Quiero destacar que la edicióna americana la primera tirada se asgotó y la segunda tirada se vendió en su totalidad. Ahí es nada.
A ver, a ver, no confundamos términos: se vendió porque el cómic USA se encontraba en plena vorágine especulativa, y los especuladores creyeron que este cómic concreto iba a valer muchísimo dinero en el futuro por el tema que trataba. Naturalmente, hoy sabemos lo que pasó con todos esos especuladores (algunos de ellos, a fecha de hoy, aún incluyen en su dieta diaria un cómic de Jim Lee con tomate) y con todos los cómics supuestamente valiosos de esa época...
Que este integrado no indica que deje de estar discriminado. Que no es lo mismo. Y cuando se declaró abiertamente la homosexualidad de Wiccan y Hulking Marvel recibio una avalancha de cartas quejándose del asunto por inmoral.
¿Esto es así? Creo que fue sólo una carta, ¿no? De hecho, las de apoyo sí que fueron varias más. Independientemente de eso, ¿tú crees que tiene algún valor que un gay como Allan Heinberg meta en su serie a personajes gays? Yo creo que no mucho, y este caso concreto no me demuestra que el tema esté en absoluto integrado.
Más valor tiene que quien quisiese hacer gay a Estrella del Norte fuese John Byrne, con quien el lector
actual medio tiene más en mente como alguien intolerante y casi fascistoide, cuyo dibujo sugería de forma magistralmente subjetiva lo que no estaba autorizado a mostrar. Y Bill Mantlo quiso continuar sugiriendo, pero tampoco se le dejó.
Lamentablemente, la salida del armario oficial del personaje fue por parte de Lobdell, Pacella y Panosian, autores de talento muy irregular en el caso del guionista y absolutamente nulo en el de los artistas. Habría sido bueno ver tratar este tema por autores de más talento como Peter David (quien no ha sido el primero en sacar del armario a Ríctor y Estrella Rota.... el primero fue... ¿John Francis Moore? - pregunto-) o los propios Byrne o Mantlo.