Uno de los poquísimos casos en los que me he arrepentido de ir al cine a ver una película. Hace ya cuatro años de su estreno, y sigo recordando su título, porque me jode mucho ir al cine y que una película no sea ni siquiera entretenida. Y eso que prometía: me gusta el género de terror, y los actores (Christian Slater y Stephen Dorff) también son de mi agrado.
Cuando una película no me gusta nada de nada, tiendo a olvidarla cuanto antes. Y eso es lo que me pasó con esta película: no me acuerdo de nada, pero es que juraría que una semana después de verla, ya la había olvidado completamente.
Me gusta mucho el cine, y conque una película sea entretenida, ya no la pongo a parir. Y suelo hacer comentarios positivos de todas ellas. Pero es que de ésta, no puedo hacer ninguno. Sin duda, una de las peores que he visto en el cine en la última década (sí, mucho peor que Man-Thing).