Llega un momento en que las estanterías dicen basta.
Estas eran dos de mis cinco estanterías principales:
Que se han convertido en:
Todas las grapas han pasado al fin a cajas, enfundadas en sus bolsas, como ya estaban la gran mayoría, y apartadas a un lugar sin sol ni humedad.
Siempre me gustó tener las grapas visibles y de fácil acceso, pero como se ve en la primera foto, las baldas empezaban a combarse bajo el peso
Y cada vez el espacio era menor.
Así que bueno; cajas al altillo, y tomos en estante.
No ha quedado mal la reubicación.