Ten Shin Han
2 vs. 1 Oolong
Me encanta Ten Shin Han. Realmente impone, y su estética me choca bastante, destacando el tercer ojo.
El hecho de que protagonizara el argumento que fuera una constante a lo largo de toda la serie, es decir, el rival que pasa a ser aliado, me encanta. La verdad es que casi todas las ocasiones en que esto sucedió Toriyama sabía hacerlo con alma, como en absolutamente todo el manga, muy regular en calidad salvo contadísimas excepciones en todo momento, pero con Ten y Chaoz para mí fue especial. ¿Era la primera vez, no?
Que su entrenador, y el de su amiguito (hasta el momento, y hasta que no confirmen nada, son sólo eso, amigos), Chaoz, fuera la antítesis del de Goku era algo interesante. Su rápida redención me gustó.
Oolong era como habéis dicho, un puto amo, y me encantó, pero su presencia es demasiado corta comparándola con la de Ten, además de que pronamente perdió su sitio en Dragon Ball. A mi gusto, el gran fallo de Toriyama aquí era no saber conjugar todos los elementos y personajes. Más que fallo, decisión. Porque no me trago que semejante genio pudiera fallar en esto, simplemente creo que decidió que la etapa cómica había pasado, lo que implicaba ir dejando de lado a personajes como este. Y a mí eso no me acaba de convencer, por eso no le voto.
Piccolo Jr./Ma Junior
2 vs. Yamcha 1
Voto a Piccolo, y me extenderé, si hay ganas, hacia la final o semifinal, a la que supongo llegará Piccolo, uno de mis dos personajes favoritos de la saga. Así que más que explicar por qué voto a Piccolo, prefiero explicar por qué no voto a Yamcha. Y en realidad la explicación es similar al hecho de no haber votado a Uulong.
Y aunque Toriyama sí siguió en este caso con el personaje, porque estaba relacionado con la lucha, en mi opinión debería haberle encontrado algún momento épico. Al final todo recae en los grandes (aquí cuento a Satán, una incorporación de ''última hora'' que al final es de lo mejorcito del manga), pero volvemos a lo mismo. Toriyama tenía tal control de su serie y sus personajes, qué duda cabe, que escribió lo que sentía que debía hacer. Eligió y lo hizo de puta madre, pero yo habría sumado a la genial idea de que Satán tuviera la última palabra para salvar al mundo -bueno, en realidad el cerebro de la operación fue Vegeta- a algún personaje secundario que también tuviera su momento de gloria. De esa manera se podría haber dado otro mensaje a los lectores más jóvenes, pero qué coño sabré yo de guionizar, al fin y al cabo