No estamos solos. Lo parece pero no es así. El omniverso es el conjunto de todos los universos existentes en la creación. Nosotros nos encontramos en un universo concreto, pero hay más. A su vez, cada universo del omniverso puede ser simple o múltiple, recibiendo en este último caso el nombre de multiverso. Tantas realidades, tantos mundos, tantas aventuras. Aún no podemos visitar esos otros mundos. Pero sí podemos conocerlos. ¿Qué pensáis que son los cómics? Los testimonios escritos de lo que ocurre en otros universos.
Uno de esos universos -que además es múltiple- que tanto nos gusta recibe el nombre de Universo Marvel. Allí, por fin, el Reinado Oscuro parece estar llegando a su fin. El Reinado Oscuro, una etapa realmente triste en la vida de los superhéroes de ese multiverso. Cuando la política decidió intervenir el mundo de los superhéroes sin contar con ellos, los legisladores promulgaron la ley de registro superhumano. Todo superhumano debía identificarse y registrarse en una base de datos del gobierno. Aquellos que no quisieron estar clasificados se convirtieron de la noche a la mañana en delincuentes. Héroes que llevaban años arriesgando sus vidas por salvar a los inocentes buscados, apresados y encerrados de repente.
En medio de este giro dramático de los acontecimientos, un hombre, un villano, aprovecha el contexto para trazar su plan para llegar a lo más alto. Es Norman Osborn. Manipulador, esquizofrénico, egocéntrico, bipolar, sádico. Su objetivo: tener en sus manos la seguridad del país, convertir a los superhéroes en proscritos y que el crimen campe a sus anchas para su beneficio propio y a espaldas de los ciudadanos. Primero, como director de los Thunderbolts y luego, como director de H.A.M.M.E.R. -la extinta S.H.I.E.L.D.-, Norman Osborn rige los destinos del país mientras la población le aplaude.
PD: vale, sí, me he flipado. Tenía ganas de escribirlo.