En los primeros cinco tomos de Dr. Slump me he encontrado con un montón de guiños a Star Wars: el autor cuela siempre que puede a algún personaje de la saga, ya sea Yoda encima de una palmera, o R2-D2 como aspiradora o guarida del malo. De hecho, uno de los policías de Villa Pingüino es un soldado imperial. A esto habría que añadir otros, como el que el barbero del pueblo sea Clint Eastwood en su época de "Harry el Sucio", que allí viva "Suppaman", que tiene su propio cruce con "Parzán", o un episodio dedicado en exclusica al Sr. Spock. Y eso por no hablar de los guiños a Ultraman y a Godzilla y demás monstruos del cine nipón.