He terminado "
El enredo de la bolsa y la vida", de Eduardo Mendoza.
Hace ya muchos años que conocí el debut de la saga, con "El Misterio de la Cripta Embrujada". En concreto, estaba en el instituto

Y Mendoza debía de ser
trending de aquellas, porque conozco más de un caso, en institutos de distintas ciudades, donde el libro de Mendoza fue lectura obligada. En su momento me partí de risa con el Misterio de la Cripta, toda vez que combinaba el humor con una trama policiaca que atrapaba desde el primer minuto, y que es la misma fórmula que se usa ahora en la secuela.
Y ahora, saltándome otras entregas intermedias de la serie de libros del detective loco, como "El laberinto de las aceitunas" y alguna que otra novela cuyo nombre no recuerdo, llegué al Enredo de la bolsa y la vida, libro que me habían regalado cuando salió, con dedicatoria y todo, allá por 2012. Hasta ahora se había muerto de asco en la estantería. Lo saqué después de deglutir al mediocre de Sanderson y no veas cómo se nota la diferencia.
Qué fino es Mendoza y qué bien escribe el jodido. Da gusto leerle. Pero de Mendoza ya se han contado muchas cosas buenas. Así que creo que es más interesante contar las malas, o las mejorables, del libro: no sé si soy yo o es el libro. No recuerdo si al Misterio de la Cripta le pasaba lo mismo. No sé cómo reaccionaría ahora si leyera otra vez el libro que me metí entre pecho y espalda siendo quinceañero. Pero el caso es que ahora, tras ventilarme "El enredo de la bolsa y la vida", detecto que tiene un punto de humor algo cliché. Si bien Mendoza es finísimo y te hace carcajearte mucho, tiene también trazas de humor muy de guion barato Los Serrano style. Me refiero a clichés de chinorris o manidas escenas de capones que me han hecho fruncir el ceño más de una vez. ¿Me estoy volviendo ya insoportable, a las puertas de mis cincuenta tacos? ¿O tal vez es que Mendoza se ha apergaminado con los años y tiene ya un humor algo rancio a ratos?
En cualquier caso, el saldo es claramente positivo. Es un placer leer a este hombre. La historia de "El enredo" es como un Mortadelo y Filemón Deluxe. A ver si me voy poniendo al día con él, ya que solo he leído, aparte de los ya citados libros, el de "Sin noticias de Gurb" que me hizo también descojonarme vivo.
Muy recomendado.