Una novela gráfica es un tipo de comic-book que reúne las siguientes características:
Formato e impresión de lujo, habitualmente con tapa dura.
Un único autor o grupo de ellos, generalmente de prestigio.
Pretensiones literarias y de gran calidad.
Una única historia, larga y compleja.
Destinada a un público maduro o adulto.
Sin embargo, los límites del término aún no están establecidos claramente. Así, con frecuencia se utiliza para obras que no reúnen todas estas características, como recopilaciones en tomo de obras pensadas y publicadas de forma serializada, o incluso a antologías de obras de distintos autores. También ha llegado a abarcar obras que tienen poco o nada que ver con el comic book estadounidense. Con frecuencia, esto se debe a motivos comerciales o de prestigio; así, la consideración de una obra como novela gráfica es a veces muy subjetiva.
El término surge en los años 60 y 70 como parte de los movimientos que, sobre todo en Francia referido a obras de EE. UU., trataban de dignificar la historieta como medio artístico, frente a su concepción imperante en aquella época como un medio infantil, frívolo o humorístico. Se trataba de tener el análogo en historieta a una novela o una película, aplicándose así a obras con unas mayores pretensiones literarias.
Básicamente, podemos decir que una novela gráfica es una una historia, un relato, una narración, adaptada para ser ilustrada a manera de comic. Dicho de otra manera, es un comic cuya historia es una obra literaria bien escrita, bien sustentada y con la pretensión de serlo.