se ha arrepentido enormemente de ello, y ha declarado que le gustaría no haberlo hecho.
Da una grandísima variedad a la serie. Y es que, una vez más, después de lo visto en el serial de Tales to Astonish, toda esta etapa supone un tremendo golpe de aire fresco. Hércules, el mencionado Tritón, un nuevo encuentro con el Doctor Muerte pero en circunstancias muy diferentes, el Capitán Mar-Vell, Cuervo Rojo, el Hombre Dragón, viajes a los confines del océano... Un carrusel que casi no se detiene en ningún momento.
Y llego aquí, veo el semejante tocho que estoy escribiendo, y me doy cuenta de que ni siquiera he mencionado una de mis historias favoritas de los años 60, que es la larguísima saga que abre la colección.
La trayectoria de serial de Namor se había cerrado con la aparición de un misterioso enemigo con poderes mentales y un extraño artefacto denominado el Casco de Poder, que respondía al nombre de Destino. En el primer número de la nueva serie, y con más de 20 páginas a su disposición, Thomas aprovecha para repasar la trayectoria de Namor y utilizar al mencionado villano para, en un excelente ejercicio de retrocontinuidad que debería ser el primer ejemplo si hubiera un manual sobre el tema, explicarnos la auténtica historia que había detrás de la destrucción de Atlantis y la amnesia del atlante que mostró Stan Lee al reintroducir al personaje. Destino se erige como responsable máximo de todo y Namor reclama venganza.
Es así como empieza una larga historia-río con tramas satélite que duraría la friolera de trece números. La alianza con Tritón para detener al Hombre Planta y su monstruosa creación, un nuevo intento de conquista por parte de Attuma o el nacimiento de Tiburón Tigre. Todo ello tramas elaboradas y muy lejanas del concepto de mero relleno, que número tras número retrasaban al protagonista para hacer lo que todos esperaban. Y finalmente el enfrentamiento entre Destino, que se permite el lujo de auto-declararse amo y señor de todo el mundo en televisión, sólo para acabar totalmente absorbido por el poder que maneja y muriendo.
¿Y así acababa todo? Ni por asomo. El Caso de Poder se convierte en un protagonista más, y peleas con la Cosa o el Capitán Barracuda (el único hombre sobre la faz de la Tierra capaz de ver a través de un parche, gracias a un desliz de Colan) mediante, se descubre que es mucho más. El Caso de Poder da paso a la Corona Serpiente y se presenta a Naga, otro villano de diez, un decrépito emperador con aspecto reptiliano adicto al poder y que quiere recuperar como sea lo que se le arrebató hace siglos. Poniendo en jaque a Namor, sólo un golpe de suerte en forma de traición hacia el villano logra salvarle, y el atlante consigue un nuevo aliado mientras Naga muere y se pierde en las profundidades del océano junto a la Corona Serpiente. El casco de marras volvería a las andadas en otras sagas para el recuerdo, pero eso es otro asunto.
Respecto a la parte gráfica, John Buscema está pletórico, como todo lo que tocaba por esta época. Marie Severin no se queda atrás y se marca un gran trabajo, creando la imagen icónica de la Corona Serpiente. ¿Y qué decir del grandísimo Sal, hermano pequeño de John? Y si además tenemos "sustitutos" de lujo como Colan, ¿qué más se puede pedir?
Me dejo en el tintero alguna cosa más, y hago especial mención a la famosa historia que sirve como germen de los futuros Defensores, y que muestra una unión entre Namor, Hulk y Estela Plateada en sus páginas.
Y para demostrar que no es oro todo lo que reluce, me gustaría mencionar que también hay alguna trama en la que Thomas parece que imita al peor Stan Lee, como esa extraña alianza entre un atlante de la corte y unos extraterrestres que tiene como consecuencia que Namor no pueda introducirse en el agua. Esta idea es original y muy buena, pero no tanto llegar a ella de una manera tan bizarra.
En definitiva, que ya va siendo hora, me parece una etapa muy buena y que redefine al personaje. Lo malo es que los autores posteriores no supieron aprovecharlo, y la cosa se fue diluyendo más y más hasta provocar la cancelación de la serie. Pero la mayoría de cosas en las que uno piensa al repasar la trayectoria de Namor está aquí. Y todo ello acompañado por una serie de artistas increíbles.
Calidad:
8’5. Mira que me resulta difícil dar notas. Sé que mañana le daría más o menos si me preguntan. Bueno no, mañana no le daría nada que es lunes, menos mal que lo has puesto hoy
.
Importancia:
7’5.