El uso de modismos y la adaptación del lenguaje es algo muy delicado, especialmente en dialectos.
Yo coincido con Eleder en que tanto como profesional como lector, quiero que los textos tengan "sabor". Pero de una manera lógica.
No me vale, por ejemplo, que Pícara hable como si fuera de Cádiz por eso que es el Sur de España igual que el Sur de EE. UU. con sus pantanos.
Un
" I'm readin' u, sugah" no me vale en un
"No ni na, pisha".
En esos casos, prefiero el uso de modismos propios de esa región, y no hacer un trasvase cultural que va a terminar de arruinar la esencia del personaje. Tal vez no haya manera de emular el lenguaje de Texas o Nueva Orleans en español, pero cosas del tipo "los viejos Pa y Ma Mckein", sí pueden dar sabor, por ejemplo.
Yo al traducir, trato siempre de conservar la personalidad del personaje.