Pues al fin me leí el CMH 3: "Capitán América; la leyenda viviente" y me he quedado un poco ![Sospecha :sospecha:](https://foro.universomarvel.com/Smileys/marvel/inquisitive.gif)
Teniendo que elegir entre contestar tu mensaje o contratar a un par de sicarios para que te den un susto, optaré por la vía más barata.
Comprendo tus argumentaciones, y hay algunos puntos en los que podemos estar más o menos de acuerdo, pero también hay que tener en cuenta quién es el Capitán América y hasta que punto esta etapa busca regularizar su estado en el Universo Marvel. Para empezar, hay que tener en cuenta que la mayoría de los iconos de la editorial fueron creados y desarrollados por Lee y sus dibujantes, buscando ciertos lugares comunes en cuanto a todo lo que les rodea.
Steve Rogers, por contra, es un personaje heredado al que se le quitan las telarañas para integrarlo en una época a la que no pertenece. Con los años también tendrá su entorno, claro, pero estamos hablando de otros supers (Los Vengadores, el Halcón) o agentes de Shield (Sharon Carter o Nick Furia).
Lo que Stern y Byrne buscan en estos tebeos es, entre otras cosas, crear un entorno para el personaje. Y recurren a ciertos tópicos, en eso estoy de acuerdo, pero eso en Marvel no me parece especialmente criticable. Y si lo criticamos, deberiamos señalar también el hecho de que Peter Parker se ha criado entre megalómanos asesinos, genios sicóticos o, simplemente, personas con superpoderes; o que la Patrulla-X de la Segunda Génesis era una especie de ONU en la que sólo faltaba un personaje hispano para tocar todos los palos.
Tan sólo la idea de que se intente hacer de Steve Rogers un personaje de interés con una vida más allá de calzarse el uniforme y el escudo ya merece mi reconocimiento. Es de suponer que los secundarios que se crearon para la ocasión responden a ciertas necesidades de acompañar al personaje de gente que refleje su carácter simbólico. Se podría haber buscado a gente menos estereotipada, claro que sí; pero esto es Marvel y cada personaje está por algo concreto, incluso los más secundarios.
Sobre el simbolismo patriótico del personaje, creo que es muy fácil confundirse. Como bien has apuntado, durante mucho tiempo el personaje ha sido visto en España con recelo (supongo que se debe a que nuestras características históricas han motivado que durante mucho tiempo se escapase como de la peste de todo lo que huela a banderas o a amor patrio, viendo sólo los dos extremos e ignorando que entre blanco y negro hay muchas tonalidades grisáceas; una tendencia que, curiosamente, la selección española de fútbol ha conseguido cambiar, aunque todo esto es otro tema). El caso es que es fácil ver al Capitán América como el símbolo de América, y creo que lo que verdaderamente simboliza es el sueño americano, que no es lo mismo.
Así, las etapas del Capi suelen estar estrechamente ligadas a la actualidad del país, sólo hay que contextualizar la época en la que renunció a sus colores para convertirse en Nómada o la realidad política americana en el momento de su muerte a manos de Brubaker. Estos tebeos pertenecen, si no me equivoco, a la transición entre Carter y Reagan y el famoso número presidencial viene a colación de ese cambio de mentalidad en la búsqueda de alimentar el espíritu de nación orgullosa americano. Si los tiempos hubiesen sido más convulsos, no me cabe la menor duda de que el tono de esas historias habrían sido muy diferente. Pero es lo que hay, y ese rasgo es inherente al personaje.
Y sobre las historias en sí mismas, sólo puedo decir que adoro todas y cada una de ellas. El Forjador de Máquinas y el Hombre Dragón, Batroc y Hyde, el Barón Sangre y los lazos que unen al Capi con su pasado en la Segunda Guerra Mundial y, por supuesto, el número de aniversario con EL ORIGEN (así, con mayúsculas) del personaje. La única pega es que durase tan poco y nos perdiésemos lo que Stern y Byrne pudiesen tener preparado con Cráneo Rojo, Zola y demás farándula que suele tenerselas tiesas con el Capitán América. Pero, a pesar del handicap de su brevedad, yo si creo que estos tebeos además de antiguos son clásicos (por los autores implicados en el proyecto y por la calidad de lo que se cuenta, además de suponer un nuevo punto de partida para el personaje en el aspecto menos desarrollado de su personalidad; ganas que tengo de leer la etapa de DeMatteis y Zeck para ver cómo sacan tajada de ese nuevo entorno).
Pd: A pesar de que me encantan las etapas de Waid/Garney y de Brubaker/Epting, esos tebeos van exclusivamente del Capitán América. Ahí no veo a Steve Rogers por ningún lado (si acaso, a un tío rubio que asoma a veces cuando el Capi se quita la máscara, seguro que se me entiende). Aunque por otra parte, es la única pega que se me ocurriría ponerle a ambas etapas.
Pd2: Tienes lo del Imperio Secreto y el Nómada aquí (
http://www.paninicomics.es/web/guest/titulo_detail?viewItem=638331). Aunque estoy seguro de que tarde o temprano se reeditará en otras condiciones.