A ver, no me gusta mucho valorar autores sin tener una buena perspectiva de tiempo, pero bueno, si se trata de hacer juicios de valor, me parece que está escribiendo buenas historias de Dredd. Un poco al estilo de las que hacía Al Ewing para Dredd antes de que le conocieran los americanos.
Carroll lleva ya 6 años escribiendo a Dredd (en los comics me refiero, porque un poco antes ya había escrito dos o tres novelas sobre los primeros años de Dredd y Rico) y hoy en día ya está bastante hecho al personaje. Al principio hacía historias cortas y luego poco a poco ya ha ido metiendo sus propias tramas, más o menos independientes de las de Wagner.
Últimamente estás viendo un montón de historias suyas de Dredd en el 2000AD porque se ha montado una trama bastante larga que tiene sus ramificaciones en el Megazine, en otra historia que también está escribiendo él. Sabe aprovechar bien los personajes clásicos de la serie (de hecho, en los Progs 1963-1968 se ha traído de vuelta a la antigua Juez DeMarco) y ahora está aprovechando una historia anterior suya de los Progs. 1934-1939 (Blood of Emeralds) para montarse esa trama larga que te comento y que ha comenzado en el Prog. 1973, con los Jueces de Brit-Cit y de Texas City apretando los tornillos a MC-1, que tras el Día del Caos, es un gigante con pies de barro que precisa de la ayuda de sus aliados para salir adelante. En esta saga de Carroll, los británicos quieren que les extraditen a Dredd a cambio de seguirles ayudando y Hershey no está por la labor, aunque el verdadero problema de Hershey es que Dredd parece haber muerto en una explosión aérea en la Tierra Maldita. Tras varios números de incertidumbre, Dredd parece sin embargo que está vivo en el último número que ha salido (o mejor dicho, en el último número que a mí me ha llegado), aunque la saga todavía sigue su curso y no ha terminado.
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Pero vamos, si lo que te interesa es saber cómo se maneja con Dredd y los demás personajes de la serie, pues ya sabes cómo va esto, es decir, que cada uno te dirá lo que le salga de la punta del prepucio en función de cómo se haya levantado ese día, pero desde mi punto de vista, la verdad es que a mí me parece que los maneja bien.