No creo que un "es cuestión de gustos" sea aplicable ante un "no le he leido ni pienso leerlo".
Reitero que el buscar las costuras a una obra tan aparentemente intocable como Watchmen me parece un ejercício muy sano y recomendable. No es un pecado, ni mucho menos, el no disfrutar de ella. Y tampoco lo es el no leerla, por supuesto. Pero el hecho de que un aficionado al comic se niegue a leer (e incluso alardee de ello) una obra que ha recibido niveles de pleitesía tan unánimes por parte de crítica y público durante dos décadas, que ha trascendido (utilizo la palabra deliberadamente como guiño a Last Avenger, que ha demostrado que sabe buscar la palabra en el diccionario pero también que, al parecer, aún así no comprende su significado) el medio, extendiéndose como pieza más que recomendable entre la literatura anglosajona de fin de siglo y que ha demostrado ser uno de los comics con mayor impacto cultural y grado de influencia de los 80, demuestra una falta de inquietud y de interés en el medio asombrosos.
Cualquier cinéfilo que se precie intentará tener una opinión formada sobre Ciudadano Kane, aunque sea para argumentar por qué no le parece tan crucial como se dice. Y ya que se ha puesto como ejemplo el western, películas como Sin Perdón, La Diligencia o El Hombre que mató a Liberty Valance ayudan a definir el género y a ampliar sus horizontes, a demostrar hasta dónde puede llegar.
De la misma manera, Watchmen es uno de esos comics (no el único, desde luego, pero tampoco es que surja uno cada dos meses) que ayudan a definir el género y a ampliar sus horizontes. Tan sólo ese argumento debería ser suficiente para que cualquiera que tenga un mínimo interés en el comic intentase formarse su propia opinión sobre la obra.
Un saludo.
David.